miércoles, 14 de septiembre de 2016

EL PEDREGAL.

La felicidad de los habitantes de este país y la de los españoles que estamos aquí exiliados; la triunfante apertura del cielo, mostrándose azul y soleado, ahora plomizo por la indecencia y la deshonestidad política, se alcanzará y se verá nítidamente en el mimo momento en que salte a los medios de difusión la noticia de la dimisión de la señora Rita Barberá.

Las cosas son como son, y no como dicen algunos que serán (esto lo habría dicho el mismísimo Confucio).

Cuenta la Historia Mundial que un día el alcalde de un pueblo, parece ser que de este país, iba caminando por un terrible pedregal que había -parece ser que aun existe-, en el término municipal;

el buen hombre, ensimismado pensando en los problemas de su municipio, para los que no tenía ni puta idea de cómo resolverlos, dio un traspié y fue a estrellarse como un torpedo 

contra una roca de estimable tamaño. Cuando el excelentísimo se repuso y repuso la

dentadura postiza destrozada en el suceso, lo primero que hizo fue, mandar desenterrar la roca y transformarla en pequeños "chinarros".

Sigue contando la Historia Mundial Contrastada

que, a los pocos meses, el mismo excelentísimo, caminando por el mismo terrible pedregal, repitió el traspié, y volvió a "esmorrarse" 

contra una de las muchas miles de rocas del terrible pedregal y, como la primera vez, mando arrancar la roca, y ordenó que la transformaran en "chinarros"

(planta cementera); justo al día siguiente de reponerse y reponer su dentadura postiza. 

La Historia Mundial sigue contando que el excelentísimo siguió repitiendo diariamente la "función", justo, como hecho a la medida, hasta la víspera de su defunción que ocurrió, al dar un nuevo traspié, y chocar su cabeza contra una de la mochas miles de rocas que hay en el maldito pedregal.

Lo cierto y verdadero es que antes de la señora Barberá (presunta por el momento) ha habido corruptos encarcelados (o a punto) y unos cuantos presuntos, dimitidos o no; y sin miedo a errar podría decirse que, no porque haya dimisiones, se va a sellar la cloaca de la corrupción. 

Este país, mientras no empiece y acabe con el terrible pedregal, sus habitantes y los que aquí estamos forzosamente exiliados, seguiremos la suerte del alcalde de la historia; topándonos continuamente con algunas de las infinitas rocas del terrible pedregal, aunque puntualmente se extraigan las que nos creen el dolor más fuerte pues, mientras penosa y borreguilmente 

sigamos caminando descalzos entre las rocas, indefectiblemente continuaremos topando contra las que irán aflorando de manera  irrefrenable al largo y ancho de la superficie del terrible pedregal. 

Eloy R. Mirayo.

martes, 13 de septiembre de 2016

¡¡¡LO QUE NOS QUEDA QUE APRENDER!!!.

La traición es la perla que cierra el collar de perlas podridas que adorna el cuello de la gran mayoría de los políticos españoles; y no les avergüenza lucirlo sino que, como si fuera una alta condecoración, suelen hacerlo hasta con altanería y notoria chulería.

Que se salve quien pueda hacerlo; pero lo cierto es que así, a bote pronto, no aparece en ese maligno horizonte, al menos hasta donde alcanza mi desgastada vista, nadie que en su cuello no brille esa "joya".

Sin que se les alborote un kiriki del cabello, 

son capaces de pactar, contra natura política, importándoles una "higa" lo que puedan decir sus votantes. Y de la misma manera son capaces, desde las dependencias del Gobierno, de llegar a pactos con gentuza que busca el descuartizamiento territorial de la Nación. Son capaces de sacar los millones de euros a paraísos fiscales, a sabiendas de que están empobreciendo el país. Son capaces de traicionar la acción de la Justicia, montando una partida de terroristas; asesinos, pagados con fondos del Estado.

Una buena prueba es lo que viene en la portada del diario El Mundo, de hoy.

El tal señor Matas es un traidor total; 

ha traicionado a quien le nombró ministro; a quienes le auparon a la presidencia de la Comunidad Balear, a todos los ciudadanos de aquellas encantadoras islas; Hacienda, que es como si lo hubiera hecho a todos los españoles y por último, al Partido Popular.

De entre todas sus traiciones, la que menos me importa, o mejor dicho, la que no me importa, es precisamente esta última al PP, que -según El Mundo, no yo-, ha pactado con el fiscal Horrach, para no ir de morro al "talego".

El muy sinvergüenza

robó, y no tiene huevos para cargar con las consecuencias de sus innumerables fechorías. 

Yo, pobre de mí, 

no llegó a entender cómo es posible que la Justicia Española pueda llegar a semejante chanchullo ¿pacto? -perdón, a lo peor mi incultura me lleva a usar una palabra inadecuada; perdón, perdón, perdón-, de premiar a semejante chorizo, simplemente por actuar de delator.

Si este golferas ha cometido prevaricación inducido por alguien de la dirección del PP, y es lo suficientemente grave como para ser castigado con cárcel, lo justo es que ambos alcancen el "honor" de ser huéspedes del Estado.

Cualquier estúpido pensará que la obligación de la justicia es perseguir la delincuencia individual y colectiva, imponiendo las penas -alcanzadas a pulso- con justicia y equidad.

Lo que nos ha traído esta Democaca a los ciudadanos de este país, y a mí, que aún sigo aquí exiliado, es un estado de confusión, imposible de que aclare, porque es una confusión perfectamente preparada, milimetrada al máximo, de la que siempre los políticos son los beneficiados; ellos, los empresarios que les compran y algunos jue..

Ayer un trabajador peruano que limpia los cristales de nuestro pequeño comercio, me decía que en su país, la Justicia trabaja poco porque existe el "tanteo". Me contó que "si, por ejemplo, un policía te para el coche, siempre encontraban motivo para sancionarte, por mínimo que fuera el motivo pero, si al entregarle la documentación se le esconde un billete, 

si es suficiente, hace como si rellenase la notificación de la multa, pero no la tramita, porque el dinero ha caído en su bolsillo. Y si de esos dineros el policía le hace llegar suficiente al que manda, el ascenso lo tiene asegurado". 

¡¡¡Lo que nos queda que aprender!!!

Eloy R. Mirayo.

lunes, 12 de septiembre de 2016

CAINISMO.

 La culpa es de la deriva en la que se ve metida la humanidad por culpa del egoísmo desmedido; por el cainismo establecido. 

"El cainismo es un tipo de conducta agresiva observada en algunos animales, principalmente aves rapaces, que consiste en la aniquilación directa del hermano o los hermanos menores por parte de un hermano o los hermanos mayores más fuertes".

Poco a poco la deriva ha ido aumentando la velocidad, y va a ser muy difícil que de manera pacifica se llegue a echar el freno. El equilibro que marca la igualdad entre las personas, al que parecía haberse llegado hace unos cuantos años, aceptando que lo hacía de forma asimétrica, como asimétrica es la capacidad intelectual y de rendimiento profesional de las personas (no todas las personas son capaces de notables descubrimientos, ni todas las personas están dotadas para crear maravillosos inventos, ni a todo el mundo le es posible dar el necesario rendimiento en el trabajo.)

Pero todos son necesarios, como ocurre en una partida de ajedrez; cada una de las fichas tiene su categoría pero, no se puede empezar el juego si falta alguna, aunque simplemente sea un peón. 

No sería la primera vez que un peón ha sido clave en el jaque mate al rey. Como que es peligroso volcar en exceso el tablero porque podría ser que cayeran entremezcladas las fichas, golpeándose entre sí, haciendo que se  acabe drásticamente la partida.

No creo que, además de unos cuantos gilipollas, haya nadie que esté en contra de un reparto de beneficios premiando méritos. Del mismo modo que, con seguridad absoluta, tampoco creo haya alguien en su sano juicio que piense que la obligación de un empresario inversor, sea la de perder dinero todos los años en su empresa, como resultado lógico y deseable para su inversión.

Es muy preocupante, debería serlo para quien tiene en su mano el poder de decidir, la deriva divergente que han tomado los beneficios industriales, comerciales e inversiones, y la inseguridad de los empleos y la bajada de sueldos.

Si el Poder político en vez de estar a sueldo del gran capital; de las grandes fortunas; de las grandes empresas, fuera honrado y absolutamente incomparable, tomarían las medidas adecuadas (que existen; no hace falta inventarlas) para que nadie pudiera presumir de ser los dueños de muchos miles de millones de euros (y destructor del porvenir de millones de personas) porque, seguro que si esa gente pagara los impuestos, en comparación con los que simplemente cotiza un jubilado de paga media cuando compra artículos de primera necesidad, esa estratosférica cantidad de millones de euros se verían notoriamente mermados; y más, si los sueldos de los trabajadores estuvieran en relativa consonancia con los beneficios que ellos son capaces de generar con su dedicación.

¿Cómo se puede llegar, de hacer personalmente petos para pescadores en un puerto de mar, a ser uno de los individuos más ricos del Mundo?

Las extraordinarias exenciones fiscales; los créditos a fondo perdido o blandos; las reducciones de deuda, eso no era para él para el pequeño industrial que en abrumadora desventaja trabaja "28" horas al día para poder las infinitas cargas institucionales y, si sobra, pagar el sueldo de alguien que le ayude en el trabajo y para cuatro garbanzos "viudos", para tener fuerzas para volver al trabajo el día siguiente.

Esas extraordinarias se las reparten, en muchos casos, esas grandes empresas y el político de turno. Igual el pequeño comercio que ha de competir con las "grandes superficies", además de con los chinos.

Y por las mismas trochas caminan los autónomos que, a pesar de su desgraciado presente, e inexistente futuro, son usados por los gobiernos como herramienta que maquilla los vergonzosos números del paro.

Los integrantes de esa tres variantes somos como esa puta que es tan desgraciada la pobre que, además de que le usan el cuerpo como les da la gana, y sin cobrar un duro, se ve obligada a pagar la cama. ¡Ay que coño!

Si vas andando por la calle en compañía de un millonario y ves tirado en el suelo un billete de quinientos euros, no te esfuerces; es del rico, que se le habrá caído del bolsillo y ha volado unos pocos metros; porque, siendo pobre, tú no podías haberlo perdido jamás.  

Eloy R. Mirayo.

jueves, 8 de septiembre de 2016

¡VAYA TROPA...!

Una de las escasas cosas buenas que tiene la democracia para ser reconocida en su auténtico ser, es la posibilidad de que cualquier imbécil que solo haya recibido el respaldo, en unas elecciones generales, de sus familiares consanguíneos y el de algún colega que hubiera albergado la esperanza de alcanzar una canonjía es, la capacidad de poder abrir una rueda de consultas con los otros imbéciles que más o menos han alcanzado los mismos resultados que el, y que si se les cruza en su estrecha línea cerebral, podrían seguir el mismo método.

Yo, como inválido intelectual, me valgo de personas bien preparadas -mis difuntos abuelos o alguno de mis amigos-; para esto que voy a comentar, me he servido de uno de esos "topos" que se mueven como seres etéreos, o camuflados de sordos, ciegos, mudos y despistados, por los entresijos de la oficialidad democáquita.

Nadie puede llegar a tasar adecuadamente el valor de los conocimientos de esos personajes ¡Se las saben todas! 

Son auténticas enciclopedias con piernas y bolsillos abiertos a cualquier euro, sin preguntar la procedencia; todo cuanto acontece se queda grabado textualmente en el "disco duro" de su cerebro, capaz de reconstruir lo escuchado, reproduciéndolo hasta con todos los signos gramaticales.

-¿Qué me puedes contar sobre los movimientos en los partidos políticos? -me permitiréis que obvie el nombre de mi informador.
-Podría contarte muchas cosas pero, no te las contare porque eres un cotilla que me vas a poner en peligro desde tu blog.
-¡Cómo es posible que pienses eso de mi! - protesté ofendido- yo jamás he vendido a nadie y no lo voy a hacer con un amigo como tú. Además esa gente de los partidos políticos de este país, son gilipollas de alto kilatage. No se enteran de na.
-¿Me lo aseguras? 
-¡Claro que te lo aseguro!
-Jura o promete.
-Jurare para que te quedes más tranquilo; aunque no hace falta.
-Me vale, Eloy. Porque sé que eres una persona seria te contaré que Petrus Sampez, ha llamado telefónicamente a Pablouski Capillas, y esta fue la conversación:

Un rin rin de llamada telefónica; al otro lado del hilo telefónico suenan la guerreras notas de "Katyusha", canción patriótica del ejército soviético.
-Aquí la sede de partido por el poder popular. ¿Qué quieres, tío o tía?
-Hola Pablousk; soy Petrus...
-¿Qué Petrus?

-El único; el irrepetible; el que inasequible al desaliento, sin dolerse en el fracaso, se propone alcanzar, con tu sumisión, pisándote la chepa y la de los cuarenta y tres partidos -los de la ONG, politiquillos borreguiles por el cambio y el progreso- lograr eso que tanta "ilu" nos hace a mi pareja y a mí, a las organizaciones de Gueys y lesbianas y a los anti taurinos reunidos. Lo que les jodería a quienes dicen que soy un imbécil petulante. ¿Cuento con tus votos y el de las "secreciones" que pululan a tu derredor?
-Espera colega que me has pillao en mal momento; espera que termine de liarme el "canuto" que me voy a fumar -un silencio de corta duración, roto por el chasquido de un mechero- ¡lo que aclara la mente una buena calada! Pufff. Se nota que es "Lemon Skunk" ¿Me decías?.

-Que si me apoyarías si me presento a la investidura.
-¡Hay que acabar con la opresión del fascista Rascoy! Parias de este país; es mejor morir de pie, que vivir de rodillas. Acabemos con los partidos corrup...
-Vale, vale; déjate de soflamas que a mí no me la das ¿qué me dices de lo mío?
-Tendrás que esperar a que reúna con los camarados y las camaradas ocupas en autonomías y ayuntamientos; los camaradas que aún se encuentran en los talleres de las CMO (casas madre de ocupación); los cargadas comerciantes que se dedican al "menudeo"; los camaradas que ejercen el social oficio de "chuloputas";

y con los camaradas de todas las naciones de este estado plurinacional, dedicados en cuerpo y alma al oficio intelectual de estarse tocándose los cojones a dos manos, sentados al sol en terrazas de bares, tabernas y cafeterías. Y según lleguemos a acuerdos... y según lo que tú pongas en el "otro platillo de la balanza"... 

-Vaya tropa; va a ser cuarenta años después pero, si alguna vez llegamos vosotros y nosotros juntos a este país, se hará cierto aquello de que "no la va a conocer ni la madre que la parió".

Eloy R. Mirayo.

martes, 6 de septiembre de 2016

NUESTRO "CURRÍCULUM".

La adivinanza del acervo popular que nadie ha sido capaz de resolver que es el saber quién fue primero si el huevo o la gallina, se podría aplicar a quien fue primero el Derecho de las personas o la Justicia. 

Habrá sin duda quienes opinen que lo primero fue la Justicia, y quienes opinen que fue el reconocimiento del Derecho individual y colectivo. 

Yo, semi analfabeto confeso y doliente, creo que lo primero que se desarrolló en la especie humana en ese sentido, tuvo que ser el cerebro, que fue lo que desarrolló la Inteligencia; capacidad imprescindible para reconocer los derechos que atañe a la especie, en primer lugar, y para crear la Justicia que los defienda y haga cumplir.

Aquel individuo que fue afortunado al recibir el "chispazo" que le puso en marcha el desarrollo intelectual, que fue quien llegó a la conclusión de que no porque alguien fuera mas grande y más fuerte que los demás miembros del grupo, tenía que ser el dueño de todo cuanto estuviera a su alcance y disfrutar de ello a su antojo, incluyendo a las mujeres, en el mismísimo momento en que le apeteciese, excluyendo a todos los demás de todo, obligándoles  estar a su servicio, por la razón de su fuerza y del tamaño del garrote que era capaz de blandir. 

La inteligencia, por encima del instinto, es lo que más diferencia al ser humano (viendo el perfil morfológico de alguno 

de los individuos que ocupaban escaños en el Congreso de los diputados durante el "tema" de la famosa no investidura del señor Rajoy, además de escuchándoles, está claro que no a todos) del resto de las criaturas que habitan la Tierra. Esta es mi humilde opinión.

Yo conozco a personas del mundo de la intelectualidad -que me obran con su amistad- que aseguran que la inteligencia, la sensibilidad y el alma, son tres gracias, por soplo divino que solamente el ser humano posee. 

La Inteligencia -me dicen- es la gracia que crea la fuerza en constante desarrollo sin final aparente, que incita positivamente al ser humano a descubrir toda clase de cosas y a crear ingenios en beneficio (y en más de un perjuicio) propio y en beneficio y alivio de males de la Humanidad.

La Sensibilidad es la gracia divina que hace brotar en el ser humano la capacidad de AMAR en mayúsculas. El amor por el prójimo (y a la prójima); 

por la belleza en cualquiera de sus expresiones percibidas por los sentidos y por el espíritu: la Naturaleza; la Pintura; la Escultura; la Música, la Literatura; etc,.

El Alma es la gracia más importante pues es imprescindible para un ser humano vivo; no hay vida sin Alma, aunque el Alma de algunas personas pueda quedar oculta por su gran capacidad de maldad.

El que  se diga que por ser una realidad inmaterial el Alma, no existe posibilidad científica de estudiarla, no debe poner en duda su existencia.

Y no es cierto el que no se pueda estudiar científicamente; lo que ocurre es que su estudio, por su maravillosa e infinita sencillez, ofrece pocas cábalas y ninguna hora de estudio.

El Alma -al menos para mí, que me considero hijo de Dios-, es una especie de bloc en blanco que Él nos entrega junto con el don de la vida, que de manera autónoma se va escribiendo, con el bolígrafo de nuestro comportamiento diario. 

Es nuestro "currículum" que al final de nuestro trayecto en la Tierra nos leerán (a mí eso me preocupa).

Eloy R. Mirayo.

lunes, 5 de septiembre de 2016

RÍO REVUELTO.

Parece que el río revuelto

no continua dado los beneficios esperados a los capos de la información en este país. 

Su trabajo de Alquimia, tornando en los laboratorios de sus rotativas y sus redacciones, 

la mierda en oro. 

Pero poco a poco la pátina áurea  se va desvaneciendo y el "marrón" y su pestilencia están rompiendo el disimulo. 

Las figuras de los lideres emergentes, tan jaleadas sus ocurrencias desde las páginas de los diarios, en estudios de radio y en platós de televisión, sin hacer distinción entre la ocurrencia rancia en boga entre los soviet del "paseo"

con tiro en la nuca y la "checa" de los años treinta del pasado siglo, y del grado de la gilipollez tintada de falso "progresismo". Deporte que practica de manera especial el lidercito

y liderines 

de la sórdida trupe comunista emboscada, como todos sabemos, bajo el nombre de Podemos, ya no resultan tan frescos ni son tan mediáticos como cuando fueron creados con artificios, por esos capos de los medios de información -desinformadora  y mercantilista- y sus lacayos de cámara y grabadora; ya no les venden tantos periódicos con sus "ocurrencias" ni adornan los espacios audiovisuales con su desgreñada presencia y su verbo insultante a horcajadas del odio y el resentimiento, entre otras cosas, porque ya se les va conociendo en su trayectoria institucional por ayuntamientos y autonomías.

Son como el caracol que va dejando su baba por donde se arrastra, 

ellos van dejando su mala baba patente por donde se mueven, al tiempo que muestran los mismos defectos que los políticos clásicos, pero no tienen ninguna de las pocas virtudes de aquellos (que quizás sea simplemente una, y no todos).

Si yo en vez de ser un exiliado fuera un ciudadano de este país, después de lo que se vio y escuchó por los medios audiovisuales, me tentaría los huevos o los ovarios -según el sexo- antes de decidir qué hacer con la papeleta del voto, entre meterlo en la

urna a favor de; o limpiarse con ella el ano -culo en castellano-, lo que sin duda daría a ese papel un destino más digno.

Que esta política no es exigente con la gente que la "mueve", es cosa que por conocida, ni crea malestar entre las gentes y ni se comenta más allá que lo anecdótico, a no ser que la cosa sea, no de gran tamaño, porque eso  está superado, sino es que sea absolutamente monumental. 

La Democaca no exige inteligencia (para eso están los asesores); no exige cumplir promesas electorales (según el difunto carcamal, Tierno, "las promesas electorales se hacen para incumplirse"); este asqueroso sistema tampoco castiga el incumplimiento de los Presupuestos Generales del Estado, como no se castiga el que las autoridades autonómicas y municipales, pasándose por el fondillo de sus bragas, tangas o calzoncillos, se gasten los euros, por encima de sus posibilidades económicas, creando fabulosas deudas, con operaciones absolutamente descabellas, porque eso al final lo paga "el pueblo soberano". De la misma manera que tampoco fiscaliza adecuadamente la honradez ni la decencia. Así va la cosa.

¿Nos queda la dignidad? Pues tampoco. Yo hice la mili en Campamento (Madrid) en el Regimiento de Artillería Antiaérea nº 71. El primer día un veterano se me acercó y me dijo "recluta ¿ves la bombeta, esa que está en la entrada al cuartel". 

Si, le contesté. "Pues ahí es donde debes dejar colgados los cojones, hasta el día que salgas de aquí licenciado". Entendí la metáfora, y cumplí con ella.

Hay quien cree que cuando los elegidos como diputados van al Congreso y a los senadores al Senado, hay un funcionario que les indica donde deben dejar colgado la honradez, la decencia, la dignidad y las buenas costumbres, hasta que sean retirados de su cargo.

Yo recogí lo que tuve colgado en la bombeta durante los casi dos años que, con orgullo, serví a mi Patria (España), nación a la que espero poder volver antes de que "doble la servilleta" pero, esta comprobado que los políticos, una vez colgadas esa prendas, allí las dejan por inservibles para sus fines.

Eso es lo que parece que le ocurre al ex ministro don José Manuel Soria.

Está claro que el señor Soria, si cuando dimitió como ministro hubiera recogido la dignidad, ahora no estaría optando por su deseo o por el deseo de su partido, a ese cargo que parece estarle esperando en el Banco Mundial. Y si es que la recogió, por falta de costumbre, la habrá dejado olvidada en ¡vaya usted a saber que sitio!. No; otra vez en Panamá, no.

Eloy R. Mirayo.


domingo, 4 de septiembre de 2016

ECONOMÍAS.

La Economía, como la madre entre los seres humanos, es única. 

Claro está que de la misma manera que se puede coger a la madre y descuartizarla y entonces, sin dejar de ser por esa minucia, madre, podemos decir estas son las extremidades de la madre; este es el tronco de la madre; esta es la cabeza de las madre; estos son los riñones de la madre; etc,. 

Pues lo mismo le ocurre a la Economía como ciencia que atañe a todos. Puede ser desmembrada y puesta en porciones denominándolas como macroeconomía; como economía de mercado; como economía doméstica; como economía exterior; como economía sexual, la pasta que se gasta en puticlubs; etc,.

Una de esas divisiones que se han hecho de la Economía, es "la economía sumergida". 

Una práctica canalla y antipatriótica que mueve un 25% de la economía real de este país. ¡Hay que joderse lo mala que es la gente humilde! Porque, que nadie se engañe, la práctica totalidad de esa economía que tanto preocupa a los "instalados", se mueve entre personas con poca capacidad económica: 

los desempleados y minusempleados; los pensionistas; los clásicos y "modernos" autónomos. En pocas palabras, como ocurre en la India, los que este sistema con su aquiescencia con el fraude, les ha convertido en "intocables".

Esa "preocupante" economía, debería llamarse "economía de cojones". Y es que todos los días se ha de intentar ganar unos pocos euros porque,

"por cojones se ha de luchar a diario para comer si es que uno no se quiere morir de hambre", "por cojones se ha luchar diariamente para tener con qué vestirse, si es que uno no quiere morir de frío", "por cojones es necesario luchar por tener una vivienda si es que uno no quiere morir en la puta calle como un perro pulgoso".

Pero es que esa economía a la que tan alegremente se denomina sumergida, y por ello fraudulenta, es precisamente la economía que más a flor se mueve y la más cumplidora con la Hacienda Pública. Esos euros precisamente son los que se mueven con mayor nobleza, porque es dinero en constante movimiento; sin huida. Es el dinero que compra la nevera, y paga religiosamente los impuestos que la gravan; como cuando compra la televisión; cuando compra los libros de texto; o cundo compra cualquier otro artículo. En pocas palabras; es el dinero que ayuda a la supervivencia de los pequeños talleres y comercios que aún quedan, en esta dura sociedad oficial.

La economía sumergida, está ahí, y que tire la piedra quien no se haya beneficiado de ella. Hay otra Economía con un tremendo funcionamiento que, aunque sus prácticas perversas se reflejan diariamente en los medios de comunicación, lo cierto es que no recibe por parte de los "preocupados", un fuego graneado como el que recibe la "sumergida". Es la Economía Evaporizadora". Es la que hace que anualmente en este país se evaporen cientos de miles de millones de euros. 

Es la economía del 3%, y más, de las mordidas exigidas por los políticos, o las ofrecidas por algunas empresas. 

Es la economía de los EREs fraudulentos. Es la economía de sobrehinchado presupuesto de las obras públicas. Es la economía que

veranea en Suiza, en Andorra, en Panamá, etc,. Es la economía que saca del movimiento económico nacional el dinero que bien invertido crearía riqueza y haría disminuir la vergonzosa tasa de desempleo. 

Eso es otra de las cosas que diferencia la economía evasiva y la economía descendente desde la clase media hacia abajo. Mientras aquella cercena las oportunidades, esta permite que muchos millones de personas naturales de este país, y algunos extranjeros, consigan

llevarse un plato de comida a la boca; consigan sobrevivir... ¿Hasta cuando?

Eloy R. Mirayo.


jueves, 1 de septiembre de 2016

SIN PESTAÑEAR ANTE LA PANTALLA.

Hoy 1 de septiembre dejo para volver a Madrid las, como podéis comprobar, paradisíacas playas de arenas finas y suaves como la seda oriental, y aguas templadas y de azulada transparencia de la extraordinariamente bella "costa de Navalcarnero".

Se acabó la vagancia, la francachela y el cachondeo al amparo de la cerveza y la mista.

Os cuento que tanto mi familia como yo, volvemos a nuestro lugar de origen, gracias a a Dios, en mejores condiciones físicas que cuando nos fuimos; y eso es lo que deseo que os haya ocurrido a todos cuantos de vosotros, incluyendo la familia, hayáis tenido la suerte de poder veranear, y regresar sin daño.

*********
Estos tres días pasados he asistido, sin pestañear ante la pantalla de mi tele, 

hasta los ahora inéditos acontecimientos políticos que como una "película de chinos" se están desarrollando en este país en el que, como todos sabéis, estoy exiliado.

Aunque resultó cómodo 

asistir desde los medios audiovisuales de comunicación al discurso de quien se postula a la investidura como Presidente de Gobierno, lo cierto es que, cuando mi cerebro, al tiempo que la "cosa iba creciendo" empezó a funcionar y a analizar lo que escuchaba, comenzó a mandarme unas coordenadas que no me resultaron nada tranquilizadoras porque, las consecuencias que se deriven, sea o no elegido, terminarán por pesar sobre las espaldas de quienes vivimos aquí, seamos naturales del país, o exiliados como yo, y algunos de vosotros. Me imagino.

Es cierto que soy una persona paciente (como aquí, mi primo). 

Eso fue lo que ayudó a que ayer resistiera sentado en el sofá, ante la pantalla de la televisión, sin tirarme por la ventana (vivo en un bajo), todo el discurso "funcional" -como para salir del paso- del señor Mariano Rajoy, a pesar de ser hora de siesta, y del fuerte calor reinante que hacía brotar por cada poro de mi cuerpo verdaderos 
chorros de sudor.

Si yo hubiera sido persona a quien pidieran opinión por interés público, habría dicho que el discurso, desde la mayúscula del principio hasta la minúscula del final, todo el, simplemente fue la envoltura que engañosamente tapa de todo cuanto se iba a decir en la sesión del día siguiente.

Claro que cuando escuché la opinión de los segundones

de los partidos de la oposición: "Rajoy no nos ha dado ninguna razón a los socialistas para depositar nuestra confianza en su proyecto continuista y agotado (Antonio Hernando)". "Escucho un discurso plano, antiguo, sin pasión alguna y básicamente electoralista (Miguel Gutiérrez C´s)". "Rajoy sabe que no va a ser elegido, por eso dice: o yo o nadie. No tenía intención de convencer a nadie, sino que España se resignara; por eso fue mediocre y soporífero (Iñigo Errejón)", he llegado a pensar que, como me suele pasar con mucha frecuencia, mi opinión hubiera sido desacertada.

Después de la hora y veinte minutos de Rajoy, he tenido el cuajo de escuchar las razones -muchas gilipolleces y más de una hijoputada- esgrimidas por todos los intervinientes en el debate de la mañana y de la tarde, con las consiguientes contestaciones por parte del "pretendiente", que les ha llevado a negar su apoyo a la investidura pretendida por el actual presidente del gobierno en funciones (hace ocho meses y dos elecciones) de este país.

Presenciando el enfrentamiento dialéctico (simplemente como espectador sin interés especial por nadie), entre varias personas, si estás medianamente pendiente del desarrollo del debate, siempre te inclinas, repito, aunque la cosa no te interese, por la persona que te parece más preparada; por aquella que al oír el sonido de su voz formando armónico conjunto con las palabras que dice, demuestra una inteligencia y un dominio del idioma superior a los demás. Y más si es un "uno contra todos".

La conclusión a la que cualquier persona desapasionada, después de asistir a la doble sesión circense, ha podido llegar es que, intelectualmente, entre el señor Mariano Rajoy y el resto de actores y actrices existe un lago de conocimiento tan amplio, que nunca podrían cruzar, si es que alguien no les pone una canoa. Y no es que el señor Rajoy sea la "leche en verso", sino que los demás... 

Hay papel higiénico que una vez usados contienen mayores depósitos de inteligencia.

Eloy R. Mirayo.