Uno de los muchos problemas que envuelven a los políticos de esta Democaca, es que al no ser capaces de nada medianamente positivo, lo que hacen con cierta normalidad es hablar; hablar en demasía y la mayoría de las veces haciendo y diciendo toda clase de gilipolleces, como aquella de la socialista Carmen Calvo, a la sazón ministra de ¡Cultura!, asegurando que ella fue antes cocinera que "fraila".
Aquella otra de asegurar que "el español está lleno de "anglicanismos"; o el intentar pedirle a Bill Gates "el dominio de la "Ñ" en internet", como si él fuera el dueño del registro de los dominios. También fue gordo aquel deseo de que "la Unesco legislase para todos los planetas".
También escuchamos decir al señor Solana, también ex ministro socialista, que "entregaba el catorceavo premio" de no sé qué cosa.
También fue muy lucido lo de la ministra por más señas, socialista, Bibiana Aído con su: "miembras e inferiorizadas".
Si; estas cosas tan gilipollescas se dijeron en la prehistoria de esta Democaca, pero no es una fruta que hayan dejado de degustar nuestros "lideres democáquitos"; el árbol está que se cae, por exceso de fruto. En la era moderna del sistema, enriquecido por la aparición en escena de la más rancia extrema izquierda, la cosecha sigue siendo de récord.
En primer lugar -simplemente por aparición en escena- está el "Nomber One" de la intelectualidad política de este país, don Pablo Iglesias (bis) que, en demostración
de su alta preparación intelectual,
recomendó "la Ética de la Razón Pura" de Kant, en vez de "Crítica de la Razón Pura". Y es que el "camaradoski Iglesias" es re-reincidente en sus confusiones pues, además de lo de Churchill, que jamás dijo "tortura a los números que acabaran diciendo lo que quieras" cuando quien dijo algo parecido fue Gregg Easterbrook: tortura los números y confesarán todo.
Y ya había atribuido en 2012 en un aula de la Universidad, la Teoría de la Relatividad a Isaac Newton, quitándole el mérito a Albert Einstein.
El ex secretario general del PSOE,
Pedro Sánchez (ex señorito Pepis), por total desconocimiento del personaje y de su obra, hizo nacer en Soria a Antonio Machado, quitándole el derecho a ser andaluz.
Se me hace tarde y aquí dejo el tema por hoy, pero prometo que en breve repasaremos las gilipolleces que son capaces de decir ¡claro que sí! los políticos ¿de derechas? Ellos dicen que no.
Eloy R. Mirayo.