sábado, 29 de septiembre de 2012

¡CRASO ERROR, MI GENERAL!.

Yo no se si Luis María Anson, en el Cultural de El Mundo, los viernes los dedica a decir idioteces, o es que las idioteces son coincidentes con cuando a mí se me ocurre leer dicho suplemento. El de ayer, más que idiotez, rezuma gilipollez babosa. Su enamoramiento por Juan sin tierra da nauseas. “El Rey de derecho de España, Juan III de Borbón, se instaló allí (Estoril) en 1946 con la esperanza de convertirse en Rey de hecho en poco tiempo acosado Franco por los vencedores de la Guerra Mundial en la que el dictador había participado junto a Hitler enviando al frente oriental una división de su ejercito”.

Aquí, el amigo, parece que se olvida que sin Franco, ni su Señor Juan sin tierra ni su hijo Juan Carlos I de Borbón, ni de hecho ni de derecho habrían sido jamás reyes de España. También se olvida de que los aliados, menos los jodidos rojos que volvieron a sus países con el rabo entre las patas, barridos por el Ejercito Nacional, y la URRS, preferían mil veces a un Franco, regenerador de valores, antes que la amalgama de rojos, masones y anarquistas, personajes de todo pelaje, nada dignos de tenerles en el Sur de Europa, teniendo a la Unión Soviética en el Norte. ¿Olvido u odio, señor Anson?

Y cuenta una anécdota en la que interviene don Nicolás Franco, embajador en Portugal. “A Don Juan le recibió en el aeropuerto de Lisboa Nicolás Franco, hermano del dictador y embajador de España. Le ofreció para trasladarle a Estoril un automóvil de “postín”. “Pero embajador –dijo Don Juan- este es su coche, ¿no? “No –respondió el embajador- este es el automóvil que el Gobierno español pone a disposición de Vuestra Majestad”. Don Juan se volvió y le dijo: “Ramón, pídame un taxi” y en un taxi se trasladó por la carretera que enlaza el aeropuerto con Estoril”.

Por como se lee en el artículo del señor Anson, el que Juan sin tierra no admitiese usar el automóvil de “postín” seguramente un buen viejo, pero aseado automóvil, fue un gesto de dignidad ¡Como iba el a aceptar un coche del dictador! Su majestuoso culo podía pagarse un taxi. Su dignidad ofendida le llevaba a no admitir el coche, en cambio su dignidad no se ofendía cuando recibía la jugosa asignación que Franco, con el sacrificio de todos los españoles, le mandaba para su manutención, bebetunción y gastos generales, incluidos taxis. Y habla de enjambre, en el que incluye a los sin tierras de Rumanía, Francia, Italia, Bulgaria y España; habla de pasiones –quizá es que el repóquer de reyes, se apasionaban con sus copas de ginebra o Vodka, según el gusto- en el Estoril de los años dorados. “Fue Juan Carlos de Borbón que se convirtió en Rey de España (le convirtió Franco en Rey de España, no se le olvide, señor Anson) y desde hace cerca de cuatro décadas encarna la Monarquía que siempre defendió su padre frente a la dictadura y que se ha convertido en un símbolo de libertad, de democracia y de prosperidad en todo el mundo”.

Señor don Luis María Anson, este último párrafo lo he leído diez veces y, de verdad, le aconsejo que tome Ceregumil, que dicen que es un buen reconstituyente para la memoria. Comenzando por el final, no tengo más remedio que decirle que, además de desmemoriado, está usted en Babia. ¿Esta prosperidad de España es un símbolo en el mundo? ¿Esta monarquía, que al titular le mueve cualquier mindundi como se mueve a un guiñol; la monarquía de la cacería del oso borracho, el elefante y la rubia condescendiente, es el símbolo en el mundo? Es usted de verbena. Para el conocimiento de quienes por infinitos motivos no lo sepan, he de dejar aquí escrito que su Señor Juan sin tierra jamás podría ser Rey en España, por que su papá, Alfonso XIII, a las primeras algaradas del populacho, huyó de España dejando a los españoles, a la mayoría, a merced de cuatro sinvergüenzas que dieron entrada a las hordas revolucionarias, a las que en 1936, un puñado de militares PATRIOTAS, unos pocos falangistas y otros tantos requetés, les pusieron, primero el freno y, después, la marcha atrás, hasta la derrota.

Franco no quiso, conociendo el percal, restaurar la monarquía traidora, sino instaurar una nueva monarquía, que pensó fresca y sana ¡Craso error, mi general!


miércoles, 26 de septiembre de 2012

AHORA LE TOCA A USTED, SR.RAJOY.

Según dice la ciencia, en el interior del cuerpo humano viven a sus anchas, aproximadamente, dos kilos de microbios. Eso, que a los legos en la materia nos parece peligro mortal, para los profesionales de la medicina es absolutamente imprescindible para el normal desenvolvimiento de nuestro organismo.

Algo parecido es lo que le pasa a la sociedad española; hay, en el interior del cuerpo social, lo que vendrían a ser esos dos kilos de microbios que dice la ciencia, pero, en este caso, lejos de ser imprescindible su presencia, lo que resulta imprescindible hacer es aplicarles un fuerte antibiótico, capaz de acabar con ellos a la velocidad de la luz o más rápido si ello fuera posible. Esta noche (son las 0,30 de la madrugada) los microbios, disfrazados de hadas madrinas, se han enfrentado a la Policía Nacional, en los aledaños de las Cortes Generales, queriéndonos convencer de que lo están haciendo, lo hacen, no por diversión; no como una algarada juvenil, para llamar la atención; no por el placer de imitar a los egipcios, en la “Primavera Árabe”; sino por la gallarda y, sin embargo pacifica decisión, agarrada por el cuello, de salvar de la pobreza a la indefensa sociedad española, asfixiada por el capitalismo; los militares y el clero. Y, para convencernos, se dedican a hacer la bestia, enfrentándose a las fuerzas del orden público, intentando asaltar el Congreso de los Diputados, residencia de los legítimos representantes de todos los españoles, elegidos por más de veinticinco millones de votantes.

Eso es así, aunque a mí no me guste. A ellos ¿Quién les ha elegido para que cometan el atropello que han intentado? La historia, intenta la izquierda cerril (toda la izquierda), que vuelva a repetirse. No son capaces de aceptar que han perdido en las urnas la posibilidad de gobernar, y, quieren alcanzar de nuevo el “Chollo”, lanzando, debidamente aleccionado por el PSOE e IU, a lo peor de cada casa; a lo peor de cada comuna, a lo peor de la sociedad y, con toda seguridad, algunas buenas gentes que, a pesar de tener más razón que un santo, en la barahúnda del rojerío blasfemo, no podrán expresarse.

Lo acontecido esta noche en Madrid, es un delito grave, que si la autoridad competente y la justicia no cumplen con su obligación de castigar adecuadamente a los detenidos, y buscar a los verdaderos culpables para darles el mismo trato, lo de esta vez, podría ser broma, comparándolo con lo que podría ser la próxima.

¡Vamos a ver lo que hace la derecha! Ante estos gravísimos hechos ¿Volverá a producirse con su clásica cobardía? ¿Como en el caso que ha planteado el presidente de la autonomía catalana, querrá dialogar? Seguro que, en su cobardía, ya tiene pensado la cantidad de pasos hacía atrás que dará en su retirada.

Señor Rajoy: ahora le toca a usted demostrarnos, a los españoles que le estamos intentando ayudar para que podamos salir de este mal momento, de esta profundísima crisis, que es usted digo de ser ayudado, como lo fue, en peores condiciones, aquel otro gallego. Ahora le toca a usted. Ya no están los militares “africanos” para sacarnos las castañas del fuego.

Por un lado, los tahúres del secesionismo y, por el otro, los antisistema, embozo de la izquierda. A ver que hace el gobierno; a ver que hace la democracia.

martes, 25 de septiembre de 2012

TUFILLO A TIMO.

Nos tienen cogida la medida. Por culpa de los políticos que desde hace unos años se pasean haciendo el ridículo por Europa y el resto de continentes, a los españoles nos tienen cogida la medida. ¿Por qué digo eso? Porque desde Francia nos han traído un embolado, con un cierto tufillo a timo que, como las autoridades no anden con cuidado (siempre presuntamente) podría ser más sonado, que el timo de la “estampita” o el del “tocomocho”.

La cosa es como sigue: una empresa francesa, de nombre "Simpático" (así suena en español), emite unos boletos, a diez euros, de los que solamente cada comprador puede hacerse con cinco, esa decisión, según la representante de la empresa, es porque permitir que los compradores pudieran comprar, libremente, grandes cantidades, podría contribuir a que los españoles, en este caso, pudieran ser empujados a la ludopatía, algo que la empresa, haciendo gala de su ética y moral, deploraría.

El meollo de la cuestión es que, con la recaudación obtenida de la venta de los boletos, se compra por la empresa francesa un piso, que más tarde se rifa entre las personas compradoras de los boletos. Eso (presuntamente) es como las rifas de “la Paca”, en el mercado al aire libre del barrio de Entrevías. Ella daba el valor de tres y se quedaba con treinta y tres. Y es que nos han perdido el respeto, tal vez porque no somos dignos de ser respetados. Ya no nos queda ni siquiera el orgullo de ser españoles; nuestros políticos nos lo han llevado al nivel de la prima de riesgo. La cosa es tan patente que primero, nos mandan a todos los gitanos rumanos, los negociantes del cobre, y ahora nos mandan (¡A la tierra de “El Buscón”!), a unos “ilusionistas”, con el fin de llevarse los dineros de unos cuantos ilusos; cuantos más, mejor ¿Verdad, Messié? Lo de quedarse con el dinero y el piso, ya lo habían inventado los banqueros españoles. Así que, anuncio a navegantes, que los “Simpáticos” franceses vienen a por las pocas perras que nos deja el señor Montoro, si antes no se las ha llevado él.

Mañana, en Madrid, con la amenaza de las hordas rojas de tomar (con la banda de tambores al frente golpeando hasta el aburrimiento el rústico instrumento) el Congreso de los Diputados, la excelentísima señora Delegada del Gobierno, señora Cifuentes, da permiso para que se lleven a cabo dos manifestaciones. ¡Ay que joderse! ¿Delegada del Gobierno? A cualquier trapo le llaman vestido. Y es que, seguramente, ni en la policía, ni en la guardia civil, hay alguien, siendo profesionales en el tema, con más conocimiento en Orden Público, que la excelentísima señora Cifuentes ¡Por supuesto! Por supuesto que, tanto en la policía como en el benemérito cuerpo, se podrían sacar más de cien profesionales, mucho más capacitados para desempeñar el cargo, con aseada eficacia y, sin la necesidad de tantos asesores. Pero, claro; eso sería romper la normalidad de este y de los anteriores gobiernos habidos en España desde la capitulación de los que estaban en la obligación de hacer cumplir, desde el rey para abajo, el solemne juramento de lealtad que hicieron, ante la Sagrada Biblia, en favor del Movimiento Nacional, que es el de poner en la cabecera de cualquier institución del Estado a las personas más incapacitadas, o a las que por sus profesiones, se encuentran más alejadas de lo que los cargos exigen. Aunque he de reconocer que en este gobierno, salvo algún imbécil que se ha colado entre los ministros, hay más coincidencias entre unos cuantos ministerios y la profesión de su titular.

***

En el partido que este domingo enfrentaba al A. de Madrid y al Real Valladolid, al entrenador de los pucelanos, por protestar, fue expulsado por el árbitro. En las declaraciones post-partido, dicho entrenador, señor Djukic, para justificar su expulsión, dijo que “no se puede protestar educadamente, y es que aun no se ha enterado el árbitro que Franco ha muerto”. Utilizar el apellido del Generalísimo en esa circunstancia, es la gilipollez que se le ocurre a un gilipollas, que no tiene capacidad para otra cosa que hacer y decir gilipolleces. Este memo es el que privó al Deportivo de la Coruña, de ganar una liga, al tirar un penalti a las manos del portero rival.

lunes, 24 de septiembre de 2012

SUPERADOS ESCANDALOSAMENTE.

Hay políticos a quienes la situación actual les supera escandalosamente. Es la presumible consecuencia por vestir con cargos de responsabilidad –alta, media o baja-, no a quien mejor los pueda desempeñar, si no al compañero de partido; pero no al mejor preparado de los correligionarios que pudiera realizar la labor con éxito, si no a quien se le tiene más simpatía: mejor cargo, cuanto mayor es el grado de simpatía que se sea capaz de provocar en el jefe.

El egocentrismo de los partidos políticos, y el de sus capos o padrinos, al menos de los que sufrimos aquí, les impide ver que la máxima inteligencia de España no la van a encontrar, salvo rara avis, en las listas de sus afiliados. Allí, lo que encontrarán con absoluta seguridad y en grandes cantidades son inútiles advenedizos; pelotas de sonrisa falsa e individuos que por saber de las telarañas morales de todos, juegan la baza chantajista, que les aúpa (ministerios, presidencias de Autonomías, subsecretarías, y otros de los muchos cargos políticos que en los partidos se reparten a dedo) a cotas insospechadas por la planicie que da el encefalograma de su cerebro y por las fétidas babas que fluyen de su belfo.

La inteligencia nacional, la que por su conocimiento exacto de las cosas, seria capaz de ponernos en la buena senda, esta en la UNIVERSIDAD y, también, en la Empresa Privada. En la Universidad esta el talento y en la empresa la creación de la riqueza y la necesaria ambición. De ahí es de donde, si los partidos estuvieran creados verdaderamente para el beneficio de la sociedad, saldrían las personas adecuadas para tan alto servicio. Pero, por lo que estamos viendo, ahora no ocurre así y mientras el sistema no cambie, seguirá de la misma asquerosa forma, solamente buena para toda clase de trapaceros.

El viernes pasado, solamente en Madrid, se convocaron treinta y una manifestaciones y en la noche del mismo viernes, en Madrid Río, se organizó un concierto (de rock) de MTV, con el penoso resultado de sesenta heridos (veinte policías) y casi una decena de detenidos.

¿Quién ha sido el insensato, en la Delegación del Gobierno, que dio permiso para treinta y una manifestaciones? Solamente el odio a Madrid; la supina estupidez; o la incompetencia de su titular, nombrada digitalmente, puede permitir tamaña barbaridad ¡Treintaiuna manifestaciones!

Y, si es una barbaridad lo de la Delegación del Gobierno ¿qué decir del excelentísimo Ayuntamiento de Madrid? Habrá que esperar a que ocurra una multitudinaria desgracia, para que la señora doña Ana Botella de Aznar, tome en serio la ordenanza municipal, en cuanto al seguimiento del “botellón”. ¿No es cierto, excelentísima señora, que está prohibido beber alcohol en la vía publica? Entonces ¿por qué todos los viernes por la noche, en Madrid, se hacen “botellones”. ¿Por qué no se persigue a los ciclistas y motociclistas que han tomado como propias las aceras de las calles, poniendo en peligro a los viandantes? Sería bueno, por que es de ley, que usted, excelentísima señora, y todo su equipo de gobierno comprendieran que los madrileños somos mucho más que unas carteras con piernas, de donde ustedes sacan el dinero que les da la gana, cundo les viene en gana.

Estas son las cosas que pasan cuando los puestos de alta responsabilidad no se cubren con las personas capaces de gestionarlos con la eficacia precisa.

jueves, 20 de septiembre de 2012

NI LA MUNICIÓN QUE SE USARA.

¡Vaya dos días! Los aficionados al fútbol de Madrid y Barcelona, las hemos pasado de todos los colores; menos mal que al final, tres puntitos cada uno, y ya veremos lo que pasa en el próximo encuentro. Esperemos que nos lo pongan más placido.

El pasado martes, en su casa, quisiera pensar que con el recuerdo de las múltiples barbaridades cometidas durante su escabrosa vida mordisqueándole el cerebro, ha muerto una de las personas más despreciables, de cuantas intervinieron en nuestra guerra o, Guerra de Liberación. Santiago Carrillo ha muerto sobre una cama, 73 años más tarde de cuando debería de haber muerto contra la más asquerosa de las vallas; ante un pelotón de ejecución, y dudo que mereciese el gasto de la munición que se usara.

En todas las guerras, y la nuestra no iba a ser una excepción, se cometen, por ambos lados, por el alto grado de excitación en la que se vive, barbaridades que quienes las cometen, en otro escenario, no serian capaces de cometer. Los bombardeos; los ataques del enemigo; las balas silbando a centímetros de la cabeza; el camarada, con quien se ha esta hablando, en el siguiente segundo, cae muerto sin acabar la frase recién comenzada; la arenga de los mandos; el saber que los que están en la otra trinchera solo piensan en matar; la identificación del enemigo. Todo ello, puede llegar a ser el vehículo para cometer una barbaridad.

Las ratas de la retaguardia, y, Santiago Carrillo, eso es lo que fue, no actúan acalorados; ellos montan su actuación de la manera más cobarde y despreciable: mandan a sicarios a asesinar a las personas, en el estado más indefenso; física y sicológicamente hundidos; sin capacidad de respuesta, después de haber sido torturados en checas inmundas, por carceleros zafios. La “prenda”, que no merece ser asturiano, para mayor escarnio, montaba una caravana de camiones y, con el engaño de evacuarles a Valencia, les montaban en los vehículos; los llevaban a Paracuellos del Jarama, y allí, con una frialdad que hoy, después de una pausa tan grande, hiela la sangre al recordarlo, les iban asesinando, disparándoles como se dispara en la caseta de una verbena, regocijándose los verdugos, los muy hijos de la gran puta, viendo cómo las victimas iban cayendo en la enorme fosa común. Mujeres; niños imberbes; viejos; sacerdotes…

Y no fue lo suficientemente hombre, para, una vez terminada la contienda, pechar con sus responsabilidades. Huyó, como una asquerosa rata, a la Madre Rusia, a seguir practicado, esta vez con su propios camaradas, el deporte de la “purga”, hasta que el PSUC le indico el camino del Sur. Pero ya había hecho bastante.

Su regreso a España, de la mano de unos cuantos traidores, amamantados por la Secretaría Nacional del Movimiento, que al muerto tanto se le valora, fue con la infame idea de lograr un estatus económico, pero, como la estupidez (por no decir gilipollez) humana es infinita, además de lograr la “pela”, ha conseguido que se le suba, como santo milagrero, al Altar Mayor de la Democracia.

Ante su cadáver, en la sede que todos ayudamos a pagar de CCOO, ha pasado renqueante el rey don Juan Carlos I y una pléyade de gentecilla escuálida de inteligencia que, como mandriles, que no tienen conciencia de lo que hacen, pero lo hacen, simplemente por mimetismo, han ido a decir su último adiós, que parecía que no llegaría nunca. Aun quedan viudas e hijos que desde el pasado martes, se sienten mejor.

Parece ser que como deseo del tétrico finado, su cuerpo pecador va a ser incinerado y las cenizas serán arrojadas sobre el cantábrico astur. Y, ahora ¿Quién se va a atrever a comer una merluza del Cantábrico? ¡¡¡SOS GRIMPÍS…!!!

martes, 18 de septiembre de 2012

¡DE FRENTE Y POR DERECHO!.

Doña María San Gil; don Jaime Mayor Oreja; don Francisco Álvarez Cascos; don Manuel Pizarro; don José Antonio Ortega Lara; doña Esperanza Aguirre…

El Partido Popular, poco a poco, se va quedando en un “grupeto” de tuertos y legañosos, en perpetua adoración del JEFE SUPREMO, escuchador de sí mismo, a quien ni siquiera hace caso. El señor Rajoy, para quien a estas alturas no se haya dado cuenta, es un ser timorato, que se enfrenta, ante cualquier circunstancia, mirando para atrás, calculando donde ha de poner el pie, en retirada. Los seres humanos, en política, se dividen en dos grupos, los que mandan y los que obedecen. Pues bien; el señor Rajoy es un aceptable funcionario, aseadito en el desempeño del cargo, siempre que por encima de él haya un jefe; y su labor puede ser más exitosa cuanto mejor sea quien le manda.

Yo, tuve como compañera de clase, en el colegio Luis Vives (donde aprendí lo poco que se, por mi culpa), una niña que cuando se levantaba para decir la lección, la decía con una precisión, en cuanto al texto, igual que si la estuviera leyendo directamente del libro, pero ¡Ay! Si doña Pepita, la profesora, la interrumpía; entonces se quedaba callada, incapaz de volver a empezar. Se sabía la lección de pe a pa, pero le faltaba seguridad en si misma. Hay quien dice que el señor Mariano Rajoy sabe mucho; que es más listo que los ratones coloraos; es posible; lo acepto sin discusión. Pero, le falta confianza en si mismo; le abate la inseguridad cuando ha de tomar una grave decisión, ante la posibilidad de tomar la decisión correcta. Seguro que él era más feliz estando a las órdenes de José María Aznar. Don Mariano Rajoy nunca podrá llegar a ser un líder nacional, como tampoco lo es en el PP. Un líder siempre se rodea de los mejores para que su liderazgo sea fructífero y notorio, haciendo propio lo que esos mejores son capaces de aportar, uniéndolo a lo suyo, o simplemente tomándolo como propio.

El señor Rajoy no puede tomar nada de los mejores, sencillamente porque a los mejores, a algunos ya los ha echado y a otros los va echando. Esa una de las peculiaridades de los mediocres; para que su apagado brillo luzca, es necesario apagar a quienes portan una luz más potente.

No todas las decisiones tomadas por doña Esperanza Aguirre, me han parecido bien; el tema de la apertura de los comercios las veinticuatro horas del día, los trescientos sesenta y cinco días del año, por ejemplo, me pareció y me sigue pareciendo una barbaridad que, sin remedio, traerá nefastas consecuencias para el pequeño comercio de cercanía. Pero, sin gustarme el sistema, a quien culpo de muchos de nuestros males -las jodidas CCAA- la de Madrid, bajo su presidencia, en contra de los sociatas primero y, ahora en contra de su propio partido, de entre todas ellas, es la que mejores perspectivas de futuro presenta. Y, si además se cumple para bien lo de “Euro Vegas”, la tasa de desempleo bajará muy sensiblemente.

En su despedida la señora Aguirre, nos ha mentido en algunas cosas, y no ha dicho la verdad en otras (parece un galimatías, pero no lo es); ni su enfermedad; ni su familia han sido la espoleta de su cohete. La rampa para su lanzamiento se la han puesto algunos miembros del gobierno, con el señor Rajoy a la cabeza. La señora Aguirre, en los medios, ha hecho varias proposiciones que han sido rechazadas de plano: reducción del número de diputados; permiso para fumar en las salas de juego de Euro Vegas; se le denegado; quitarles la subvención a sindicatos y patronal, no ha gustado porque podría traer enfrentamiento con los sindicatos. Lo más grave del caso Aguirre, lo que más molesta en la cúpula del partido, es su cartel político en toda España, muy al gusto de los españoles. ¡De frente y por derecho! Muy superior al de don Mariano.

Y, con todo ¡No me gustan los demócratas; no me gusta la democracia, ni la madre que la parió!

lunes, 17 de septiembre de 2012

ANTES ROJA QUE ROTA.

Abiertamente por una República Presidencialista, en la que el presidente tenga poder político sancionador -asistido por un cuerpo de técnicos superiores y juristas de valía contrastada-, si el gobierno en ejercicio, no actúa adecuadamente a favor de los intereses del Estado, y se desvía hacia intereses partidarios o propios intereses. Una presidencia de ordeno y mando, cuando la ocasión lo demande. Dentro de una nueva Constitución, lejos de los apaños golfos de la actual, y votada por mas del 50% de los españoles, lo que no ocurrió con la actual.

Desde 1975, hemos tenido un jefe del Estado de plastilina, que se ha ido ahormando a los intereses de los sucesivos presidentes del gobierno, a cambio de que él pudiera hacer con su regia persona lo que le viniera en gana, sin importarle mínimamente que la reina y la institución quedaran desairadas. Las regatas a bordo de los “Bribones”; el esquí en Baqueira Beret y las distintas clases de cacerías –del “conejo” al elefante- por todo el mundo, amén de la asignación en euros, parece ser suficiente paga por el trabajo de los recadillos en el extranjero, ordenado por el mindundi (presidente del gobierno) de turno.

Los españoles, mayoritariamente votamos a favor de la instauración, que no restauración, de la monarquía, porque Franco nos lo propuso como una buena solución para cuando él no estuviera en condiciones de seguir ejerciendo la Jefatura del Estado. Hoy, visto lo visto, está más que claro, cristalino, que España y los españoles merecemos un cambio radical que nos rescate; el simple cambio de la persona (el padre viejo por el hijo joven) al frente, estando tan viciado, y si se me apura, desacreditado, el funcionamiento, no va a ser posible, para nadie, conseguir que la institución monárquica recupere el respeto de los españoles, si es que por si misma, alguna vez, lo ha tenido merecidamente. La corona española reina sobre todo el territorio patrio y, aceptando que no somos súbditos (palabreja obsoleta), si somos ciudadanos obligados a respetarla, como cabeza del Estado en el que hemos nacido, vivimos y nos desarrollamos, en estos momentos, hasta donde nos dejan. La Corona de España, sin la menor protesta, está asistiendo a la actitud chulesca, de una chusma separatista, encabezada por Arturo Más, en Cataluña y de un tal Iñigo (rima con...) Urcuyo, del Partido Nacionalista Vasco (Pene en uve), como si la cosa no fuera con él.

Algún día a los españoles, alguien nos explicará la verdadera historia del golpe de gobierno del 23-F. Y, entonces, comprenderemos mejor la valía del “motor del cambio”.

¡Aguas pasadas que no mueven molino! Por ese motivo y, antes de que la lesión se necrose, con el mayor respeto a las personas, civilizadamente, terminemos con una institución que en Europa, parecen de cuento infantil. Y en Asia y África, enmascaran regímenes absolutistas, donde las vidas y haciendas de los súbditos no tienen valor alguno.

Los españoles hemos podido dolorosamente comprender que el binomio Monarquía-Democracia, es un malvado sistema de nefastas consecuencias. Como uno de los ejemplos de su maldad, que no dejan espacio a la duda, están los estatutos de algunas autonomías, especialmente el Estatuto de Cataluña, que como la carcoma, va pudriendo la unidad nacional que recoge la Constitución y, a la vez que indica quien ha recibido el encargo de vigilar que ese mandato se cumpla. El Rey, como jefe supremo de los ejércitos de España.

José Antonio prefería una España roja, antes que una España rota. Yo, también.

sábado, 15 de septiembre de 2012

LA DESVERGÜENZA ES TRANSPARENTE.

Mi más sincera enhorabuena, mis queridos amigos mexicanos. Hoy me entero que ha sido detenido “El Coss”, líder del Cartel del Golfo. Uno de los más peligrosos capos de la droga. Que Dios y la Virgen de Guadalupe iluminen a la Marina, el Ejercito y la Policía, para que pueda seguir el camino que les lleve a acabar con todos ellos (Ismael Zambada y Joaquín Guzmán, entre otros) y así pueda vuestra hermosa Patria, volver a ser la madre amable y cariñosa que como buena gente os merecéis.

Mis felicitaciones por haber recibido “El Mariachi Mexicano” el reconocimiento como “Patrimonio Inmaterial de la Humanidad”. Lastima que no lo hayan visto los Jorge Negrete, Pedro Vargas, Pedro Infante, Chabela Vargas, Miguel Aceves Mejía, doña Lola Beltrán, y la gran artista compartida por nuestros dos países, España y México, Rocío Durcal... Y una infinidad de “Charros” -aquí corto, ya que seria prolija lista, pero, todos ellos-, a quienes nos gusta la música del Mariachi, siempre les llevamos en el corazón, y a algunos, en el radio casete de nuestro vehículo.

Desde Madrid, mando un fuerte abrazo, a mis amigos de México, D.F, Veracruz, Sonora, Jalisco (¡lindo y querido!), Guanajuato, Durango, Yucatán, Puebla y Aguascalientes.

Los españoles, entiendo que somos unos seres raros, raros, rarísimos; incomprensiblemente pacientes, aunque nos estén pisando un callo, o incomprensiblemente intransigentes y bordes, ante cualquier nimiedad; estamos alegres y nos reímos de todo y de todos o, por el contrario, estamos continuamente cabreados como monos, sin motivo que lo justifique.

De las últimas elecciones generales, la mayoría de mis compatriotas, salieron alegres y satisfechos porque creyeron que las urnas habían alumbrado un personaje que, como el hada de la Cenicienta, con su varita mágica, iba a dar unos suaves golpecillos en la puerta del Banco de España y, como si del Niágara se tratara, comenzarían a caer por todas ventanas del edificio de la plaza de Cibeles, una interminable cascada de billetes de 500 euros, de los que todos podían llenarse los bolsillos. Inmediatamente después, sin tiempo para descansar, se llegaría al ministerio de Industria y, con la misma varita mágica, de nuevo golpearía suavemente en la puerta y, con la rapidez del rayo, en todos los polígonos industriales del país, como amapolas en Primavera, comenzarían a brotar empresas a troche y moche. Las que absorberían a gran parte (si no a todos) de los cinco millones de parados. A continuación, con un sonoro chasqueo de dedos o con un simple movimiento de nariz, plis, plas, borraría todos y cada uno de los problemas de todos los españoles, ¡ah! Y de las españolas, y de propina filantrópica, los de los inmigrantes que viven con nosotros. Eso es lo que veo y oigo que esperaban del triste y aburrido don Mariano. Y, como eso no ha sido de esa manera, ha comenzado a soplar un mal aire, que va convirtiendo la alegría de los votantes del PP, en algo muy parecido a un velatorio de tercera división. Las rosas han sacado sus espinas, las que siempre tuvieron y los cándidos votantes peperinos, no comprenden lo que está pasando y, claro, como de por sí la gente no tiene costumbre de utilizar la inteligencia, no admite que las dificultades económicas de España son producto de la deuda tan enorme que anteriores gobiernos fueron coleccionando, y que ahora, entre todos, menos la familia real; los banqueros; los grandes empresarios y los políticos, tenemos que pagar a los prestamistas extranjeros.

No son las subidas de los artículos de primera necesidad; del gas y la luz; del IVA e IRPF, lo que de peor leche me pone. No es el que nos haya mentido el señor Rajoy, en alguna de esas cosas que he enumerado, porque se que son el pago –costoso pago- de los pedos tirados más alto que el culo de los señores Suarez; González; Aznar y el memo Zapatero. Lo que a mi más me jode es el contubernio que han montado –gobierno, oposición y justicia- para poner al asesino, el flaco “Bolinga”, fuera de la cárcel, sin estar en estado terminal y sin haberse arrepentido de sus crímenes. Y por que se -la desvergüenza es transparente-, que el “Bolinga” es el hueco por donde van a ir saliendo como asquerosas ratas el resto de asesinos etarras.

Señor Rajoy: ya puede pedir a Dios; no, a Dios no; al Diablo que el “Bolinga” se muera pronto y sin ruido porque de otra forma, a las adhesiones que en estos momentos y por este asunto ha perdido, se irán sumando muchísimos más. Tal vez algunos millones, los que seguramente les serían necesarios para su reelección.

jueves, 13 de septiembre de 2012

"SER MALO ES LO MÁS DIVERTIDO."

Hay quienes van diciendo alto y claro, para ser oídos por doquier que “ser malo, es lo más divertido”. Ese, es un pensamiento que solamente se le podría haber ocurrido a un imbécil, con una copa llena de licor hasta el borde en una mano; y en la otra mano, una jeringuilla con un chute de heroína, presta a ser usada, en cualquier lugar de cualquier pueblo; a la puerta de cualquier discoteca; o en el Campus de cualquier universidad.

Esa es la filosofía de los nuevos tiempos; esa es la filosofía que ha calado en los cerebros de la gente de la “modernidad” democrática; esa es la estrategia de la política en curso, para mantener idiotizada y sin poder de decisión al grupo de la población que, tradicionalmente, ha encabezado los movimientos revolucionarios –los buenos y los malos-; esos que tienen la obligación, aunque se confundan, de ser inconformistas; conquistadores del porvenir, aunque sea pisando los juanetes de los viejos; los que habrían de tomar la antorcha del relevo en los asuntos nacionales, seguros de su fuerza; esos siempre fueron los jóvenes. Y, por lo que estamos viendo, no va a ser posible porque, este sistema excluyente ha colocado, por el momento con tendencia alcista, al 24% de los jóvenes entre 16 y 30 años, en la absoluta marginalidad como presente; con la mendicidad como futuro y la nada como horizonte.

Es posible que pasando cien años, aquellas nuevas gentes, curadas de este asqueroso sistema político, recuerden en los libros de texto este periodo, como el hito más negativo de la larguísima historia patria. Si después de tanto tiempo, algo quedara, seguro que lo quemarán en grandes hogueras, y sus cenizas las aventarán, cara al mar, para que no quede ni una microbrizna de él. Nada de lo que haya existido (ninguna de las instituciones), por haber sido impregnado de su fétido aliento; de su intrínseca maldad (divertimento para algunos) será digno de ocupar el más recóndito lugar del más mísero de los museos.

Ser malo, es lo más divertido. Eso habría que preguntárselo a los cinco jueces que han decidido excarcelar al asesino Bolinaga; al mismísimo Bolinaga y a cuantas personas hayan intervenido en tan deleznable asunto. Los políticos usan la mentira como el jockey usa el caballo, para ganar en la meta. Y no les importa que todo el personal estemos al cabo de la calle, del embuste. El gobierno del señor Rajoy, con su mariachi judicial, ha cometido una de las mayores injusticias que se han cometido en este Paísss. Usted, don Mariano, ha lavado el culo al cerdo, y le tirado, en pleno rostro de las victimas -tres guardias civiles y el señor Ortega Lara-, el agua sucia de la palangana. ¿Le ha parecido divertido? No parece que se den cuenta de lo peligroso que puede llegar a ser, para la paz interna de España, la decisión que tanto el PSOE, como el PP, están tomando respecto a los terroristas. De esa manera, están haciendo creer a mucha gente, quizá a algunos millones de españoles, que el asesinato, como exponente del terrorismo, puede ser un camino para llegar a conseguir una quimera. Y, entre las personas que pueden haber llegado a tal conclusión, también puede haber algunos, que se decidan a caminar por esa senda. Que, además parece ser que es de lo más divertido.

No quiero dejar pasar el tiempo sin contestar a todos esos gilis, que ante la petición por parte de lo peor de la sociedad catalana (digamos que son lo único malo), de la segregación de Cataluña, del resto de España, dicen respetarles a ellos y a su petición, siempre que se haga de manera pacifica. Yo no les respeto; no puedo respetar a quienes intentan impedir que me sienta catalán, por ser español, como me siento natural de todas y cada una de las provincias que conforman esta piel de toro, aunque me nacieron en Murcia. He dicho.

martes, 11 de septiembre de 2012

DOS SISTEMAS DIFERENTES.

De 1939 a 2012, España ha sido gobernada por dos sistemas políticos radicalmente diferentes. Hasta noviembre de 1975, por un gobierno de autoridad y, de ahí, hasta estos momentos en que me encuentro tecleando en el abecedario de mi ordenador, por un sistema político extraño que llaman Democracia.

La radical diferencia entre los dos sistemas, para un mismo fin, la gobernabilidad (no gobernanza) de los asuntos de España y de los españoles, es perfectamente contrastable, a nada que uno, aun de manera superficial, sin mayores esfuerzos científicos, pase la vista por como se hizo el recorrido hasta N-1975, y, de la misma manera, lo haga desde entonces hasta aquí. ¿Que fue lo que se logró? La rápida transformación de un país agrícola, a un país industrial, sin abandonar la agricultura; de una España empobrecida por una monarquía incompetente (siendo benévolo) y prácticamente aniquilada por las hordas rojas, a una España muy bien encaminada (con pleno empleo) hacia el nivel económico de los países desarrollados. Durante aquellos años vinieron a establecerse en nuestra patria infinidad de empresas extranjeras, incentivadas entre otras cosas por la seriedad, laboriosidad y disciplina laboral de los trabajadores. Se puede decir, sin faltar a la verdad, que fue en aquellos años cuando se “inventó” el turismo en España. Se mejoraron las carreteras haciendo más cómodo y rápido el transporte; se levantaron embalses, aprovechando sus saltos de agua para la creación de energía eléctrica; en cooperación con marcas extranjeras, se abrieron fábricas de camiones y coches; se edificaron grandes centros sanitarios en la mayoría de capitales de provincia; se mejoró el nivel académico de las universidades y de los universitarios; se crearon universidades laborales; los trabajadores, con los frutos de se trabajo, de manera casi generalizada, alcanzaron la bien ganada propiedad de sus hogares; se disfrutaron derechos, dados por el gobierno: trabajar siete días a la semana, cobrando el domingo sin trabajarlo; ayuda económica a las familias (los puntos); veraneo pagado; dos pagas extraordinarias (la del 18 de julio y la de Navidad); participación en los beneficios de la empresa; y, lo que creo que fue lo más importante: la transformación de muchos trabajadores por cuenta ajena, en prósperos industriales; de dependientes de comercio, a propietarios.

Aunque de manera anecdótica, por el momento, hay gente joven que se va a los pueblos buscando en el campo soluciones que, en las capitales, ni en la industria ni en el comercio encuentran; se marchan las empresas extranjeras, buscando nuevos asentamientos por la baja productividad de los trabajadores y la intransigente presión sindical; el nivel académico de las universidades es tan bajo (Zapatero es profesor de derecho), que permite que salgan universitarios, con sus carreras oficialmente terminadas, que apenas comprenden lo que leen y escriben con graves faltas de ortografía, aun siendo carreras de letras; los trabajadores, con el fruto de su trabajo, ya no pueden acceder a la propiedad de su hogar, ya que raspando tienen suficiente para comer. En muchas empresas se contrata, sin límite de horas y sin más pagas que las que corresponden a los doce meses del año, sin que las autoridades vean nada punible.

Lo único que desde, N-1975 ha prosperado, son el número de delincuentes y delitos cometidos; los pobres y la pobreza; los parados y el paro que no cesa; los establecimientos de compra y empeño; las prostitutas y prostitutos; los gitanos rumanos, que nos mandan desde toda Europa; los gilipollas que montan en bicicleta por las aceras; la rapiña de los banqueros y el número de politiquillos, desvergonzados trincones, que exponencialmente crece, amenazando con llevarse hasta los palos del sombrajo.

lunes, 10 de septiembre de 2012

PENSAR MUCHO, ES PENSAR DEMASIADO.


Un proverbio árabe nos advierte: “pensar mucho, es pensar demasiado”. La visión que me inspira tan profundo pensamiento arábigo, es la de un anciano alauita de tez oscura; mirada penetrante y barba blanca, que calza unas babuchas color oro viejo, de fina piel y respingona puntera; elegantemente vestido con larga y ancha chilaba, bordada en motivos florales a la altura del pecho, artísticamente elaborados con finos hilos de oro y plata, y que porta un rico turbante de blanca seda oriental, en el que deslumbran incrustaciones de oro puro y piedras preciosas, con el que cubre la parte pensante de su cabeza.

Sentado; con la mirada errante flotando por la inmensidad del infinito éter; inmóvil sobre los blandos cojines de pluma de pechuga de ganso con forro de terciopelo carmesí; en el centro de su grande y lujosa haymah –primorosamente enlosada toda la superficie con policromadas y mullidas alfombras persas- y  ante sí, una mesa de fino trabajo de marquetería autóctona; sobre ella, una bandeja de plata bellamente cincelada, con varios racimos de frescos y jugosos dátiles cogidos de las  palmeras del cercano oasis, al lado de una jarra del mismo noble metal, medio llena de leche de camella recién ordeñada. El orondo pensador alauita de mi visión, a  quien acompañan en respetuoso silencio la hermosa favorita y un nutrido grupo de gráciles odaliscas de su harén, se puso repentinamente en pie con agilidad insospechada en alguien de su volumen; y como si fuera la señal esperada del mismísimo Alá, las mujeres, ataviadas con insinuantes vestidos y sensuales movimientos corporales, comenzaron a bailar la danza de los siete velos, en su honor, acompañándose de pequeñas arpas, panderetas, laúdes, campanillas –alrededor de tobillos y muñecas- y chirimías. Él, en pleno éxtasis, extendidos los brazos hacía la Meca; con voz grave mandó parar música y baile y, majestuoso en la expresión, como corresponde a persona de su alto rango social, exclamó: “¡Pensar mucho, es pensar demasiado!”

Exhausto por el permanente esfuerzo de los últimos cinco años, dejo caer su gran humanidad sobre los acogedores cojines, buscando en ellos el merecido descanso físico e intelectual, permitiendo, magnánimo, que las juguetonas féminas, entre giro y giro; velo y velo, le hicieran toda clase carantoñas y arrumacos.

Sacar de vez en cuando un novedoso o añejo pensamiento de algún afamado personaje de la intelectualidad mundial, parece ser que da cierto lustre a un escrito y a su autor, o a un orador y su discurso, por necios que ambos sean. Es posible que así sea (me falta experiencia), aunque en este caso, si traigo aquí el aludido pensamiento árabe, no lo hago para sacar provecho literario, sino para ponerle en discusión a él, y a la línea filosófica en que se basa.

A mí, como al árabe pensador, también me gusta pensar y es en el pensamiento donde encuentro el vehículo en el que con mayor facilidad puedo llegar donde mis piernas, dimitidas, no quieren llevarme. Y no necesito para ello hacer mayor esfuerzo que el de sentarme en el sillón más cómodo de mi casa, frente al amplio ventanal del salón que cada día me enseña el cielo azul de Madrid y la vegetación –pinos, abetos, castaños de indias, majuelos y olmos- del cercano parque, cerrar los ojos, y dejar que vuelen a su libre albedrío pensamientos e imaginación.

Solamente a través del hermoso y extraordinario binomio, pensamiento e imaginación, aunque sea de manera efímera, cualquier ser humano, en perfectas condiciones físicas o irreversiblemente tullido, incluyendo toda clase de presos (a quien aplicaron la mascara de hierro; al vilmente traicionado Edmundo Dantés, prisionero en el hermético Castillo de If; al repudiado Segismundo y, aunque no esté preso por la justicia, pero si por mis piernas, yo mismo), podemos llegar a sentirnos tan libres como la más libertaria de las aves. El pensamiento es la asombrosa medicina que nos hace jóvenes, si somos viejos; ricos, si somos pobres; inteligentes, si somos necios; hermosos, si somos feos; valientes, si somos timoratos; poderosos, si somos débiles; generosos, si somos avaros; sanos, si estamos enfermos; y buenos, aunque no lo hayamos sido jamás. Hace ver a los ciegos, correr a los tetrapléjicos, oír y hablar a los sordos e, incluso mantener relaciones sexuales a viejos e impotentes. ¡Cómo no va a ser bueno pensar! ¿Usted qué cree, señor Aristóteles?

Pero, no todos los pensadores son tan profundos, inteligentes y certeros como el árabe de esta historia. Ni tan extremadamente tenaces como él. Igual que en las cartas de una baraja, pensadores, los hay muy buenos; buenos; regulares; malos; y malísimos. Buscando pensamientos de gente “chula” para culturizarme, hace unos días, decidí darme un paseo por la red. Entre los muchos que encontré, hubo un pensamiento muy chocante, por no tener la verdad como avalista. En realidad es que no se si es el fruto de una “profunda” irreflexión; la estupidez de un gran pedante o el ataque de bilis de un mala leche. “Así como el árbol se fertiliza con las hojas secas que caen y crece por sus propios medios, el hombre se engrandece con todas sus esperanzas destruidas y con todos sus cariños deshechos (Robertson, F. William)”.

En mi corto conocimiento de casi todo, se que las propias hojas secas que le caen a los árboles al pudrirse en la tierra, les sirve de alimento (se auto fertilizan). Eso no admite discusión pero, que el hombre se engrandece con todas sus esperanzas destruidas y con todos sus cariños deshechos, es una mentira mal intencionada que lejos de enseñar al ignorante, le confunde. Será cierto que haya casos (Edgar Allan Poe) en que la desgracia no afecta a su creatividad. Pero son casos en escandalosa minoría; lo normal es que el hombre o la mujer, plenos de felicidad porque sus esperanzas se van cumpliendo, y beneficiados con el general cariño (digamos que felicidad, esperanzas y cariño en proporciones normales) lo lógico que se hallen en las mejores condiciones para, como los árboles fertilizados, den los frutos que cada uno sea capaz.

viernes, 7 de septiembre de 2012

LA SOLUCION EN EL CHIRINGUITO.

En relación con la mala situación por la que estamos pasando, España y por ende los españoles, hemos sido visitados por il signore Mario Monti, monsieur François Hollande y froilán Ángela Merkel. Han venido infinidad de personajes de la política de toda Europa, e ido por toda Europa buscando la solución el presidente Rajoy y varios de sus ministros. Craso error. Tanto ir y venir de tanto fantoche de la política, y la solución estaba aquí; el personaje que tiene la solución de tanto mal, estuvo hace unos pocos días sentado a mi derecha, en torno a un velador de un chiringuito de piscina. ¿Os imagináis la cantidad de euros que se habrían ahorrado si en vez de tanto viajero, se hubieran acercado a la piscina de la urbanización donde tengo mi humilde casita? Allí, podrían, por el coste de un quinto de Mahou, encontrar la solución que tan encabronados les tienen.

Lo cuento. Eran aproximadamente las doce y media de la mañana; hacía un rato que había bajado de mi casa, y al llegar al chiringuito que hay en la piscina, unos amiguetes me invitaron a participar en una partida de mus, uno de ellos, socialista y sindicalista (dos en uno). La partida se iba desarrollando normalmente entre “envidos” “órdagos” y “quieros” y “pasos”; un chiste por aquí; una chirigota por allá; y, como pasa siempre, antes o después, salió el tema que a todos nos tiene tan preocupados: la Bolsa, la prima de riesgo y la falta generalizada de efectivos y la consiguiente pobreza.

Como pasa siempre, éramos cuatro, y cada uno de nosotros teníamos una opinión distinta. Uno, el de más edad, echaba la culpa de tanta desgracia, al sistema político. “Esta democracia nos ha traído la ruina; con Franco, no había paro; se creaban infinidad de empresas y todos vivíamos en paz. Yo, trabajando en SEAT, además de comprarme el piso donde vivo, me compre un chalecito en Torrevieja”.

“¡Venga ya! Tú eres un nostálgico; ahora, son otros tiempos y debemos acostumbrarnos a otro tipo de vida; España es parte de una comunidad y si en esa comunidad hay problemas, los problemas nos alcanzan a todos. Pero ya veréis como, gracias a la democracia, y en compañía de los demás países de la Comunidad, saldremos adelante”. Fue el parlamento del jugador que estaba a mi izquierda y que, a pesar de ello, era votante del PP. Yo, les miraba; miraba mis cartas y les oía en silencio.

“Yo tengo la solución (soltó el socio-sindicalista con la cara iluminada gracias a la bombilla que se le había encendido en la cabeza); parece mentira que gente tan lista como los del PP, no hayan sido capaces de ver algo tan sencillo, que hasta un niño de guardería sería capaz de decir con su media lengua”. Con la interrogación marcada de nuestros rostros, los tres exclamamos al unísono ¿cual es la solución? Él, nos miró como de hito en hito e hito a los tres y, con el pecho a punto de explotarle de satisfacción, hizo una pregunta válida para los tres.

“¿Cuantos habitantes somos en el país? “Cuarenta y seis millones o así, contestamos a coro como las trillizas de Julio Iglesias. Cuarenta y seis millones; pues, si este gobierna diera un millón de euros a cada uno de los habitantes de este país, con esos cuarenta y seis millones de euros, acabaría de forma sencilla con la penuria de todos los ciudadanos”. Terminado su parlamento, algo mitinero, diría yo, recostó la espalda en el respaldo de la silla de plástico, miró sus cartas, y echó tres a grande.

A su compañero y al mío, la sorpresa hizo que las cartas se les cayeran de las manos y, a mi no se me cayeron, porque las había dejado segundos antes sobre el velador. No pude por menos; le miré a los ojos, que aun le brillaban de júbilo y le pregunté suavemente; sin que se me alterara la voz: ¿Tú has hecho bien la cuenta? “Claro; cuarenta y seis millones de ciudadanos por un millón de euros, cuarenta y seis millones”. ¡Que borrico eres! Así, por cerebros como el tuyo, ayudados por un sistema político asqueroso, hemos llegado hasta aquí. Y, eso, no es lo malo; lo verdaderamente malo es que una vez una vez encallado el barco en este arenal, nos va a costar un “güevo” volverlo a poner a flote. Dile a tu jefe, el obrero Méndez, que un facha te ha dicho que para que cada español reciba un millón de euros son necesarios, no cuarenta y seis millones de euros, si no cuarenta y seis billones, con b de burro, de euros.

Es posible que esta historieta no sea creída por alguno de vosotros, mis queridos camaradas, amigas y amigo; quizá no la creáis ninguno. Vale; pero, aparte de un poco de mala literatura, el meollo de la cuestión: el socio-sindicalista, los cuarenta y seis millones de habitantes y el millón por barba, es cierto como la vida misma.

Hace muchos años el exfalangista Luis Berlanga, creó una película cuyo titulo es. “¡Bienvenido Mister Marshall!”. Hoy, si aún viviera mi ex camarada Luis, seguramente filmaría otra película, esta vez, con el siguiente titulo. “¡Bienvenida Froilán Merkel!”

Saltó el escándalo en el pueblo toledano de Yébenes, porque una concejala del PSOE, que además ejerce de profesora en un colegio, se ha hecho un vídeo, mientras se hacia un solitario sexual, según ha dicho, para mandárselo a su marido. Pero, vaya usted a saber por qué, el vídeo ha sido difundido por la red, y colocado en una página porno. La señora Elena Valenciano, con el deseo de echarle una “mano” a Olvido Hormigos, que así le llaman a la interfecta, reclama respeto a la intimidad. La intimidad de una persona deja de serlo cuando se grava en vídeo, y a través de la red, se manda a otra persona; persona, que por muy allegada que sea, para presumir, puede hacerla pública.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

¿A QUIEN PROTEGE LA DEMOCRACIA ESPAÑOLA?

La Democracia española es un sistema político que ampara, protege y cuida como criaturas propias, que lo son, a toda clase de delincuentes, de tal forma, que es capaz de crear establecimientos penitenciarios (oscuras mazmorras deberían ser) que dejan pequeños a los hoteles de cinco estrellas; les preparan tálamos donde revolcarse con sus barraganas (tablas de faquires deberían ser), se les alimenta, inmejorablemente, con cinco comidas al día (alfalfa y mierda debería ser), gimnasios; emisoras de radio; piscinas de verano e invierno; ordenadores con enganche a internet; permisos de fin de semana; y hasta se les reduce la pena, por buena conducta, como si en el régimen carcelario estuviera prevista, como algo normal, la posibilidad de ser malo, malísimo, en vez de la exigencia de buena conducta. Pues aun así, hay reos que aprovechando uno de esos permisos que los jueces otorgan porque les sale de los güitos (cuando esos presos en permiso, cometen cualquier tipo de tropelía, atracos, hurtos, asaltos; violaciones; y asesinatos), a esos jueces que mandan tanto en las cárceles, no les cae sobre sus cabezas, todo el peso de su responsabilidad en esos casos que, con tanta frecuencia se dan. Ante acción tan arbitraria, no existe nadie que les haga pagar los platos rotos; en metálico, o separándoles de la carrera judicial, por incompetentes.

Hoy, sin ir más lejos, se ha detenido a uno de esos canallas que aprovechándose de uno de esos famosos permisos, no volvió a la cárcel y, en muy poco tiempo, ha cometido diecisiete delitos a mano armada: robos y asaltos con gran violencia en alguno de los casos, hasta ser detenido por funcionarios de la única institución del Estado que, cuando no mete mano en ella los políticos, funciona de 10. Policía Uniformada, Guardia Civil y Cuerpo Superior de Policía. ¡Qué sería de nosotros sin ellos!

Los componentes de la cúpula directiva del Partido Popular son tercos, como la mula de Mahoma. Se les ha metido en la cabeza excarcelar al asesino Bolinaga, y llegarían a ponerle en la puñetera calle, aunque él no quisiera. El ministro de Interior (qué habrá visto Rajoy en él, que no lo hubieran podido ver en Chiquito de la Calzada, perdón, Chiquito) desde el mismísimo día de su investidura no ha hecho otra cosa que meter el remo en la arena de la playa y querer hacer creer que navegaba. Pero en este caso, preludio de los que no tardando mucho vendrán, lo ha “bordao” que diría el castizo. Este, para muchos españoles, penoso caso, como el caso Faisán, está pespunteado con el hilo del engaño, la falsedad y la mentira. Nos quieren engañar, pero no lo consiguen; lo presentan como un acto de humanidad; caridad cristiana de primera división, pero sabemos que es falso; presentan al asesino, como un enfermo de cáncer en estado terminal, y no hay nadie que se lo crea. ¿Verdad, don Jaime Mayor Oreja? Ese cabestro criado en la teta del separatismo cerril, aun pude dar más de una cornada; lástima que se la de a alguno de sus benefactores.

Dejando claro mi amor a Cataluña, por ser parte de España, y mi mayor respeto por los catalanes, por todos los que se lo merecen, he de decir, por que si no reviento, que solamente unos individuos tan desvergonzados como los que mal gobiernan aquella laboriosa tierra adelantada de España en Europa.

El gobierno de la Generalidad de Cataluña, ha pedido, sin el más mínimo rastro de rubor, que el gobierno le prepare alrededor de 5000 millones de euros, para poder empezar a regularizar su economía, rogando un adelanto de 120 millones, para hacer frente a los pagos más perentorios, entre los que se encuentran los gastos que suponen las “embajadas” que tiene abiertas en el extranjero que, por lo que se está viendo, solo sirven para tener al frente de ellas a unos cuantos mantenidos.

Ha nacido una nueva estrella en el firmamento judicial, en sustitución del prevaricador, exjuez, Garzón: don Javier Gómez Bermúdez. Ya sabéis; el de 11-M.

Y, después de todo lo expuesto ¿no creéis que la democracia, al menos en España, no ampara, protege y cuida a...?

martes, 4 de septiembre de 2012

¿CUÁNTAS COSAS MÁS ARDERÁN DE AQUÍ EN ADELANTE?.

Hasta  estos momentos, en España se han quemado tantas hectáreas como en todo el año pasado. Según las autoridades, solamente el 5% de la superficie arrasada por el fuego ha sido por causas naturales, el otro 95%, se reparte por imprudencia de unos imbéciles y la mayor parte, por manos asesinas que buscan, además de incendiar la arboleda, llevarse por delante a unas cuantas personas, cuantas más, mejor,  al tiempo de sembrar el terror en todo el territorio nacional. Nadie que viva en una casa entre árboles o cerca de alguna arboleda, puede vivir despreocupada porque allí mismo puede haber alguien que del fuego saque beneficios propios o beneficios políticos para otros.
Parece ser que el ministro de Medio Ambiente ha hecho últimamente unas declaraciones, en las que avisa que se endurecerán las sentencias que se dicten por la Justicia, para castigar con el máximo rigor a esos canallas. Yo pregunto ¿Cuántos de ellos han sido arrestados por las distintas policías y por miembros de la Guardia Civil? ¿Por qué no se publican las fotos que les identifique, para que en adelante todos les conozcamos y estemos vigilantes? ¿Cuántos incendiarios se detuvieron el año pasado –por no irnos más lejos- y cuantos de ellos continúan entre rejas al día de hoy? Si alguien tiene a mano datos y respuestas, le agradecería que me las mandase. También me gustaría saber si cuando se detiene a estos terroristas, entre las pertinentes diligencias, se sigue la de identificar a que partido político pertenecen; con que ideología política se les identifica en sus lugares de residencia; con que políticos locales se emborrachan; quien les da o de donde sacan el dinero del que viven. Sería bueno saberlo.
El hacer arder a España –algo que recientemente se dijo por algunos miembros relevantes del partido socialista y por varios gerifaltes de los sindicatos: ahora dirán que lo decían en sentido figurado- no se hace como práctica deportiva o por un fuerte empuje producido por el deseo de crear un espectáculo de excitante estética; no seamos gilís. El hacer arder a España por sus cuatro costados, obedece a un plan político profundamente estudiado. Es la genuina estrategia de la izquierda española. Arden los campos de España; arde la Universidad; arde la enseñanza primaria; arde la Sanidad; arden los servicios de transportes; arde la RENFE; no hace más que arrimar teas encendidas a la Iglesia y ¿cuántas cosas más arderán de aquí en adelante? Todo lo que a los rojos les sirva para esparcir su asquerosa propaganda, como se esparce la mierda por la tierra antes de pasar el arado, con la intención de sacar una buena cosecha.
En todos estos años de nefasta democracia, ha quedado demostrado por activa y por pasiva que los rojos, solo valen para la destrucción; para la demolición de lo bien construido; para el asesinato solapado; para la traición al Estado, en connivencia con los terroristas; para el desfalco desvergonzado; para gestionar fraudulentamente los EREs; para arruinarnos a todos los españoles.
El pasado viernes, desde mi casa, vi como ardían unos montes en tierras donde se juntan las provincias de Ávila y Toledo; es sobrecogedor verlo en directo; oler el humo; oír el chisporroteo de la vegetación al arder.
Señor ministro de Medio Ambiente, cuando habla de endurecer las sanciones a quienes incendian campos y montes, viendo lo que el gobierno al que usted pertenece esta haciendo con el asesino de ETA y carcelero inflexible de Ortega Lara, usted me perdonará, yo me carcajeo de lo lindo.

lunes, 3 de septiembre de 2012

POR FIN DE VUELTA.

Camaradas, amigos y amigas; por fin de vuelta ¡que ganitas tenia de abrazaros después de tanto tiempo! a los que estáis en España y a los encontráis allende nuestras fronteras. Yo he gastado (después de una semana en Galicia, con mis entrañables amigos, Puri, Gladis y Pedro) casi todo este mes, desgraciadamente ya pasado, descansando –recargando las pilas que se dice- para empezar este curso que se me antoja muy difícil, con la mente lúcida y el cuerpo relajado. Ya en el Madrid de mis amores, aun con los sudores del viaje, lo primero que se me ha ocurrido es sentarme ante esta pantalla, con el ánimo de satisfacer el deseo de enterarme de que todos os encontráis, al menos, en tan buenas condiciones de salud, dinero y amor que cuando plegue –que decís los catalanes- el día 31 de julio. Y, a partir de mañana, como Mortadelo, me pondré el disfraz de “mosca cojonera”, para de nuevo, intentar dar todos los picotazos que me venga en gana. Pero, como me aconsejó un buen amigo: sin mal estilo; sin insultos a progenitores; y con el cuidado suficiente como para que no puedan, jamás, achucharme sus propios canes que tienen incrustados en la administración de justicia. Los unos, los otros y los demás.

Hoy, mis queridos camaradas, amigas y amigos, quiero poner a vuestra consideración, algo que he escrito durante estos días, con el ánimo de sacarme todos los demonios políticos que tenía acumulados en las entrañas, emponzoñándolas y dejándolas hechas un asquito a las pobres. He de confesaros que esta otra clase de escritura ha sido como cuando a uno, para limpiarle los intestinos, le aplican una lavativa que los deja "niquelaos"; así de limpio he querido, durante estos pasado 31 días, que quedara el cerebro que hay en mi cabezota.

* * * * *

Hoy, cuando caminaba por la Gran Avenida de mi pueblo, picándome el sol de la mañana en la espalda, me llamó la atención mi silueta hecha sombra sobre el tosco pavimento de adoquines. Después de tantos cumpleaños celebrados es fácil comprender que no fue la primera vez que la había visto, aunque hasta ese momento, no me había fijado que era igual a la que en semejantes condiciones había visto dibujarse hace treinta y tantos años, paseando otra luminosa mañana cogido del brazo de la que hoy es mi mujer. Eso me hizo sentirme bien ¡qué caramba! Además, como el camino discurría notoriamente favorable, el paso aligerado parecía confirmar la juventud atlética que reflejaba a veces sobre las baldosas del suelo, a veces contra las fachadas de las casas, avanzando mientras los duros tacones de suela de mis zapatos resonaban con fuerza y rápido ritmo, al que mi respiración rápidamente se había acomodado sin demasiada dificultad. Así llegue a casa, gracias a mi buena sombra, sintiéndome joven y esbelto, silbando alegremente una musiquilla de la que en estos momentos no me queda el mínimo recuerdo.

El ensueño duró tanto como el tiempo que tardé en verme reflejado en el espejo del cuarto de baño cuando salí desnudo de la ducha; aquella persona que vi en el vidrio, no tenía nada que lo identificara con la sombra jovial que hacia unos minutos me acompañaba por la calle. Hay entre mi familia y amigos la creencia de que soy un tipo duro ante la desgracia y es cierto; soy muy duro de ánimo y, aunque mis ojos no soltaron una sola lágrima, a pesar de estar solo, he de confesar, sin avergonzarme, que mi yo privado lloró amargamente comprendiendo ante qué antesala me encontraba; el llanto fue similar al que cuando de niño lloraba viendo que el helado de nata y fresa iba llegando a su fin, según le había ido mordiendo, sabiendo que cuando se acabara, no habría más helado. Nunca, a pesar de usar ese espejo varias veces al día, había reparado en el feo mapa que las profundas arrugas dibujaban sobre aquel rostro que me miraba con un rictus de tristeza; aquellos surcos parecían el calco de los enormes cortes que los grandes ríos socavan en la superficie de la Tierra; las bolsas en los párpados exageradamente inflamadas, violáceas y descolgadas, habían ido poco a poco reducido el tamaño de los ojos hasta dejarlos convertidos en poco más que unas rayas bajo las cejas, estos al menos no habían cambiado su color verde ni su intensidad, ni su brillo; la diáspora capilar que mostraba la cabeza no permitía hacer creer a nadie que allí, en tan oronda superficie, hubiera habido alguna vez una abundante y ondulada pelambrera de color castaño; el abultado abdomen, apenas retenido por un cinturón de piel de vaca, daba la sensación de que en cualquier momento podría desbordarse, yendo en su caída a estrellarse contra el suelo, provocando un seísmo con epicentro vecinal de incalculable intensidad telúrica; el frágil acartonado de la piel de las manos, permitía transparentarse a unas venas gordas y oscuras que parecían tener la intención de reventar, lo mismo que las abultadas varices de las piernas. Tal visión me empujó a salir de casa, y corrí buscando ponerme a caminar con el sol a la espalda, para, como hiciera Peter Pan, atrapar la sombra que fui capaz de proyectar hace treinta y tantos años. ¿Depresión? Pienso que no fue depresión; si acaso un mal encuentro con la realidad, pero, si fue depresión, duró muy poco tiempo; en seguida mi vida familiar, el amor de mi mujer, el cariño de mis hijos, y mis obligaciones laborales, se impusieron con toda su fuerza, borrando de mi ánimo cualquier atisbo de ñoña nostalgia que pudiera haber sufrido.

Vivo un día a día suficientemente variado y lleno de felicidad, como para que por algo que va en el pack natalicio, dentro de la canastilla que nos pone en el mundo, vaya a quedarme perpetuamente enganchado al pasado. Mi futuro no lo marca mi sombra, aunque sea una buena sombra. El pasado, bueno o malo, es solamente pasado, sin posibilidad de presente e imposible como futuro. El pasado, si es caso, fue y seguirá siendo bueno para las personas inteligentes que al haberlo vivido día a día como presente, fueron almacenando experiencias que les hace más sabios y mejor preparados para negociar el presente, al tiempo que les permite enfrentarse al futuro bien pertrechados para dentro de sus conocimientos y fuerzas mejorarlo social, ética y moralmente.

Mi intención es que folio y medio, sea el comienzo de algo más extenso. Dios dirá. Me encantaría recibir opiniones, aunque sean adversas; de ellas también se aprende y yo, estoy en edad de aprender. ja, ja, ja. Gracias.