MUY MAL PENSADOS.

Los ignorantes, como los sordos, podemos llegar a ser muy mal pensados; ellos, porque no son capaces de oír lo que dicen los demás y nosotros, los ignorantes, porque, al no saber de casi nada, cuando no entendemos algo (lo que nos sucede de contínuo), creemos que nos están intentando timar con el “toco mocho” o con el timo de “la estampita”.

Llevo unos cuantos días con una bandada de moscones zumbándome detrás de la oreja; concretamente, desde que me enteré que se había detenido aquí, en Madrid, a Hervé Falciani, el informático de HSBC, que dice que tiene a casi todos los ricos del Mundo agarrados fuertemente de los mismísimos... y que, después de un tiempo a la sombra, se le había dejado en libertad, y que ahora está colaborando con las autoridades españolas, con el fin de desenmascarar a los sinvergüenzas que han sacado de España, fraudulentamente, dinero amasado de forma ilegal. De julio a febrero, siete meses investigando, con los códigos en la mano, son muchos meses para estar sin ningún resultado que se sepa y, claro; yo, ignorante de mí, estoy empezando a pensar que el “tonto de la boina calada hasta las cejas”, no es tonto, sino gente de altos vuelos gubernativos que nos está metiendo en el sobre recortes de periódicos en vez de los billetes de 500 que decía; en unas palabras: que quizá haya quien esté buscando la posibilidad de que "alguien que no debería estar", nunca llegue a estar.

Se habla de que en el listado famoso del “loro Falciani”, estaban apuntados 3.000 españoles, y que alguien, con el maletín de magia de la señorita “Pepis”, lo ha reducido a poco más de 600, seguramente los más tontos, o los que no han recibido a tiempo el soplido mágico. Por cierto, ese en que todos vosotros estáis pensando, ¡Jamás ha estado ahí!

Hace unos pocos días, el diario El Mundo, reprodujo un listado publicado en el Boletín Oficial del Estado, con fecha lunes 9 de marzo de 1959, con la lista, nombres y apellidos de los golfos de aquellos años, similar al que ya debería haberse publicado, con los nombres y apellidos de los golfos de ahora. Seguro que cincuenta y cuatro después, habrá apellidos que se repetirán porque la desvergüenza es un virus que se transmite de padres a hijos y a nietos. Entre los de aquella gloriosa época estaban los Pujol, Ybarra, Villalonga, Botín, Mas-Sardá. Si algún día, habrá que esperar sentados, la lista moderna se llegara a publicar, seguro (¿a que sí?) se verán repetidos alguno de estos “ilustres defraudadores” o “sinvergüenzas ilustrados” en el oficio del choriceo de guante blanco.

A aquel ministro, don Mariano Navarro Rubio, ejecutar una orden dada por el Generalísimo Franco (él, aunque no hubiera sido el Jefe del Estado, jamás habría estado en un listado semejante), no le creó ningún temor, aunque entre esos nombres hubiera habido gentes próximas al Régimen.

A ver ahora, el actual ministro de Hacienda, don Cristóbal Montoro, si se atreve a hacer lo mismo. Sacar a la luz, a tanto… No; no me sale el calificativo suficientemente gordo que haga justicia a sus desmerecimientos… ¿cabrón? Sí, eso; tanto cabrón que nos ha estado empobreciendo a los españoles, con sus sucios manejos: comisiones al 4% desde las mismísimas instituciones gubernamentales, al tiempo que montaban la gran diáspora de miles de millones de euros, hacia los paraísos fiscales. Millones de euros que aquí invertidos, habrían servido para que muchas personas no hubieran perdido sus puestos de trabajo.

Mucho se está tardando en montar el “patíbulo”. Esperemos que entre tanto, no echen a volar los pajarracos, dejándonos como muestra solamente sus excrementos.

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Marcos, me parece que vuestra presidenta está a punto de haceros otra jugarreta. Por aquí se dice que se va a declarar en suspensión de pagos. Créeme que lo siento; ni Argentina ni vosotros, los argentinos, merecéis tanta desgracia como os está trayendo esa mala persona; esa “viuda negra”.

Una abrazo, Marcos y ¡Arriba nuestras Patrias! A ver si las hacemos que suban tanto, como para que Dios, al verlas tan jodidas, se apiade, y nos las mejore.