miércoles, 31 de julio de 2013

MARGINACIÓN Y MARGINADORES.

Reconozco que no soy un cerebro muy lúcido y que con más frecuencia de la que cabría desear, me superan los acontecimientos y aunque me expliquen las cosas que de ellos se derivan, o tardo en comprender, o no alcanzo a comprenderlas jamás; quizá sea un problema de dislexia.

Eso es lo que me pasa con las noticias que sobre Su Santidad el Papa Francisco leo o escucho en los medios de comunicación.

Por ejemplo; no sé lo que Su Santidad pretende decirnos, al pueblo cristiano, cuando habla de "no marginar a los gays". La marginación y marginadores de todo –el tema de la homosexualidad no podía ser una excepción-, siempre existirán mientras no se extinga el ser humano; se margina todo aquello que no gusta, y se margina todo aquello que no se entiende; pienso que eso va en el pack de nuestra capacidad maligna, que es el motor que pone en marcha los malos comportamientos; unos los vencemos y otros no. También existe la auto marginación; en muchos casos, es una herramienta perversa que manejan algunos, para sacar beneficios personales y/o de grupo. ¿Quién no ha tenido o tiene un amigo/a homosexual? Yo, como millones de personas en todo el Mundo, los tengo y no me he visto obligado a tener que hacer, ellos tampoco, ninguna terapia para mantener una amistad normal. Claro que como personas discretas, yo no voy gritando a todo pulmón, a voz en cuello mi heterosexualidad, ni ellos van vestidos de Pepa la de los lunares, ni ellas de camioneros germanos. Tampoco asisten a la poco edificante charlotada que es el desfile gay, aquí o en extranjero, montada sola y exclusivamente para escandalizar. Esa es la idea principal del Lobby Gay, y no el que se les abra una puerta, que siempre ha estado abierta, para la homosexualidad formal que, como las cartas de la baraja, se mezcla sin rechazo con el conjunto de la sociedad.

Tampoco entiendo a Su Santidad cuando dice no saber qué hacer con lo que se conoce como Banco Vaticano. Quizá no sería una mala idea cerrarlo, como apuntan desde varias posiciones, algunas hasta desde miembros de la Iglesia. Su existencia y escándalos es lo que el mundo ateo usa para, de forma totalmente grosera e irrespetuosa, acusar a la Iglesia Católica, Apostólica, Romana de ser un Lobby.

Y mucho menos entiendo que, sirviendo al Altísimo como su máximo representante en la Tierra, -“me gusta andar por las calles y, en ese sentido, me siento enjaulado”- dé importancia a no poder callejear por las calles de Roma. En todo caso, siempre podrá renunciar, para poder satisfacer su gusto por el callejeo, si considera más importante eso, que aquello de cuidar del rebaño del Señor.

Reconozco que mi opinión es de poco peso específico, pero no resisto al deseo de expresarme: no me gustan las personas que utilizan la sonrisa (forzada) como expresión beatifica; no me gustan los populistas sin soluciones, aunque salgan por la mismísima puerta principal del Vaticano. Espero que el Papa Francisco no confunda al normal aprecio de la Iglesia por los desheredados, con el trasnochado comunismo bolivariano tan de moda por algunos países de lo que fuera Hispanoamérica. ¡Dios me perdone!

¡Ay Juan Pablo II que estás en el Cielo!

martes, 30 de julio de 2013

¿NOS OBLIGARÁN A DESEAR SER CHINOS?

Encausado el Príncipe Rojo, en China. Hasta en la China comunista está penado el soborno, la malversación de fondos y el abuso de poder. Bo Xilai, el Príncipe Rojo, ex secretario general del Partido Comunista en Chongqing, por los mismos motivos que aquí, en España le valdría para ser ministro, presidente autonómico y, hasta Presidente de las Cortes, allí, en China, Bo Xilai, puede ser condenado a muerte. ¿Nos obligarán a desear ser chinos?

Es muy agradable poder leer en el Diario del Pueblo, de China, "El estado de derecho no tiene zona franca, carece de excepciones". Nuestros principales diarios están, como buitres, más en crear morbo que amplíe sus tiradas, que en ayudar a la Justicia a resolver la oleada de delitos que los políticos diariamente vienen cometiendo. No es ético, y si me apuran, no es decente, dar tanto pábulo a un delincuente como Bárcenas, a sabiendas de que en la mayor parte de sus declaraciones, miente como un bellaco, o como un buen político, que viene siendo similar.

No es la suerte del Sistema ni la suerte de los políticos actuales la cosa que más me preocupa (si el sistema explotara junto a sus políticos, no me iban a provocar una lágrima, ni por ello pondría un lazo negro en el asa del orinal). Lo que me preocupa, porque la quiero con todo el alma, es la foto que se está dando de España, en el extranjero; por mucho que en todas partes haya políticos que delincan, aunque en ningún país como aquí.

China, un país de ancestral cultura, ha llegado a la conclusión de que robar al pueblo es uno de las acciones más abyectas que se pueden cometer; uno de los delitos que más merece el máximo rigor, por lo que el príncipe rojo, podría ser castigado con la pena capital.

En nuestra patria se podría unir con muchos casos pero, de manera meridianamente clara, con el caso Noos y el de los EREs de Andalucía. ¿Pena de muerte para los rufianes? ¿Por qué no? Si esa gentuza con su delictiva actuación ha causado la ruina moral, profesional, familiar, económica y, en algunos casos, hasta la muerte, a un sin fin de personas.

La postura mayoritaria es de repulsa a la pena de muerte, sin que la atrocidad del delito sirva para el cambio de opinión; yo, sigo pensando que la pena de muerte es una compensación necesaria para la víctima, y sus familias, al tiempo que una advertencia a futuros criminales. Se defiende que en países y estados en que se aplica la pena de muerte, siguen cometiéndose asesinatos. No me parece un argumento válido pues no se puede saber si aboliendo, la tendencia del resultado sería a favor o en contra. Así que, para mí, sigue valiendo el axioma de que el ejecutado por grandes crímenes, no vuelve a delinquir. La pena capital es como una boina en un perchero, nadie te obliga a cogerla pero, si la coges y te la calas hasta las orejas, tuya es la responsabilidad si después se te cae el pelo.

viernes, 26 de julio de 2013

OTRA DESGRACIA MÁS POR CULPA DE ESTOS IMPRESENTABLES.

¿Por qué España? ¿Por qué Galicia? ¿Por qué la víspera de Santiago? Señor ¿Por qué nos has puesto una prueba tan dura?

La respuesta de los gallegos a tamaña catástrofe, como siempre que ha sido necesario, está siendo ejemplar. La televisión ha mostrado escenas de una abnegación y un sacrificio rayano en la heroicidad más temeraria, rescatando a personas atrapadas en los vagones en llamas, exponiendo sus propias vidas ¡Esa es Galicia! Gente trabajadora, abnegada y generosa. Hoy, cualquier español bien nacido, estará orgulloso de ser GALLEGO, aunque haya nacido en cualquiera de las demás regiones españolas. Yo me siento muy orgulloso de ser gallego de Murcia.

Las vidas truncadas y las lesiones permanentes que queden como secuelas, sea cual sea lo que motivó el suceso (me resisto a creer que fuera fortuito) quedarán para siempre como una de las peores desgracias ocurridas en esta hermosa tierra. En la mente de muchos españoles, entre los que me incluyo, nos flota la duda de si no se podría haber evitado este doloroso suceso, habiendo hecho las cosas mejor de como se está demostrando que se hicieron.

Estamos viviendo décadas lamentables en las que todo se basa en la propaganda. Los gobiernos hacen cosas, muchas veces, no por lo que son de beneficiosas para España y para los españoles, como debiera ser su obligación, sino por el resultado que en algún momento dará en las urnas. ¿Es quizá eso, la precipitación en las obras que llevaron el AVE a Galicia, el principal culpable de esta desgracia? “Nadie fue tan rápido en el desarrollo de una infraestructura” “Estamos haciendo historia”, se vanagloriaba José Blanco, mostrando esa cara de bobalicón con que Dios le ha premiado, en el mes de septiembre de 2011. Los profesionales que creamos cosas, sabemos que esas cosas se van haciendo por sus pasos contados. Porque un albañil, en lo alto de una pica ponga una teja pegada con un pegote de yeso, no puede decir que la casa está terminada; y si lo dice, es un insensato, como ese 11 de septiembre lo fue el “insuperable” José Blanco, Pepiño, para los que le “conocen” de antiguo.

Poniendo en duda que este sea el único móvil, pues como es sabido las grandes catástrofes ocurren por la suma de varios factores, si creo que, junto a la muy pronunciada curva, a continuación de una larga recta en el que el tren alcanza una velocidad por encima de los doscientos kilómetros hora, podría ser que formaran, junto al factor humano, los tres factores que mayor contribución pusieron en el fatal desenlace.

España es puntera en la tecnología ferroviaria. Los nuevos adelantos en la materia, hacen casi prescindibles a los conductores o pilotos de los nuevos ferrocarriles. Un ordenador pasa a la cabina los datos para una buena y segura circulación. Se podría decir que el conductor o piloto su única labor debería ser comprobar esos datos que le muestra la pantalla. Pero claro, para que el ordenador ponga los datos en pantalla y actúe en rigor, primero hay que poner el material preciso, en este caso, que regule la velocidad en tramo tan peligroso.

Había que inaugurar el tren de alta velocidad antes del 20 de noviembre, fecha electoral ¿Verdad, José Blanco? ¿Cómo? Después de que ganemos las elecciones al capullo (que nadie quiera ver en ese capullo nada sexual) de Rajoy, sin hacer ruido, iremos solucionando los problemillas que han quedado, debió pensar. Pero las elecciones las ganó el capullo, y los problemas quedaron latentes. Cuando algunos de nosotros decimos que falla el sistema, estas cosas nos dan la razón. ¿Qué habría sucedido si en vez del semi iletrado Blanco como ministro de Obras Públicas, hubiera habido un ingeniero de prestigio? Seguro que a estas horas en Galicia, en vez de luto, habría una gran fiesta.

Esta, es otra desgracia más que tenemos que sufrir por culpa de estos impresentables ¡Piojos que fueron liendres, y pican que encienden!

El primer domingo de agosto, Dios mediante, iré a Galicia, como en los últimos años y, a mis amigos galleguiños, les haré patente mi pesar, por esta desgracia que en estos momentos les provoca lágrimas de dolor.

jueves, 25 de julio de 2013

¡DIOS MÍO, QUE DESGRACIA!.

El choco-tajas de las lesbianas.

La ministra de Sanidad, doña Ana Mato (curioso apellido para una ministra de Sanidad) ha dejado claro que la inseminación artificial no es un tratamiento que se dispense a cargo de la Seguridad Social, a personas que no tienen problemas físicos para quedarse embarazadas. Las mujeres que por su peculiaridad sexual, que se reconocen lesbianas, como yo hetero, y no desean practicar sexo con varón (yo tampoco), pero desean ser madres, como es lógico, quedan fuera de la tutela de la sanidad oficial.

La Sanidad Social cubre de la mejor forma que puede, los problemas que a sus afiliados les plantean las enfermedades. Y, aunque la imposibilidad de quedarse embarazada no es sinónimo de enfermedad, si es cierto que plantea una anomalía física. De la misma manera que la Seguridad Social no está para caprichos de lesbianas, tampoco está para que una mujer heterosexual, porque le apetezca… otro día seguiré.

¡Dios mío; que desgracia!

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Mi más sentido pésame para los familiares de las víctimas del accidente ferroviario de Santiago de Compostela.

Yo sé lo que es perder a un ser querido: mi hermano Roberto, de seis años de edad, atropellado por un camión en la calle Claudio Coello de Madrid. Haber hablado instantes antes con él, y al rato, te dicen que tu hermano pequeño se encuentra en un centro médico de urgencia, muerto.

Es muy duro. Es muy duro enterarte que un tren militar que trae a tropa desde el Pirineo leridano ha colisionado en Villaverde con una máquina que hacia maniobras, al paso por un puente estrecho. Es muy duro llegar al lugar del accidente, porque mi hermano Pedro, radiotelegrafista en un cuartel del Pardo, podría estar allí, entre aquellos hierros retorcidos; llegar al puesto de mando, en un bar próximo, y preguntar a un teniente del ejército “no, muchacho; tu hermano no venía en ese tren”. A los pocos minutos oí al teniente dar la misma respuesta por el teléfono y, cuando colgó el auricular: “¿cómo le digo a esa pobre mujer que su hijo está en la lista de las víctimas mortales?

Mi hermano llegó al día siguiente pero el miedo y el dolor fue tremendo. Si solamente el susto nos casó tanto dolor, abrazando a mi hermano llore sintiendo en mí, el dolor de los padres y hermanos de los soldados que murieron.

Porque soy perito en el dolor, comprendo el que este suceso ha proporcionado a muchísimas personas.

Sería bueno que rezásemos un Padrenuestro y un Ave María, por el eterno descanso de las almas de los muertos y por la rápida recuperación de los heridos. Amen.

miércoles, 24 de julio de 2013

COMO UN GUIÑOL.

"El PP con su peor resultado aún ganaría al PSOE de Rubalcaba".

Encabezado del periódico El Mundo. Y da por bueno que durante el tiempo que Rajoy está al frente del gobierno, su diferencia con el ¿líder socialista? ha caído un 30,7 por ciento.

Lo bueno o lo malo de las estadísticas es que siempre sale lo que quiere que salga quien las promueve. El nuevo deporte que se ha impuesto entre lo más gramado de nuestra clase periodística es jugar a hacer caer del pedestal al muñeco. En su día el muñeco fue Felipe González; después fue J. María Aznar; lo fue Zapatero más tarde y ahora lo está siendo Mariano Rajoy. Con toda sinceridad, no me quejo por ello. A ese deporte, en realidad se le debería reconocer como ciencia. La ciencia capaz de demostrar al mundo entero que el cuarto poder, es quien tiene la inteligencia que les falta a los otros tres poderes; que el cuarto poder es tan poderoso que, cuando les parece bien, pueden encumbrar a un imbécil en detrimento de un sabio; que el cuarto poder es ¡EL PODER!

Eso es una verdad incuestionable. Pasa la monarquía, pasa la revolución roja, pasa la dictadura, pasa la democracia y el cuarto poder sigue nutriéndose del esfuerzo colectivo, incluyendo a las putas y a los putos que se anuncian en sus periódicos. Es un axioma que afecta a todos los países del globo terráqueo. Las empresas periodísticas son las propietarias del barómetro y el termómetro que manipula y regula la actividad general de la sociedad de un país.

En la actualidad las dos empresas periodísticas más fuertes de esta ruina de país en que han convertido a España, El País y El Mundo, aprovechando la coyuntura (el feo asunto de Bárcenas-PP) han tomado a Rubalcaba por el fondillo de los pantalones y por el cuello de la chaqueta y, en volandas, pataleando y manoteando como un guiñol, le han llevado a las puertas de plantear una Moción de Censura, contra el presidente Rajoy. Aún sin resuello, Rubalcaba, formando contubernio con los demás ratoncillos del “gran saloon de la pradera”, para sentirse con fuerzas, ha amenazado con la ayuda de las rotativas y como de costumbre, el grandullón líder de la blanda derecha, junto a sus ursulinos/as, se ha venido abajo y, para salir airoso -eso se cree él- intentando esquivar la moción, ha ofrecido una explicación, repensada y muy cocinada, con la intención de calmar el heterogéneo “ganao” que se recoge en el Hemiciclo de la carrera de San Jerónimo.

La explicación ofrecida por la cúpula del PP, es el alivio (burladero en el coso taurino) de los cobardes. Cualquier comentarista político sabe de primera mano que Rubalcaba, y el resto de la mini oposición, son como los odiosos chuchos Yorkshire Toy, mucho ladrido, pero ningún peligro; mucho ruido y pocas nueces.

Nunca le perdonaré al presidente del gobierno –aunque no se lo crean- señor Rajoy, haberme privado del placer de ver, en directo y en diferido, hacer el ridículo a la banda del Tutú, comandantes en jefe de una nutrida panda de desechos de tienta de la Universidad, de la Empresa y del Campo, que se estarían muriendo de asco si no fuera por los chupetones que le meten al momio de la política.

lunes, 22 de julio de 2013

EN CONSTANTE PELIGRO DE SER ANIQUILADA.




¡España es diferente! Mientras el ciclista norteamericano ha sido desposeído de sus títulos y de sus glorias, dejándole con las vergüenzas al aire, lo mismo que el atleta jamaicano, aquí, no; en la patria del Lazarillo de Tormes y El Buscón, las cosas son diferentes; lo que en otros países se condena, en este país se aplaude y valora: un individuo que afana un porrón de millones de euros, por estos lares, pasa en la valoración popular de un simple ladrón, a ser un tío cojonudamente inteligente. Mientras que una de las salas del Tribunal Supremo, aceptando la existencia del delito, lo excusa y archiva la causa, en Japón un ministro, por quedársele enredados entre las uñas de los dedos de las manos la irrisoria cantidad de cuatrocientos euros, tiene que dimitir.

La ética, la estética, la honestidad, la honradez y la decencia, en estos tiempos en España, está sujeta al albedrío de una clase judicial, parcialmente incardinada en los intereses partidarios de la política y la banca (con las que conforma un triunvirato terrible) que, en lugar de infundir el debido respeto, provoca auténtico asco; profunda repugnancia.

José Blanco tiene la gran "suerte" de ser el destinatario de la generosidad, la benevolencia y buena voluntad de la Sala del Tribunal Supremo que le juzgó, aceptando como buenas -hace falta tener ganas de aceptar- las explicaciones del socialista alcalde de Sant Boi, en las que dijo no haberse sentido presionado por el entonces (sorprendente y sorprendido) ministro de Fomento, José Blanco, para conceder al amiguete Orozco lo que, sin la intervención del ex ministro de Fomento, había denegado.

Una sociedad en la que los culos que se sientan en los sillones de los distintos estamentos de la Justicia son nombrados directamente por el dedazo de los dirigentes de los partidos políticos, es una sociedad en cautividad, atada y amordazada, en constante peligro de ser aniquilada.

En fin; como a las personas decentes no nos queda otro derecho más que el del pataleo, yo, todas las mañanas me acerco al Palacio de Justicia, en la plaza de las Salesas y aprovechando el descuido de los policías que dan servicio en la puerta principal, le pego tres "patás" a la fachada.


El "Campeón gasolinero de Guitiriz" celebra su triunfo a pesar de estar trucado.

El señor (pido excusas a los señores por el mal uso que hago de ese título) José Blanco, salta a los medios de comunicación en triunfo como el ciclista Armstrong, ganador de siete Tours, o como el velocista jamaicano Powell, pulverizador del récord de los cien metros lisos. Ni Pepiño Blanco, ni el ciclista norteamericano ni el velocista jamaicano nos engañan, los tres son unos farsantes que con sucios trucos, cual trileros de mercadillo, se ha valido para llegar a donde querían llegar, ya que por medios lícitos nunca habrían llegado.

viernes, 19 de julio de 2013

AUN LES QUEDARÁ DINERO.

La devolución de las ayudas a los astilleros españoles es una puñalada a los sacrificios que todos los españoles estamos haciendo para salir de esta profunda crisis. La actuación del comisario español, el socialista Joaquín Almunia, alguien debería estudiar a fondo y sacar a la luz porque tanto empeño en el ataque a España, por qué ha sido tan estricta su actuación, en contraste con la del comisario italiano.

Las ayudas a nuestros astilleros fueron entregadas por el gobierno del inútil José Luis Rodríguez Zapatero, que Dios confunda, por lo que no resulta extraño que, como se dice de manera vulgar, la haya defecado. Solamente de un gobierno en el que la incultura y el desconocimiento palmario son prendas apreciadas e indispensables para ser presidente y ministros, cabría la posibilidad de actuación tan estúpida y dañina como para poner en dificultades, de forma directa, a 87.000 familias, más las que se verán indirectamente perjudicadas.

2.800 millones de euros parece ser lo que ha calculado por los peritos, lo que nos veremos obligados a devolver a la UE; ya me gustaría saber a mí, cuántos de esos millones, cuando vinieron desde Bruselas, se han extraviado en bolsillos pecadores de más de un sociata. ¿Quién estaba en el gobierno de España entre 2007 y 2011? Los socialistas del PSOE. ¿Quiénes repartieron esas "ayudas", los socialistas del PSOE? Entonces, que sean ellos los que de sus bolsillos paguen la multa, seguro que de las comisiones de los armadores, o de lo arramplao de los EREs andaluces, aun les quedara dinero en algún paraíso fiscal.

Ante semejante situación, uno se para a pensar si es beneficioso pertenecer a una comunidad, con gentes de cincuenta mil leches, de cincuenta mil madres, algunas muy malas como la del comisario Almunia, y cincuenta mil raleas, de unos pocos padres, donde no se nos permite apoyar las industrias propias para que creen la riqueza necesaria para ir reduciendo la sin fin lista de parados, que tanto nos duele a las personas decentes.

Oscuro futuro el de nuestros astilleros, y oscuro porvenir el de los trabajadores y sus familias que trabajan en ellos. En 1986, Felipe González y sus mariachis de la UGT, en franco compadreo con el PC y CCOO, para dejar su impronta de hombre de Estado, ya los dejó tambaleando haciendo una reconversión exagerada que creó un alto número de desempleados. No se trataba de renovar, sino de desguazar, los socialistas no son creadores, su ADN no se lo permite. Aquellos años, cuando desde esos mismos astilleros salían grandes buques; súper petroleros que los países árabes pagaban muy bien pagados y algunos, como Arabia Saudí, hasta nos regalaban toneladas de crudo. Eran tiempos de un gobierno más serio y más decente.

La antigua La Naval de Sestao, hoy Construcciones Navales del Norte -Astano- La Bazán, en Ferrol… dentro de muy pocas lunas, que diría el cochise Toro Sentado (Sitting Bull), no habrá más astilleros en España que el pequeño taller que en el Parque del Retiro arregla las barcas que navegan por el estanque.

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Estimado Marcos: recibo tu deseo de ¡Arriba España! con todo el cariño que te puedas imaginar. Esos, me los quedo para ponerlos en el museo donde ponga las mejores cosas que me trae el día, pero te mando otros tres, que no son mancos.

¡ARRIBA ESPAÑA! ARRIBA ESPAÑA! ¡ARRIBA ESPAÑA! ¿Qué te ha parecido? Un fuerte abrazo, Marcos; que Dios no te deje de su mano, y te proteja de la Kirchner.

jueves, 18 de julio de 2013

SILENCIO SEPULCRAL.

¿Quién se acuerda de lo que representó el 18 de julio? ¿Quién se interesa en saber lo que representó para España y para el resto de Europa el Alzamiento en Armas de lo mejor del ejército español, valientemente flanqueado por la Tradición y la Falange Española, y su triunfo total e indiscutible sobre el socialismo, el anarquismo y el comunismo internacional? ¿En qué ha venido a parar aquella extraordinaria hazaña?

Hoy ni siquiera los pequeños grupos que se dicen herederos de aquellos héroes y mártires, y que se auto nombran defensores de aquella epopeya, saben gestionar la herencia, y apenas saben que es lo que defienden, y si lo saben, no tienen idea de cómo hacerlo.

En estos días he asistido al juicio-pantomima trágica que se le montó en La Prisión Provincial de Alicante, a José Antonio Primo de Rivera, por encargo del Frente Popular. Escuchar a José Antonio, oír explicar a sus asesinos, disfrazados de juristas, lo que era el Nacional Sindicalismo; lo alejado que su ideología estaba -y sigue estando- del Fascio italiano, aunque obviamente sea en voz ajena, es algo que nos refuerza a quienes no hemos cejado en el empeño; y, para quienes se acercan a nuestras trincheras, cada día menos ocupadas, debería lo más importante de su dieta ideológica, tener grabado en el frontispicio del portal de sus casas, tenerlo sobre la mesilla de noche y como ordinario sonido de su teléfono.

Mi máximo respeto para todos los que, en momentos tan difíciles, se esfuerzan en mantener erguida la bandera de nuestra incomprendida ideología. Pero, admitiendo que me muestro exigente, deseo lo mejor, sin ánimo de ofender, escuchar a... En fin, el listón de quienes encabezan los desunidos grupúsculos en que desgraciadamente nos hemos dividido, se halla tan bajo, que no nos debe extrañar que nuestros compatriotas no sepan más de nosotros que lo que les cuentan los rojos, lo que no nos importa, y lo que más daño nos hace, lo que dicen de aquel ejército, de aquellos voluntarios falangistas y tradicionalistas, y hasta de nosotros, desde la fofa, cobarde y traicionera Derecha.

La desunión nos ha dejado prácticamente mudos; la desunión ha contribuido a desmontar el acto multitudinario que cada año, aún con dificultades de las administraciones, servía para conmemorar aquel glorioso día 18 de julio de 1936.

Ese silencio sepulcral es el que a muchos escolares, cundo se les pregunta por quienes fueron José Antonio y Francisco Franco, salgan diciendo que fueron dos de los muchos reyes godos.

Muy pocos españoles de menos de treinta años, saben que la modernización de España; los mayores avances sociales -algunos perdidos a perpetuidad- se obtuvieron después de 1936, sin necesidad de que los trabajadores tuvieran que luchar a muerte por alcanzarlos. A eso, en mi pueblo, se le llama gobernar.

martes, 16 de julio de 2013

COMO LA RANA QUE QUERÍA SER BUEY.

Estos gobiernos de la Democracia, son gobiernos maximalistas, formados por enanos mentales que al llegar a cargos importantes se hinchan como la rana que quería ser buey y que, si se les rajara, no saldría de su interior más que aire maloliente como el pedo de un hambriento de varias semanas. Para ellos; en sus hueras molleras, sólo merece atención porque sus asesores así les dicen, los grandes volúmenes económicos –que es donde hay cacho que morder- independiente a que sea lo mejor para la única empresa que les exige máxima atención: la Nación; el Estado; España y los españoles, además de sus familiares y amigos.

Sus luces intelectuales, por ejemplo, les llevan a proteger una gran superficie comercial, que da trabajo escaso y precario, dejando desamparados a los pequeños comercios que son quienes, entre autónomos y asalariados, crea más empleo total y porcentual, y en mejores condiciones humanas para el empleado, e ingresa más euros en las arcas de Hacienda. Si tenemos en cuenta que esas grandes superficies forman extensas cadenas, si uno fuera mal pensado, como yo soy, podría con mucha lógica pensar que, teniendo conocimiento del volumen de sus ingresos anuales, los beneficios podrían muy bien crear dádivas, para quienes desde puestos clave de la administración, les limpie el sendero de competidores que, aunque pequeños de tamaño individual, al ser muchos les llegan a incomodar.

No deja de ser sospechoso que desde esas mismas instituciones del estado central, autonomía y municipal, para esos monstruos comerciales, se hayan creado generosas exenciones fiscales, jugosas subvenciones y, hasta les imponen medallas al mérito a sus propietarios, mientras que hacia el pequeño comercio, lo que se ha creado es un insistente control filo gestaponiano que como un pesado lastre, más deprisa que despacio, nos van hundiendo.

Esas instituciones del Estado de igual manera se muestran generosas con la gran Industria, con el son de que se la quiere ayudar a crecer, mientras se olvidan del pequeño y mediano taller. Nadie quiere que se abandone a su suerte a las grandes empresas industriales, pero resulta esclarecedor que ni desde el ministerio de Industria, ni desde las consejerías de industria de las autonomías, llega al pequeño taller el más mínimo gesto de "cariño" que sirva para que crezca una o dos tallas. Llega antes un crédito de varios millones de euros a una macro empresa, aunque esté en números rojos y los dueños forrados de millones de euros, que un mini crédito ICO a un taller pequeño o mediano, a pesar de que tenga las cuentas con proveedores y Hacienda perfectamente al día, y el crédito fuera para crecer y mejorar la producción. Le resulta más fácil a Prisa, editora de El País, recibir un crédito de varios millones de euros, estando a punto de declararse en quiebra en los Estados Unidos, que para mí un mini crédito de 4.000 euros, para pagar el sistema de seguridad a que me obliga la Delegación del Gobierno, que mejor que obligarnos a hacer falsos búnkeres de nuestros comercios, se dedicara a sacar delincuentes de la calle, no dejando ni a los del Senado y el Congreso.

miércoles, 10 de julio de 2013

ASQUEROSA MANADA DE CERDOS EMBUSTEROS.

Cuando la infección crece y una de las extremidades está purulenta en su totalidad, lo mejor que se debe hacer es sajar para que salga el pus, y si fuera necesario, para salvar lo más importante, la vida del paciente, amputar. Siempre será mejor ser cojo o manco, que difunto para toda la eternidad. Eso fue lo que debió pensar el general don Emilio Mola, cuando ofreció a sus compañeros de armas el levantamiento del ejército, como única solución, ante el trágico esperpento que desde el día 14 de abril, se estaba dando en España. No había otra solución. Desde la proclamación de la II República, hasta el día 18 de julio de 1936, perdieron la vida de forma violenta por motivos políticos, al menos 2.225 personas; fueron quemados más de 800 edificios de culto, conventos (“el problema de la Iglesia lo hemos resuelto no dejando una entera” comentario del comunista Andrés Nin; después sus mismos camaradas en fechorías, le desollaron vivo antes de matarle), y bibliotecas; igual suerte corrieron varias sedes de partidos de la Derecha y del partido monárquico; fábricas, comercios y casas particulares. Nada había que fuera merecedor de respeto.

El levantamiento en armas de aquellos militares, no fue tanto contra la Republica, sino contra los políticos que la usaban de forma dictatorial contra quienes no pensaran como ellos, cosa harto difícil por lo abigarrado que resultaba el revoltijo que formaban socialistas, comunistas, cenetistas y separatistas; todos ellos gentes de mal vivir.

Los españoles, hasta muchos de los que votaron a candidatos monárquicos en aquellas elecciones municipales, por estar hartos de reyes golfos, puteros y bebedores, aceptaron de buen grado el Golpe de Estado que dio aquel 14 de abril. Para la gran mayoría de los españoles la salida de Alfonso XIII, fue como cuando en pleno mes de agosto, alguien abre la ventana de la habitación y entra una ráfaga de aire fresco. Nadie que fuera decente en España perdonó los tres militares, los generales (el general Primo de Rivera, el general Berenguer y el almirante Aznar) sacrificados y traicionados por un monarca que ni siquiera tuvo la dignidad, ni la hombría de defender, con su presencia ante los acontecimientos, a quienes iban en las listas, en representación de la Institución que él encabezaba, lo que a los pocos meses a muchos de ellos les costó la vida cuando cayeron en manos de los asesinos de la CNT, PSOE o PCE. La Republica, nacida sin fórceps, enseguida se hizo comusocianarquista.

Durante los cinco años que duró la República, se podría decir que no hubo un solo día que discurriera placido; sin ninguna clase de incidencia negativa. En tan corto periodo de tiempo se hicieron 4.204 huelgas, repartidas por todo el territorio nacional; hubo, sobre todo en Andalucía (como ha vuelto a ocurrir) incautación de fincas, que después de arrasadas dejaban abandonas; fábricas tomadas a la fuerza por los anarquistas, en algunos casos llevándose la vida de sus legítimos dueños, que autogestionaban los obreros, mientras tenían material y que, como las fincas, dejaban abandonadas, si no las habían quemado.

Las nuevas generaciones tienen el derecho, y la obligación, de conocer la auténtica historia de aquellos sucesos; el por qué de aquella guerra que enfrentó a hermanos contra hermanos e hijos contra padres para que, conociendo los motivos, valoren los sacrificios de aquellos que perdieron la vida en el empeño de crear una perspectiva mejor que la que el comunismo, el socialismo y el anarquismo propusieron: horror, pobreza, esclavitud y muerte.

Aquellos militares que ante la descomposición de la Nación y el desorden creciente opusieron con valor su obligación de servir de la mejor manera y con honor, no a un gobierno ni a una idea política, sino a España, no debemos consentir que ahora, que no están en condiciones de defenderse por no estar vivos, una asquerosa manada de cerdos embusteros -defecados no paridos-, les insulte y mancille.

jueves, 4 de julio de 2013

¡LA BATALLA HA COMENZADO!.

No se comprende cómo es posible que quienes fueron capaces de enfrentarse, con el corazón por escudo y la razón como argumento, contra las balas soviéticas disparadas por las manos asesinas de comunistas, socialistas y cenetistas, autóctonos e internacionales, con un viejo fusil, "el Mauser" entre las manos, luchando a muerte contra el odio de la bestia roja, no sea capaces de gritar a pleno pulmón lo que se vivía en las retaguardias de las ciudades que sufrieron la desgracia de ser, durante los tres años de guerra, apocilgado territorio rojo. Aventado y desinfectado con la llegada del ejército Nacional. La verdad, si no se enfrenta gallardamente a la mentira, delinque y peca gravemente de desafecto al honor de los caídos por la Patria, y a su propio honor, pues permite con su abúlico silencio que se trueque la realidad, y que se enmedalle a los malos en perjuicio de los buenos.

Alguien que sufrió en las checas de Madrid, o de cualquier otro punto de España, debería denunciar que, a capricho de un inculto matón, podría haber sido fusilado, como tantos otros, reo por católico, a manos de la turba roja; siniestra tropilla de desalmados dedicada a la macabra tarea de "sacar" a los allí detenidos, cuando no estaban, en mitad de la noche, para regodearse en el horror que provocaban, sacando de la cama, a culatazos de fusil, a quienes después aparecían acribillados a balazos traicioneros por la espalda en la cuneta de cualquier carretera. Como aquel pobre desgraciado muerto, tirado sobre el asfalto y con un cartel prendido en la ropa que malamente escrito decía "por festejar la caída de Málaga, comiendo boquerones fritos".

El deseo de mi camarada y colega de blog "La Ballena Alegre" de que sea desde la Fundación Nacional Francisco Franco desde donde se inicie una campaña en defensa de la Verdadera Memoria Histórica, es cosa que deberá esperar sentado en mullido sillón, y con paciencia franciscana. Pensar que la actual dirección de esa fundación podría hacer algo así, es pretender que se realice una utopía, tan irrealizable como son todas las utopías, por mucho que uno se empeñe. Esos venerables ancianos se sienten complacidos en sus cargos, que les da derecho al disfrute de agradable despacho, con cómodo sillón y gran fotografía a todo color del generalísimo Franco, al lado de la bandera de España con el escudo del Águila de San Juan; lo que les hace estar muy agradecidos al sistema político actual -facsímil del que el Caudillo aborrecía-, por permitir la existencia de la fundación que les hace sentirse importantes (no por ellos sino por la importancia del patrono, eso lo digo yo), y por la subvención que reciben que les permite, de vez en cuando, darse homenajes gastronómicos, a la memoria del ilustre patrono.

Testigos de aquellos horrores, por obvio motivo, el paso de los años hace estragos, cada día que pase será más difícil encontrar; personas que han vivido en directo el exterminio de miles de personas por el único delito de ser católicos practicantes, son igualmente difícil de encontrar. Sólo queda la documentación, y esa documentación está vetada para ser mostrada de manera total al público, por miedo a que se desestabilice la democracia ¡Mira qué pena! ¿Entonces? Si queremos que las nuevas generaciones de españoles sepan lo que sucedió en España desde 1931 hasta abril de 1939, deberemos ser nosotros, buscando en libros, principalmente escritos por rojos y periódicos de la época; ahí encontraremos suficientes datos para, al menos, hacerles pensar y crearles dudas sobre la Historia Oficial que les están contando.

Una buena fuente de información serían las familias de las personas que fueron asesinadas a sangre fría; pero sus hijos y nietos, a estas calendas unos están en el PP y sus cosas; otros, por raro que pudiera parecer, militan en los partidos de izquierdas, hijos de aquellos partidos que se distinguieron por su capacidad de barbarie.

Invito a quienes puedan aportar datos fidedignos, nos los facilite, a cualquiera de los blog que formamos esta familia. ¡La batalla ha comenzado!

lunes, 1 de julio de 2013

EN EL MEJOR DE LOS CASOS, LES DAMOS PENA.


Echarse un periódico a los ojos en Madrid, ciudad en que resido -me figuro que será igual en el resto de España-, es sentir vergüenza absoluta. Es duro notar, volviendo cada hoja, que la cara se nos cae a cachos leyendo que unos padres se deshacen de sus hijos de 11 y 22 meses, por no poderles dar alimentos ni cobijo; que ha habido casos y se siguen dando casos de personas que por haber sido desahuciados de sus viviendas, han tomado el equivocado camino de quitarse la vida; que mientras el paro no decrece, y la pobreza se va haciendo más notoria, hay políticos que cobran varios sueldos por acudir simplemente a echar una firma en un papelucho; que hay cuidadores de ancianos capaces de darles muerte en serie por simple capricho; que por nuestras calles, no es extraño ver gentes se matan a tiros o a puñaladas como en Chicago año 30; que con más frecuencia “de la permitida” aparecen políticos prevaricadores y cohechadores por cuenta del partido, o por propio beneficio; que la práctica totalidad de los políticos se venden como putas,  que proliferan los individuos que les pagan como vulgares puteros; que hay banqueros que se dejan chantajear por jueces; que hay jueces que cobran dinero por no mandar a alguien a la cárcel; que el Jefe del Estado se ve obligado a pedir perdón, como el niño que es pillado metiendo el dedo en el bote de leche condensada, por hacer un viaje, sin permiso del Ejecutivo, a Botswana, en compañía de quien en algunos medios es más que una amiga del alma, y en el que, solo Dios sabe el por qué, estuvo a punto de doblar la servilleta y entregar el cubierto y el vaso; que el yerno y la hija del rey están a punto de caer en manos de la Justicia.

¿Qué pensaran de España y de los españoles allende nuestras fronteras, viéndonos de esta manera?

Hace cincuenta años a los españoles no nos importaba ni mucho ni poco lo que de nosotros pudieran pensar allende nuestras fronteras porque estábamos orgullosos de lo que estábamos haciendo entre todos ¡Todos! En el Campo, en la Industria y en el Comercio. Las universidades españolas (esas que ahora parecen un patio de monipodio), muy valoradas en el exterior, formaban universitarios homologables a los mejores del Mundo. La industria naval era una de las mejores del Mundo. La Alta Costura, encabezada por Asunción Bastida y Paco Rabanne y Cristóbal Balenciaga, a la altura de la parisina, los dos mejores del Mundo. La Joyería artística (creada por Benvenuto Cellini y Alberto Durero el siglo XIV) de la que la española junto a la francesa, llegaron a ser las dos mejores del Mundo…

La industria crecía a buena velocidad, impulsada por el Instituto Nacional de Industria, reciclando a quienes llegaban del sacrificado Campo a las ciudades industrializadas; esos grandes silos que vemos cuando viajamos, se hicieron entonces, aunque se les haya quitado el anagrama, para mejor almacenaje del cereal; se levantaron millones de viviendas –esas que de vez en cuando se las quedan los bancos, dejando a sus viejos moradores en plena calle-, se construyeron muchos pantanos, aprovechando su salto para crear la energía necesaria para el general desarrollo, creador de riqueza; infinidad de grandes, medianos y pequeños hospitales; mejoras en la red ferroviaria; mejoras de la red de carreteras; residencias veraniegas para los trabajadores, esas que ahora disfrutan como cerdos en un patatal los liberados miembros de las CCOO y la CNT.

Los españoles de entonces estábamos orgullosos de serlo porque formábamos parte de aquel Milagro Español que asombró al Mundo. Pero, claro; entonces no había un Jefe del Estado silente e inane ante los retos del traidor y apátrida separatismo, ni ese Jefe de Estado daba más importancia a manosear un conejo rubio, la caza de un oso borracho o un paquidermo, que al interés nacional. En aquel tiempo los españoles sabíamos que nos miraban con cierto miedo y preocupación, pues veían que un gobierno autoritario, que no dictatorial, era capaz de gobernar en paz, respeto y crecimiento económico.

Ahora, en el mejor de los casos, les damos pena.