martes, 30 de agosto de 2016

SIN EL MENOR DECORO.

Lo malo de la situación política en la que se ven metidos los ciudadanos de este país, es que hay gente, cuya opinión propia encuentra eco en los medios de comunicación, que les parece lógico el "no" del "señorito Pepis" (Pedro Sánchez) a la formación del Gobierno por parte de quien sacó más escaños en la "última charlotada electoral".

"Sánchez defenderá el "no" porque el PSOE no puede "indultar" la corrupción de Rajoy" (la señora Lucía Méndez, en el diario El Mundo).

Por lo leído en el periódico parece ser que la señora Méndez, adelantándose a conclusiones judiciales, da por hecho que el señor don Mariano Rajoy es un corrupto (sería bueno que alguien obligara a esa escribiente a rectificar su afirmación o, de lo contrario, a que aporte pruebas de la corrupción que asegura en su artículo) de tomo y lomo y, por ello, encuentra normal y lógico que el señor Sánchez no sea capaz, ni tapándose la nariz, 

de indultar la supuesta corrupción del líder del PP. Lo curioso es que nada dice de la "convivencia pacífica" del apolíneo líder socialista con la corrupción "socio-ugetista" en Andalucía.

Alguien, que ahora no recuerdo, decía que la mayoría de los periodistas de este país son "Rojos"; de eso no cabe la menor duda razonada. A la aseveración de ese rojerío rampante, habría que haber añadido el numeroso grupo de los que les muerde la yugular la envidia; los que les guía el odio personal, simplemente porque si, por ser el presidente del Gobierno Español (ahora en funciones) y que, usándole como el monigote de la caseta de una verbena, se pasan el día entero (día tras día) faltándole al respeto, que es otra de las muchas maneras que el "cabronerío nacional" pone en uso para faltar al respeto al resto de las personas que componen el paisanaje de este país, en el que sigo exiliado. 

Algunos, sinvergüenzas, defecándose sin el menor decoro, en la verdad y en la decencia (de lo que son verdaderos maestros unos mequetrefes que se dicen humoristas cuando solo son unos pésimos payasos, 

que vierten su insolente veneno desde las ondas que emite la emisora que da cobertura y SERvicio al esperpéntico rojerío nacional.

El señor Mariano Rajoy (una de las muchas equivocaciones del señor José María Aznar) nunca ha sido y nunca será, aunque consiga volver al la Presidencia del Gobierno, mi Presidente. Mi amigo Braulio, tan exagerado como siempre dice que "alguien así en nuestra España, no valdría ni para presidente de una comunidad de vecinos".  Yo sinceramente pongo un poco en duda la afirmación de mi amigo Braulio, de que el señor Rajoy no pudiera valer para presidir una comunidad de vecinos.  Quizás no del barrio de Salamanca de Madrid pero, tal vez del barrio de San Blas. A parte de eso ¿qué queréis que os diga? Si yo fuera un ciudadano de este país, o se me diera la posibilidad de votar, jamás le daría el voto. Ni a él, ni a ninguna de las demás perlitas que se ofrecen a sacarnos del pozo en el nos han metido.

Eloy R. Mirayo.


domingo, 21 de agosto de 2016

¿ABSOLUTAMENTE FICTICIO?.

Hace muchos años, allá por los tiempos del franquismo, tiempos en los que la política incidía muy poco en mi vida diaria, alguien se empeñó en demostrarme, sin éxito, que  todo cuanto se estaba disfrutando era absolutamente ficticio. Rebatirle me resultó fácil, sin que para ello tuviera que echar mano de ninguna herramienta ideológica, entre otras cosas porque me eran desconocidas; me limité a explicarle lo que iba a hacer en cuanto me fuera de aquel lugar. "Cuando salga de aquí, montaré en mi

Seat 600, que no es ficticio, porque una vez puesto en marcha nos llevará con relativa comodidad a mi mujer, a mis hijos, a mi suegra y a mí, que lo iré conduciendo, hasta mi casa, dicho con toda propiedad, en el barrio de San Blas, que tampoco es ficticia, y me sentaré en el sofá que tenemos en el salón, que tampoco es ficticio, ya que noto su mullida y cálida superficie bajo mi culito,

(bueno, como comprenderéis este no es el mío pero ¿a que está bien?) y encenderé mi real televisión, en la que solamente son ficticios los espacios de entretenimiento. Y no solamente disfruto yo de estas cosas que demostrado queda que no son ficticias, sino que, después de no pocos sufrimientos, somos muchos los españoles (por entonces yo me encontraba muy lejos de pensar en exiliarme) que disfrutamos de eso mismo.", y hasta de una segunda vivienda en la periferia de casi todas las grandes capitales, e incluso algunos en la playa".

-"No, de eso solo disfrutan los ricos y los empresarios fascistas que nos explotan a los trabajadores" -me atacó, usando armamento de la izquierda.
-"Tú tienes coche ¿No?" 
-"Si" - contestó-.
-"Y sales a menudo; algún que otro fin de semana irás por ahí con tu coche".
-"Si, si; claro que salgo; me lo gano con mi trabajo".
-"Pues claro; pero sin duda habrás visto por cualquiera de las carreteras por donde has viajado la cantidad de pequeños y sencillos chalets que hay edificados a pocos kilómetros de los cascos urbanos de capitales de provincias, y de alguno de los grandes pueblos, como por ejemplo Alcalá de Henares. Son muchos, al menos los que ha visto yo y, o hay muchísimos ricos en España, o es que los trabajadores españoles empiezan a disfrutar de algo que les estaba vedado: la propiedad de algo tangible; el derecho a ser propietario de su vivienda, y hasta de una segunda vivienda -no todos, por supuesto; yo, sin ir más lejos- porque, al fin, lo pueden pagar con el salario que reciben por su aportación laboral".

La esposa de ese alguien intervino para darme la razón: "es verdad Pepe; la cantidad de chalets que vemos al pasar por los pueblos antes de llegar Ávila, y los que hay antes de llegar a Barco de Ávila".

Las respuestas reprobatorias del los maridos a sus mujeres, cuando ellos se quedan sin argumentos, son la muestra inequívoca del nivel de su educación: "¡tú te callas! Que nadie ha pedido tu opinión".

Hace muchos años que dejé de ver a este Pepe; algunos años después me entré de que estaba liado con una mujer, y había dejado a la propia. Yo he celebrado este año con mi mujer y mis dos hijos, las bodas de oro (sin comentarios)

Hoy, con 122.508 millones de créditos morosos de difícil cobro; con la sombra del desahucio sobre la cabeza de muchos ciudadanos de este país; con la retirada de vehículos (coches, camiones, camionetas, motos y hasta bicicletas y sillas de inválidos) 

por falta de pago; además de la dolorosa cifra de cuatro millones de parados, me encantaría que Pepe me diera el resultado que él hubiera sacado de la comparación de la realidad que entonces vivió, con el momento actual que se está viviendo; del mercado laboral que el vivió, con el mercadillo canalla actual; el número de grandes empresas que se abrieron entonces, con el absoluto vacío actual.

Eloy R. Mirayo.

viernes, 19 de agosto de 2016

MASCOTAS Y AMOS.

No es posible; durante once meses haciendo jornadas de diez horas de trabajo, puesta la esperanza de que llegando el mes de agosto, podré reponer el físico, descansando a pierna suelta durante toda su longitud en el pequeño chalecito de nuestra familiar propiedad. 

Vana esperanza, porque...

-Ahí hay una tienda de venta de mascotas.
-¿Que desea -pregunta educadamente el dependiente.
-¿Vende usted mascotas?
-Si, sí señor; tenemos variedad de reptiles, aves y, también de gatos y perros.
-¿Tiene usted perros?.
-Si señor ¿de qué raza lo quiere?.
-Raza... no se ¿de qué raza son los que tiene?.
-Tenemos cachorros de san bernardo; de foxterrier; yorkshire terrier; caniche...

-Vale, vale ¿ladran?
-¡Naturalmente! Son perros.
-Pero mucho, mucho.
- Pues, como corresponde a su condición.
-¿Cual de entre esas razas de perros es la que más ladra?.
-Señor; todos los perros ladran de manera natural pero, si a usted le molestan los ladridos de su mascota, lo que ha de hacer es educarle; nosotros le podemos proporcionar un educador que hará que su mascota no suelte ni un guau durante toda su vida.
-No, verá; lo que yo quiero precisamente es un perro que me asegure, prácticamente, las veinticuatro horas al día de ladridos estridentes.    

-Perdone, pero no lo entiendo; lo normal es que cuando alguien compra una mascota es, para disfrutar de su compañía, no para sufrir.
-No, verá; es que yo vivo en un chalet totalmente insonorizado, por lo que por mucho que ladre el perro yo, ni flores; duermo como un lirón toda la noche, y parte de la mañana.
-Y ¿qué piensa hacer con el perro?
-Tenerlo suelto por la parcela todo el día y toda la noche, ladrando a pleno pulmón, jodiendo la marrana a los vecinos. Es que yo vivo todo el año en la urbanización y, casi todos los vecinos que tengo en derredor, son los gilís que van a sus chales a descansar del trabajo los fines de semana, y en agosto a broncearse y a reponer la energía gastada durante los anteriores once meses. El anterior perro que tenía, se murió hace una semana, era un perrucho hijo de cincuenta mil padres -como alguno de nuestros/as políticos/as- pero tenía el jodio un ladrido incansable, fino como un estilete, que mantenía es vigilia a la vencidas próxima, y a más de media urbanización. Me encantaba verles en el súper a la hora de la compra, con unas ojeras que les arrastraban por los suelos. 

Y eso es lo que quiero; reponer sin merma la pérdida sufrida. Óigame; me jode ver a mis vecinos lo rápido que ha mejorado su cara, sonriente, y su físico erguido. Esto se está alargando y la verdad es que no me divierte su compañía. Vamos a ver ¿qué perro me recomienda, que cubra las expectativas.?
-Pues... Yo le aconsejaría que... Si, eso; no se gaste un puto euro porque la solución a su problema es tan sencilla como que, usted, su mujer, su puta madre y el cabrón de su padre se pongan a cuatro patas, cada uno en una esquina de su parcela, y no dejen de ladrar hasta que revienten.

Esto, quizás una miaja exagerado, es lo que las personas decentes y respetuosas de los derechos ajenos que queremos descansar en nuestra segunda vivienda, disfrutando al cuidando de unas cuantas macetas, tenemos que sufrir diariamente. 

Los perros fijos de los vecinos, y los perros de los familiares o amigos que les vienen a visitar que, por estar en lugar extraño, ladran; ladran; y vuelven a ladrar (en estos momentos, las doce y media de la noche, el perro del vecino más próximo no deja de ladrar), invadiendo nuestro espacio auditivo.

Hace unas cuantas fechas  un individuo amante de los perros, se lamentaba de la cantidad de perros que habían muerto en extrañas circunstancias. Hablaba de muertos colgados por el cuello; envenenados; o por abandono.

Matar de forma violenta o de hambre y sed, encerrados, me parece una atrocidad que ni siquiera, por insomnio provocado por sus ladridos, le deseo a ningún perro;

pero si comprendería, y hasta aplaudiría rabiosamente, dando saltos de alegría, que alguien lo hiciera con el amo.

Eloy R. Mirayo.

martes, 16 de agosto de 2016

NO LO PUEDEN EVITAR.

No lo pueden evitar; son herederos del dirigismo apabullante y totalitario soviético y, en cuanto se les presenta ocasión, no dudan un pijo en aplicarle con la mayor contundencia que su maldad les proporciona. 

La agitadora catalana de masas que, por culpa del asqueroso sistema político en juego ostenta el cargo de alcaldesa en el ayuntamiento de una de las más importantes capitales de provincias de este país, al más auténtico estilo soviético, exhorta a los ciudadanos para que espíen e indaguen en su vecindad, 


y denuncien a quienes sin ningún tipo de permiso oficial, alquilen inmuebles, de los que se han dado a llamar "turísticos". Y, no contenta con ello, para ampliar la busca, ha contratado a unos cuantos "coleguillas" (afines, como es fácil imaginar) con sueldo a cargo del municipio, para que también ellos, como perros de presa, olisqueen hasta cobrar la "presa".

No es que yo este o no de acuerdo con que exista esa práctica que imagino, en algunos casos delictivos y mafiosos contraproducentes para el sector turístico, y otros casos habrá que representen una ayuda a la supervivencia de algunas personas de bien. Para solucionar ese entuerto, como cualquier otro, está la ley y sus administradores con la potestad de actuar con conocimiento y en conciencia, que para eso entraron en la carrera judicial.

Con lo que jamás estaré de acuerdo es con que cualquier mindundi salido de una "casa okupa", 

cree, porque le salga de la punta de su herramienta sexual, un temible "CSCP" (cuerpo soterrado de comisarios políticos) como los que, por ejemplo, han sido puestos en aquella importante capital catalana -y en otra del mismísimo centro-, que decía al principio de esta hojilla por qué, una vez puestos en movimiento el primero de los grupos de acción fiscalizadora, denuncia y sanción, la sucesión de cuerpos similares será un chorreo en cascada que caerá como una plaga de langosta sobre toda la superficie terrenal de este triste país -en el que peno mi exilio-, y por cada uno de sus indefensos rincones. 

Así, veremos cómo los matrimonios -y parejas de hecho y deshecho- se denunciarían ante la autoridad entre si; los hijos lo harán de sus padres; también unos contra otros entre hermanos e igual harán los padres a sus hijos; y en las empresas se denunciaran directivos entre sí y a sus trabajadores, y los trabajadores lo harán entre sí y contra los directivos; en los centros de enseñanza los "pleitos"

caerán unos contra otros entre alumnos y profesores; en los hospitales entre el personal sanitario, los subalternos e incluso con la participaciones de los pacientes, y como diría mi abuela Leonor, hasta se dará el caso entre el Papa, la Curia Vaticana con todos sus dicasterios, los cardenales y obispos, los inquilinos de los confesionarios y los pecadores que se les acerca buscando la absolución a sus pecados. Así las denuncias serán en todas direcciones que posibilita la KGB "spaghetti sovietoski" nacional.

100.000 pisos puesto en alquiler ilegal. Eso es una práctica que perjudica a los establecimientos legalmente establecidos, y ellos son quienes, teniendo en cuenta las altas tasas a todas las instituciones del Estado -bocas insaciables- que han de pagar por desarrollar su trabajo, deben ser quienes busquen el amparo de la ley.

¡100.000 pisos turísticos! Los ojos de ambas munícipes, se han agrandado como platos soperos, pensando en la cantidad de euros que podrían ordeñar a tan milagroso y magro maná. Diez mil pisos cotizantes ¡Ascolta Carma; mójasenme hasta les calces!.  

Nadie puede con razón pensar, y hasta llegar a creer, que el celo de semejantes criaturas, tan feas y con tan escasa conciencia de las obligaciones de sus cargos, es únicamente por preservar los legítimos intereses de los empresarios hosteleros de sus feudos, y preservar de la amenaza que ese comercio clandestino supone para la continuidad de sus negocios. No; porque esas gentes no han salido de su "okupación" con la idea de arar, regar y recoger el fruto, sino para "apañar" todo el fruto que otros si lo hicieron. 

Eloy R. Mirayo.

viernes, 5 de agosto de 2016

ZOMBIS DEMOCÁQUITOS.

Mis muy queridos camaradas y amigos ¡¡¡Al fin estoy veraneando en Calipo-Fado, en la más que refrescante costa de Navalcarnero!!! 

A todos cuantos de vosotros, que tenéis a bien pinchar en mi blog, que como yo estéis veraneando, os deseo lo mejor para estos días de relax, tan merecidos, después de once larguísimo meses; y que el regreso, cuando corresponda, a vuestras casas, se haga sin más problema que la que produce la "morriña". Y, a quienes ya volvisteis, paciencia; once meses pasan raudos y veloces como el viento. ¡Y un güevo!.

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La idiotez no es algo propio de alguna de nuestras ideologías política sino, que está ecuánimemente repartida entre todos, aunque algunos individuos estén especialmente recargados.

"Ni el propio Franco habría sido capaz de crear tanta inestabilidad" (Javier García Albiol) y asegura que Cataluña vive la situación de "crisis institucional más grave desde el franquismo".

Normal, ya que durante los casi cuarenta años que duró el Gobierno que administraba al mandato del Estado, del que don Francisco Franco Bahamonde fue Jefe, no se habría tolerado el constante ataque a la unidad nacional, ni el desvergonzado desacato a la legalidad vigente que, unos cuantos hijosputas, ante la secular inacción institucional de quienes han sido y ahora son los responsables del gobierno de esta nación, después de su fallecimiento -en la cama por enfermedad-, se dan el placer de "sacar la chorra", 

y mearse en cada uno de los artículos que les place, de esa constitución hecha por unos cuantos aprovechados chapuzas, y hasta en las sentencias de los más altos tribunales, el Constitucional y el Supremo.

Solamente cuando el fuerte decae, es cuando los enanos se envalentonan, poniendo en marcha su desenfrenada y falsaria audacia. Solamente cuando el León (la comparación con este país me ha salido exagerada) está muerto, son capaces los carroñeros de atacarle.

Al señor García Albiol, quizás su alta estatura, pudiera hacer que la sangre le llegue ralentizada al cerebro, y esa peculiaridad le impida entender el sentido -¿fuera de su intención?- de la frase ("Ni el propio Franco habría sido capaz de crear tanta inestabilidad"). Puede que le pase, a don Javier García Albiol, 

como a mi amigo Faustino Pérez y, machaconamente, Pérez otra vez, fontanero él, que cuando, por motivo de su profesión, está entre la mierda, tratando de arreglar algo en un pozo negro, siempre le viene el recuerdo de los días felices que pasó en un "resort" en las Bahamas.

La estabilidad fue durante esos casi cuarenta años que se dice del franquismo, una más de esas muchas grandes cosas que los españoles tuvimos la dicha de disfrutar. Todo cuanto ahora es mínimamente temporal, como pudiéramos decir, el puesto de trabajo, entonces era absolutamente estable. Los precios de los artículos de primera necesidad, comparándolos con los precios de esos artículos en la actualidad, es comparar en estabilidad la roca de granito y la pluma.

No se trata de engañar a nadie; yo soy hijo de aquellos tiempos de los que, aunque pudiera, jamás, mientras Dios quiera que este aquí, intentaría borrar y menos, con lo que vengo sufriendo en este exilio. 

A lo peor es que son chuminadas que mi cerebro magnifica, pero sufro mucho escuchando, viendo y leyendo en los medios que unos padres ¡existe la idiotez! quieren (y así será) inscribir a su hijo, sin capacidad de defenderse, en el Registro Civil, con el nombre de Lobo.

Como ya he dicho en otras ocasiones, y que muchos de vosotros habréis comprobado leyendo lo que escribo, soy un individuo de pocos estudios y menguados conocimientos, con necesidad de "muletas" para todo (bueno, menos para eso que malignamente estáis pensando); de ahí que de vez en cuando eche mano de lo que me decía mi abuela Leonor, o de lo que son capaces de decir alguno de mis amigos -hoy, Faustino-. Eso, con la debida humildad, es lo que deberían hacer tantos "albioles" que van como zombis por el mundanal Mundo político democáquito, 

diciendo gilipolleces a troche y moche, sin tener en cuenta que alguna de esas gilipolleces llegan a molestar profundamente a los dos inquilinos

que viven en el fondillo de nuestros calzoncillos "El Abanderado". 

Eloy R. Mirayo.