lunes, 29 de abril de 2013

LA MADRE DE TODOS LOS FALLOS.

Nunca, en los más de quinientos años de existencia de mi querida España, los españoles habíamos recibido tanta información sobre todas las materias posibles e imposibles; tanta información que no nos ha servido para nada de utilidad. A cualquier hora del día y de la noche, siempre que se enciende un aparato de audio o audiovisual, a través de las ondas o en la pantalla da la televisión o de la tableta del iPad, aparecen políticos, economistas, médicos, físicos y, hasta buscadores (visionarios) de ovnis y acechadores de fantasmas, dispuestos a ponernos al corriente –las más de las veces en un idioma que, a las personas decentes, nos parece que hablan chino- de los logros de la administración gubernamental –que nosotros ni logramos ver nada admirable, ni sentimos en nuestras carnes nada positivo-; de la situación de la economía que ellos, los economistas discuten con cierto acaloro, dando y quitando la razón a los políticos –de lo que nosotros sufrimos en nuestros bolsillos-; y médicos, de distintas especialidades –que con sus prevenciones y sus intervenciones quirúrgicas en directo de vísceras desparramadas y riachuelos de sangre, consiguen con ello excitar nuestra hipocondría, como a “El Enfermo”, de Moliére-; los físicos progresistas que se dicen verdes; agoreros del futuro; cual aves de mal agüero -nos acojonan con sus apocalípticas predicciones, que parecen acercarnos irremisiblemente al fin del Mundo, por calor o por frio; por sequía o por exceso de lluvias ¡Qué más les da!-; buscadores de ovnis y fantasmas –que nos hacen pensar que, esas gentes que se sientan en los escaños de las distintas instituciones del Estado, por su extraño comportamiento, han de ser extraterrestres llegados desde lejana Galaxia a bordo de luminosas naves espaciales, o seres fantasmagóricos; malignos ectoplasmas llegados desde los tétricos castillos británicos, con el ferviente e irrefrenable deseo de hacernos la vida imposible con su arrastrar de cadenas y sus gritos angustiosos, amén del clásico abrir y cerrar de puertas y ventanas-. Todos esos personajes que vemos, oímos o leemos a través de los medios de difusión, nos dan millones de datos profesionales, que lo único que consigue es acrecentar la confusión del lego.

La “cosa”, está muy malita y, para que la solución nos devuelva la felicidad, y dejen de una puñetera vez de “rallarnos el coco” con el exceso de información, tiene que haber un cambio radical. Y, según don Jaime Lamo de Espinosa, bi-ministro, de Agricultura y ministro adjunto a la Presidencia -con Adolfo Suarez– “El rey es el único que puede pilotar otro cambio”. Hay que ver el daño que a algunos cerebros, les acarrean los años. Cuál rey ¿Este? ¿El que se va de safaris “conejeros” y vuelve hecho añicos? Es una broma de don Jaime Lamo de Espinosa o, lo que es peor; una maldad; una vendetta por algún daño que le habremos causado los españoles, a lo largo de su periplo político –en el franquismo, que juró defender-, o durante la Democracia asquerosa en la que él, cooperó de forma bastante notoria.

La madre de todos los fallos que pudo tener el Caudillo, durante sus casi cuarenta años de gobierno fue, sin duda alguna, elegir a don Juan Carlos, para sucederle a título de Rey de España; durante todo su reinado, y antes como príncipe, ha hecho lo que le ha venido en su real gana, sin importarle las consecuencias. ¿Pilotar un nuevo cambio? Ya podría haber pilotado adecuadamente el “Bólido Urdangarin”.

¿Pilotar? España es el circuito y el separatismo en Cataluña y el de las provincias Vascongadas, son las peligrosas curvas que debería tomar con toda la fuerza que le da ser el Jefe del Estado. ¡De todo el Estado! ¡¡¡Coño!!!

* * * * *

Apenas queda el eco
de ti,
lo sigue habiendo;
resuena en los andamios.
Y la fragmentación
que te hace
-hombre-
a solas te contempla.
Tiendes al infinito y te conformas.
Te alejas
y te elevas.

(Esther Giménez. Premio Hiperión de poesía.
Incluida en la antología “Un siglo de sonetos en español”.

jueves, 25 de abril de 2013

POR SI FUERA POCO LA MERKEL.

Las desgracias nunca vienen solas; al menos eso dijo el filósofo. Al hecho desgraciado de los cuatro “chicharros” que los germanos les regalaron ayer a los Messisboys, hoy hemos de sumar los otros cuatro “chicharrones” que nuestros Cristianosboys, se traen en el zurrón, como amable regalo por la visita que han rendido a la bella ciudad de Dortmund.

Es otra mentira más, con la que nos tenían engañados a los españoles –culés y vikingos-, haciéndonos creer que teníamos la mejor liga de fútbol del Mundo, y que el Barcelona y el Real Madrid eran los mejores equipos, no ya de este Mundo, sino de toda la Galaxia. Ocho goles como ocho soles, nos han hecho caer del guindo en el que nos tenían subidos las dos directivas y sus voceros desde los medios de comunicación a su servicio, dejándonos la espalda dolorida, especialmente a los seguidores más fieles que, a más de uno la noche pasada siendo culés, y esta noche a los vikingos, seguro que se les habrá extraviado el sueño, con pocas posibilidades de encontrarle. ¡Qué mala leche! Por si fuera poco la Merkel, van y se le suman los chicos de Bayer y los del Borussia para hacernos la puñeta. ¿Subirá la prima de riesgo española?

Mis más respetuosas condolencias para los buenos seguidores del Fútbol Club Barcelona; esos seguidores que le han entregado su cariño por ser simplemente un equipo de fútbol que, desde hace muchos años, ha intentado y conseguido ser uno de los mejores equipos del continente europeo.

Y, como las desgracias nunca vienen solas hoy, respetuosamente me acompaño en el sentimiento, y como a los culés, a los vikingos, también me conduelo con ellos. Y, como demostración; para los que siendo seguidores de estos vapuleados equipos, también me seguís en este blog, os cantaré mi dolor -a capela-, sabiendo que también es vuestro dolor: Ay, pena penita pe e e na; pena de mi corazo o o ón. Que me corre por las ve e e e nas…

No puedo seguir; las lágrimas que discurren raudas por mis mofletes, van inundando -cual caudaloso río- el teclado y lo mismo, al pulsar las teclas, me da un calambrazo ¡Encima!

martes, 23 de abril de 2013

HAY ALGUNA DIFERENCIA.

“El Estado se compromete a ejercer una acción constante y eficaz en defensa del trabajador, su vida y su trabajo limitará convenientemente la duración de la jornada para que no sea excesiva y otorgará al trabajo toda suerte de garantías de orden defensivo y humanitario. En especial, prohibirá el trabajo nocturno de las mujeres y niños…

El Estado mantendrá el descanso dominical como condición sagrada en la prestación del trabajo”.

Sin pérdida de la retribución y teniendo en cuenta las necesidades técnicas de la Empresa, las leyes obligarán a que sean respetadas las festividades religiosas que las tradiciones imponen, las civiles declaradas como tales…

Todo trabajador tendrá derecho a unas vacaciones anuales retribuidas para proporcionarle un merecido reposo…”

Por Orden del Ministerio de Trabajo de 7 de Mayo de 1946.

Aquel gobierno se comprometía con los trabajadores a mejorar las condiciones que, hasta el comienzo de nuestra guerra (Cruzada) habían sufrido desde tiempo inmemorial. No fue fácil ni cómodo, para las empresas, para los trabajadores ni para las mujeres e hijos de estos, pero la promesa gubernamental, lentamente, poco a poco, fue cristalizando enraizada en la seguridad del puesto de trabajo; del salario semanal o mensual que aseguraba la supervivencia, al principio, para más tarde (unos años después) ir ascendiendo en posibilidades (a nadie se lo regalaron) ganadas con esfuerzo y, como fruto a su esfuerzo, la población laboral rescatada, llegó a alcanzar lo que, en la España anterior (ni las monarquías, ni la dictadura del general Primo de Rivera), parecía inalcanzable.

Pero eso es una de las obligaciones que debe asumir un gobierno -junto a otras muchas que debe administrar, son todas las que están bajo la tutela del Estado- y que, en estos momentos -¡de gloriosa democracia!- existiendo esa obligación, está totalmente difuminada. Así es que se permite que el trabajador, un muchos casos, trabaje bajo condiciones de esclavitud: jornada al capricho del empresario; sueldo insuficiente; seguridad en el empleo nula y trato humano inexistente.
“El crédito se ordenará en forma que, además de atender a su cometido de desarrollar la riqueza nacional, contribuya a crear y sostener el pequeño patrimonio agrícola, pesquero, industrial y comercial (entones no existían los grandes tiburones económicos).

La honorabilidad y la confianza basadas en la competencia y en el trabajo, constituirán garantías efectivas para la concesión de los créditos.

El Estado perseguirá implacablemente todas las formas de usura”.


Esa, y no otra, es la esencia del crédito, y no la perversión en la que le han convertido. El crédito es la inyección económica que necesita una empresa para renovarse o crecer adecuadamente. Una empresa es un ente vivo que tiene la responsabilidad de generar, con la colaboración de sus trabajadores, riqueza que contribuya a que la Nación se fortalezca económicamente, haciéndola más sólida y segura. El crédito se creó como ayuda y no como enemigo.

Si a las entidades de crédito (banco, cajas y asimilados) se les aplicara esos principios contra la usura, no habría un solo banquero (hasta el gorrilla de Ferrari), cajero y asimilado que no estuviera sujeto a régimen carcelario.

La dejación gubernamental, o la complicidad delictiva (más bien lo segundo) es quien ha puesto en la situación tan desesperada a muchos centenares de miles de españoles.

A la muerte del Caudillo se reunieron un grupo sinvergüenzas; unos cuantos perjuros; algunos separatistas y otras gentes de mal vivir y defecaron, en 1978, un panfleto al que nadie, ni siquiera quienes lo deberían respetar y hacer respetar, hace puñetero caso, saltándose su hipotético mandato a la garrocha o, lo que aún es peor, pasándoselo por el pliegue de sus posaderas. Y, así nos va.

Los textos que están entre comillas, pertenecen al Fuero del Trabajo. Hay alguna diferencia ¿No?

sábado, 20 de abril de 2013

TONTO O MALO.

¡No me digáis que no es divertido! Ver desde este lado del burladero, las cornás que los sobreros de la ganadería del partido socialista se están dando, preludio de las que se van a dar en fechas próximas, me divierte más que un chiste de leperos. Los hijos puta tivos e hijas puta tivas de Pablo Iglesias -borrachuzo y mujeriego-, a pesar de que el difunto aún respira, a pesar de su aspecto (Rubalcaba), ya se están disputando a cornalones sus calzoncillos con manchas de “nicotina”, sus raídas zapatillas deportivas y sus sudados calcetines con “tomates” como puños.

Nunca –no lo digo yo, es histórico- el socialismo español ha triunfado por inteligencia y claridad de ideas; esos dos ingredientes para un buen guiso están proscritos por ser definitorios, dicen ellos, de gente de la extrema derecha; y es que el socialismo, siempre que ha llegado al poder, no ha sido por sus méritos encefálicos, sino por la tradicional cobardía de la derecha, derechona -ya me gustaría, si es que estoy equivocado, que alguien, más puesto me viniera a sacar del error-. Pero si no hay más que fijarse en los relumbrones que se ve en el horizonte -¡Gracias a Dios no soy sociata!-; son peores que las película de Chuck Norris: Eduardo Madina, sin más mérito que el de haber sufrido un atentado, del que, por el resultado, debería estar todas las horas del día, dándole gracias a Dios; la incombustible Carmelilla Chacón, la españolísima niña de clavel y castañuelas; el Patxi López, lumbrera que fue capaz de resistir ocho años en la universidad, sin siquiera terminar el primer curso; Emiliano García-Page, el pelota que sabe reptar con mejores resultados que el indio Sittin Bull, y Joan Mesquida, así decía llamarse hasta que creyó más conveniente llamarse Juan o Juanillo, y seguir la línea marcada por José Bono, en favor de la unidad nacional. Todos son simple tramoya, sin más valor que el coste de la ropa con que cubren sus tristes cuerpos, y el de los zapatos con que se calzan. Estas cinco prendas son las joyas de la corona republicana del PSOE, que presuntamente pueden hacerse con la menguada herencia del “pobre” –motivo por el que no presentar su declaración de Hacienda- Rubalcaba, el Galgo del Cantábrico.

En una entrevista que he mantenido con la bruja Lola, me ha desvelado que según su bola de cristal de Murano que usa como herramienta infalible, no se gasta menos la bruja, en breve se celebrarán unas primarias en el PSOE, y las ganará el actual alcalde de Toledo, el excelentísimo señor don Emili ano García-Page, que precisamente fue “page” del anterior presidente de Castilla la Mancha, el socialisto José María Barreda. Y, aunque de entrada y de cara al exterior no parece tener muchas posibilidades, su currículo de trepa da para varios folios. Este cursi que pone un guión entre sus dos apellidos, nació toledano en 1968; con apenas dieciocho añitos ingresó en la cuadra del PSOE y en 1987, con 21 añitos, alcanzó el puesto de concejal en Toledo. En 1993 fue teniente de alcalde y, en el 2007, gracias a los votos comunistas, con 39 años, se apropió de la alcaldía de Toledo. Carrera fulgurante de quien solamente es carnaza de partido político.

Aunque parezca imposible, aún hay quienes a base de inteligencia y esfuerzo son capaces de hacer una carrera profesional admirable: en Medicina, en las distintas Ingenierías, Arquitectura y también hay albañiles, fontaneros, carpinteros, comerciantes, peleteros, etc., pero políticos, y de izquierda… Estos solamente tienen dos formas de hacer carrera -además de hacer la calle-: “dando cera; quitando cera”; haciendo la pelota al que está en grados superiores o, “buleando” contra quienes le impiden el paso ascendente. “Este es el caso de Emili ano García-Page” -insistió tozudamente la bruja Lola-. “Este, arrastrándose por el suelo como un penitente, llegará a la Secretaria del Partido Socialista Obrero (obrero, que cachondos) Español. No lo dudes; nítidamente lo dice mi bola de cristal de Murano”, que no miente, como El País.

Tonto o malo; así son las cosas en el PSOE y él, no es malo.

jueves, 18 de abril de 2013

"MUERDO JUGOSO."

Se queda corta en la definición doña María Dolores de Cospedal cuando dice que los acosos que ha sufrido ella y algunos mandos de su partido, por parte de la Plataforma contra desahucios, es cosa de nazis. Se queda corta pues debería haber sumado a lo de nazis; comunistas, socialistas, cenetistas, ácratas, ocupas; en total, gentes de mal vivir. Pero eso, entre otras perlas, es lo que ustedes los democritos, se desvelan por proteger: la máxima expresión de la libertad de reunión y expresión. Y, eso no admite discusión porque, siendo el problema de los desahucios más agudo durante los últimos años del zapaterismo, es ahora, con la derecha en el machito, cuando esa gentuza se desmelena ante casas particulares de cargos del PP y ante sedes del mismo partido. ¿Por qué no ante la casa de Carmencita Chacón, la señora de la Vega, Zapatero o Solbes?

A los que hemos tenido la fortuna de haber disfrutado de otras atmósferas más limpias, esto nos parece cosas de extraterrestres cabreados. ¿Hay razón para protestar? Quien se ve afectado, sin duda, pero no los que se arriman para sacar un “muerdo jugoso”; un modus vivendi como son los casos de Jorge Restringen y Ada Colau; él por volver al primer plano y ella… pronto sabremos los españoles por que.

Una buena forma de desmontar bastardos intereses de “arrimaos” es lo que ha decidido el Presidente de la autonomía de Madrid, don Ignacio González, aportar mil pisos del IVIMA, para paliar los casos que se produzcan en la comunidad. Esa solución es la que se debería haber tomado desde el primer momento y no la cacicada de la Junta de Andalucía que ante la misma situación se dedica a disparar con pólvora ajena, y aún se permite amenazar a quienes tengan pisos vacíos con multas hasta de nueve mil euros, como si fuera fácil vender y aun alquilar pisos, con la ruina en la que han sumido a la tierra de María Santísima, los muchos años de gobierno socialista. ¡Mira por donde! Ahí los acosadores tienen tajo; a ver si la Junta de Andalucía, que tiene más de 5.000 mil pisos vacíos, poniéndose en pie de guerra de insultos y empujones -como hacen por estos lares-, la convencen para que empiece a dar de lo suyo, antes de obligar a dar a los demás.

Como pasa siempre en este país, desde que dejó de ejercer de España, siempre salen voces “muy juiciosas”, afeando el que la gente del PP, hasta los mismísimos cataplines de aguantar los acosos (no me sale del pito decir escraches), se desmelenen en el colmo de la más terrible violencia, y les insulte llamándoles nazis. Algo verdaderamente inaceptable de todo punto. Nadie, o casi nadie, salen juiciosamente cuando desde las bocaranas de comunistas y socialista, y también desde el PP, a los asesinos de ETA y a sus cómplices, torticeramente, siendo comunistas, se les aplica el apelativo de Fascistas, como insulto total; como cápsula en cuyo interior, fueran apretujados todos los insultos más graves y despreciables que pudieran ser aplicados al ser humano más abyecto.

Una última consideración. Se dice, no pretendo ponerlo en duda, que los nazis asesinaron a seis millones de judíos, por lo que dicha ideología política está prohibida en casi todo el mundo.

El comunismo: ¿Cuántos asesinatos cometió en la Unión Soviética, y fuera de ella, mientras fue su ideología y, aún sigue cometiéndolos por casi todo el mundo? Y está legalizado.

miércoles, 17 de abril de 2013

NO SON LAS COSAS COMO SOLÍAN SER.

No son las cosas como solían ser. Fue hace un par de días, comiendo en la terraza de un restaurante, vi a un perro sentado sobre sus patas traseras, la cabeza una pizca ladeada y la boca abierta, como esperando que le llegara algo; fija su mirada en mí, que estaba dando fin a un chuletón de ternera. Como haría cualquier hijo de vecino, amante de los canes, cogí el hueso del plato, y se lo eché al perro, pensando que cuando acabara con él, me vendría a hacer fiestas y carantoñas tan dados a ello. Craso error el mío; el perro de pronto cambió su mirada tranquila, a mirada furiosa que imponía; cogió el hueso del suelo y, sin mediar ladrido, me lo lanzó con inusitada fuerza que, si no hubiera retirado la cabeza a tiempo, me habría proporcionado un chirlo de grandes dimensiones e imprevisibles consecuencias. Raudo como un cohete se acercó el camarero a pedirme disculpas. Alegando que el perro –de nombre Stalin- era del dueño del restaurante y que solamente comía filetes de solomillo. Y, es que las cosas no son como solían ser.

No hace muchas lunas -que diría el indio Jerónimo- las mujeres guardaba su virginidad, celosamente, para entregársela al hombre al que amaban, junto a la promesa de amor eterno. Ahora no; ahora, una notoria mayoría, como el perro del restaurante, comen “solomillo” todos los días laborables y dos veces, las fiestas de guardar, en compañía indiscriminada y en los sitios más inverosímiles. Me contó un amiguete que, en uno de esos ruidosos bares donde suele juntarse la gente joven de oído duro -no lo tienen duro el oído- mientras estaba echándose una copa al coleto, vio cómo copulaba una pareja, ella la espalda contra el mostrador, y el bombeando, mientras charlaba con un coleguilla. Nadie se escandali… ¡Qué cosas se me ocurren! Las cosas no son como solían ser. Antes las madres vigilaban la regla de sus hijas y hoy, lo que procuran es que no falten preservativos en el bolsillo de su pimpollo.

La cosa es tan seria, que hasta el ministro de Justicia está tratando de reconvertir en lo que se pueda, el espinoso tema del aborto -para mí, el peor y más cobarde de los crímenes- y la posición de los padres ante el embarazo de una menor de edad. No es de recibo que el padre, también en eso, sea el último en enterarse. Por cierto, como cabrita esperara, la señora Elena Valenciano, ha salido al ruedo con sus cortas piernecillas y sus cortitos brazuelos a dar unos cuantos capotazos mal dados, como de costumbre y puesta a amenazar, amenaza... ¡hasta a la Santa Sede! Con denunciar el Concordato con España, si el gobierno del señor Rajoy modifica la actual ley del aborto –asesinato-. Este pequeño híbrido aupada a tan alto escalón de mando en las turbas sociatas, dice que el cambio que se avecina, va a “limitar la libertad de la mujer”. Las mujeres -y si ella encuentra con quien- pueden acostarse con quien mejor les parezca pues, nadie conozco que se lo impida; si así lo quieren, y su pareja aguanta, pueden recorrer todas la formas de copular que el Kamastra tiene recogidas y con cuantos paisanos, clérigos y militares se les pongan por delante, porque, efectivamente su cuerpo es de su propiedad; pero, si en tan agradables practicas quedara o quedase embarazada, señora Elena Valenciano, la criatura, sujeto de pleno derecho casi de su misma talla, no le pertenece, o mejor dicho, la mujer no tiene derecho a disponer de esa vida, ajena, que lleva en su seno -con esta vez, lo he dicho cientos de veces y en infinidad de lugares. Por mucho que se disfrace con subterfugios de riesgos físicos o psíquicos de la madre; envueltos en restricciones que a nadie moralmente íntegro convencen, el aborto es el mayor genocidio; la peor seña de identidad del ser humano y, cuanto más desarrollado, más cruel es su comportamiento. Y, lo peor es que la mujer (mater) es quien pone mayor empeño. No son las cosas como solían ser.

Esta vez mi dolor es por Venezuela; difícil, con el soso Maduro, se les ha puesto el futuro a los venezolanos. Duro es ser gobernados por reyes idiotas que no saben gobernar; malo es ser gobernados por un presidente idiota que no sabe gobernar, aunque sí “agarrar bolos” pero, ser gobernados por los comunistas cubanos, que además se les llevan trece mil millones de dólares todos los años, es para mear y no echar gota. A mis primos María del Carmen y Marcos: lo siento de todo corazón.

viernes, 12 de abril de 2013

TIRANDO AL MONTE.

La Enseñanza, publica y privada, es la cosa más importante entre las más importantes de las cosas que deben estar en la tutela de los gobiernos nacionales como son la Sanidad, la Justicia y la Seguridad Ciudadana; pero insisto, a la Enseñanza, cualquier gobierno, en cualquiera de los países más desarrollados, la cuidan porque saben que en ella se sustenta el futuro y, a mejor enseñanza, mejor futuro. Aquí, en España la cosa parece ir por otros derroteros; últimamente -me refiero a estos últimos “treinta y ocho años”- a las autoridades no parece que esa sea su máxima preocupación –serán los euros voladores lo que más les interese- pues, además de haber dejado en sucias manos autonomistas esa obligación, ni siquiera ejerce la propia obligación de comprobar la calidad de la enseñanza y la calidad profesional, la calidad de la ética y la calidad moral de los enseñantes. Ya pueden ser las aulas escolares como salones de hoteles de cinco estrellas, perfectamente climatizadas; ya pueden ser los pupitres de madera de caoba, finamente tallados a mano con figuras de querubines y flores y los asientos con cojines de plumas de pechuga de cisne envueltos en suave terciopelo; ya pueden estar los libros impresos en papel cuché con cubiertas forradas con piel de cocodrilo que, si los profesores son como el camaleónico Verstrynge, los resultados no pueden ser mejores que los que se están cosechando: ¡Caca de la vaca! que dicen en mi castizo barrio.

Yo -perdón por el yoismo-, en mis muy escasos años escolares -como ya he dicho en otras ocasiones no terminé la primaria- tuve la grandísima suerte de que esos dos profesores que tuve, sino una gran cantidad de conocimiento, si metieron en mi cabeza sentido de la responsabilidad, autodisciplina, respeto y lo más importante, deseo de mejorar: si no alcanza mi inteligencia ser el mejor, me enseñaron que es tan importante el intentarlo. Y ahora, con la ayuda de mi querido y admirado Rafael Estremera, lo sigo intentando.

Está claro que un individuo que a lo largo de esos malditos treinta y ocho años ha pasado de neonazi,  a ácrata libertario, pisando por los escalones de la antigua AP, PSOE, no puede ser un buen “maestro” porque, muy posiblemente que “sus Ciencias Políticas” sean tan cambiantes como ha sido su caminar por la política -en busca del pezón de la vaca, donde chupar- taqueando a sus alumnos, que no podrán jamás alcanzar a saber distinguir, que es lo peor de la política; comparándolo a lo mucho peor de la política.

El escaparate nos ha mostrado un género deleznable; por la pasarela han desfilado y siguen desfilando, no las bellezas modélicas como en la Pasarela Cibeles, sino auténticos desecho de tienta: astifinos; "bizcos" de cornamenta; remolones en la embestida; reservones; con querencia en tablas; cojitrancos y traicioneros pero, como Verstrynge  (restringe, decía la gente), ninguno ha reflejado mejor todos los defectos de la profesión.

Para dar el toque especial que solamente los profesionales del medio, en este caso un periodista del ABC, Don Ignacio Ezquerra: "¡Pobre Jorge Verstrynge! ¡Acabar intentando, a la edad de la jubilación, que le concedan el título de pandillero callejero!"

Y por terminar, que es hora, el recurso al pataleo de Jorge Verstrynge: "Buscan un chivo expiatorio, y como me busquen a mí le aseguro que me van a encontrar", advierte notablemente indignado con la Delegación del Gobierno.

Jorge se equivoca de animal; él se parece más a la cabra que es la que siempre tira al monte y, como es bien notorio, por ser macho, nunca será cabra, pero si cabrón, que es el macho de la cabra que siempre tira al monte.


martes, 9 de abril de 2013

TRANSPARENCIA RADICAL.


Ahora el partido socialista por boca de su secretario general, el tristemente ínclito Rubalcaba, pide que se luche por la transparencia, empezando por la Casa Real. El tío, como todos los sociatas, tiene un morro que se lo pisa. ¿Por qué empezar por la Casa Real –que también- teniendo más a mano la sede de su partido? está perfectamente claro que el día que se repartió la vergüenza, la honradez y la honestidad él estaba dando caza a algún “faisán”. Pero como en estos tiempos es normal, las cacas nunca están solas en los solares, sino que suelen estar acompañadas de otras cuantas cacas, unas más artísticamente diseñadas que otras pero, al fin y a la postre, las cacas, cacas son. Este escatológico comentario viene a cuento porque hoy, a través de Esradio he escuchado al fino y elegante señor González Pons asegurar que, una vez salgamos de esta crisis, los españoles volveremos a tener confianza en los políticos y en la política.

No, mire usted por dónde; no debe usted creer, señor González Pons, que los españoles somos idiotas, como si todos fuéramos votantes del PP; los españoles, y nos costará trabajo, volveremos a confiar en los políticos y en la política cuando alguien medianamente decente –si es que hay alguno- de entre esa casta en entredicho, obligue a todos los políticos chorizantes que se nos han llevado los euros a montones, les obligue a devolverlos hasta el último ochavo y, una vez los euros de vuelta al redil, uno atado a otro, formando la clásica cuerda de presos, se les pasee por las calles céntricas de la ciudad donde han cometido el desafuero; introducirles después en la mazmorra más horrible y una vez bien cerrada la cerradura, tirar la llave al mar, a mitad del camino entre Vigo y Cartagena de Indias.

Y vuelvo a las cacas en el solar. La señora -lava más blanco- Elena Valenciano, se empeña tozudamente –vuelvo a decir que así debería ser- en que para ilustrar la apuesta del partido sociata por la transparencia radical en la vida pública, hay que fiscalizar los gastos e ingresos de la Casa Real. ¡Si, coño, si! Lo repetiré otra vez si es necesario pero, si la cosa es que el PSOE se interesa por la “transparencia integral”, debería: primero mirarse en los bolsillos, no sea que algún guasón le haya gastado una broma, y después, saque una lista de sus compañeros y sus primos hermanos de la UGT, y busque, no hace falta mucho esfuerzo, donde aplicar la “transparencia integral”. No tenga duda, señora Elenita; los españoles, hasta los pobres desgraciados que irreflexivamente les votan, se lo agradeceremos profundamente.

El yerno del rey, el señor Ignacio –en nada se parece al de Loyola- Urdangarin, tiene el descaro de enterar a su real suegro, que tiene una oferta para tocar las pelotas en Doha, capital de Qatar; por lo que a uno, que es muy mal pensado, le asalta la duda de si hizo lo mismo cuando se dedicaba a la muy rentable  ocupación de ordeñar  la “vaca”, sin “ánimo de lucro”.

Este caballero que maneja tan bien el sable, para marchar a tan lejana tierra, al no tener retirado por el juez el pasaporte, solamente necesita el permiso del juez instructor. Sería cosa muy malita y sospechosa la venia judicial pues, como es sabido, entre Qatar y España no existe el derecho, por los dos países de pedir la extradición. ¡Jo, tío; que puntazo! Ahí sí que vas a poder ejercer de duque empalmado.
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Me alegra saber, apreciado camarada Marcos, que no has padecido ninguna desgracia por la catastrófica subida de las aguas. Aquí, en casi toda España, también ha llovido a cántaros, por lo que en algunas zonas las aguas al desbordarse, se han llevado por delante la vida de dos personas, además de arruinar viviendas, cosechas, fábricas y comercios. En Madrid, que es donde tienes tu casa, si Dios te encamina, por estar en la yema del huevo, apenas se ha notado.

Recibe un fuerte abrazo y nuestro saludo ¡Arriba España!


lunes, 8 de abril de 2013

EL "PAJARITO".

Resulta que el "pajarito" de Hugo Chávez vuela erecto por el cielo azul de Caracas, dictando los deberes a sus esbirros. Escuchar a Maduro, vicepresidente del gobierno, en funciones de presidente de Venezuela, decir que el "pajarito" de Chávez se le plantó en una viga -mejor en una viga, que en su trasero- para decirle con unos pocos trinos telepáticos que luche por la revolución bolivariana como él lo hizo mientras anduvo vivito y coleando. En un primer momento, parece que el señor Maduro está muy poquito maduro y, si los venezolanos insisten en concederle el poder, es que ellos tampoco andan maduros. Pero no, la mística del pajarito piantón, cómo me dice Emilia -una de tantas mujeres bonitas que da aquella tierra- es solamente un entretenimiento en el que los venezolanos se enredan; una aparente estupidez convertida en arma propagandística, que aparta a la gente de la atención de interesarse sobre cosas verdaderamente importantes como, sin duda lo es, el suministro de crudo a Cuba, Bolivia y Ecuador regalado o a precios de saldo.

Pues, hablando del pajarito y de sus trascendentes píos, píos –todos conocíamos el brazo incorrupto de santa Teresa de la Cruz, de la sangre que se licua, de san Pantaleón y ahora uniremos a nuestros conocimientos, el “pajarito” piantón de Hugo Chávez- se olvida la gente de la angustiosa situación en la que están viviendo. Un país rico como sería Venezuela, si no regalara su petróleo a esos golfos, no tendría el nivel de pobreza al que, por culpa de la estúpida “Revolución Bolivariana” en que le ha puesto la sucesión de maldades y tontunas cometidas por un iluminado liderzuelo de tres al cuarto, el que ahora, gravemente muerto, es posible que deje su cargo al ex conductor del Metro de Caracas; un personaje grosero y medio analfabeto, que piensa conducir los destinos de Venezuela, por los raíles que puso el muerto, como hacía por los raíles de hierro con el suburbano.

Será lastimoso, para el futuro de Venezuela, que no sean capaces los venezolanos de aprovechar la benéfica desaparición del fantoche cantarín, deshonor del ejercito. No es la continuidad del desastre, el matrimonio Maduro-Flores, lo que vaya a regenerar -no se apaga la gasolina en fuego, rociándola con más gasolina- la vida de aquel país hispano -junto a Argentina, Uruguay, Méjico y Chile-, uno de los más importantes de la que fue “América Española”.

Se aventura difícil el cambio en las muy próximas elecciones pues, tiene el “pajarero Maduro” en la mano, todo el apoyo estatal, incluyendo los recolectores de las actas; medios audiovisuales y escritos; a lo que también hay que sumar, para mayor dificultad del cambio, la acción del mosaico opositor (Mesa de Unidad Democrática) que, por ser la derecha –igual que la española- lejos de mostrar virilidad en la lucha, se conforma con quedar los segundos en “la meta” y, para no parecer violentos, dar la callada por respuesta al insulto -maricón-, con que ha adjetivado Nicolás Maduro a su candidato, el señor Enrique Capriles.

La oposición venezolana debería saber que para luchar contra un espadachín, no vale un cortaúñas.

viernes, 5 de abril de 2013

SI TE DICEN QUE CAÍ, de Álvaro Romero

Ayer, en un hotel de Madrid, ha asistido a la presentación de un libro –SI TE DICEN QUE CAÍ- escrito por Álvaro Romero Ferreiro, uno de nuestros mejores –por cierto Álvaro, tienes un encanto de esposa-. El esfuerzo de escribir un libro sin más -yo lo estoy intentando, y no hay manera- es tremendo, pero escribir exponiendo la propia opinión sobre la situación de desastre que actualmente se vive en nuestra Patria y dar nombres y apellidos de quienes han contribuido a ello, en gran medida, es una heroicidad de mayúsculas proporciones. Y, si además dedica parte de ese libro a decirnos que solamente con la unidad de todos los patriotas podremos alcanzar la posibilidad de que se nos respete como es debido; además de héroe es un visionario que, como aquel, clama en vano en el desierto.

He militado en Fuerza Nueva; en Falange Española y en Juntas Españolas; y ese discurso de unidad que he escuchado una infinidad de veces en los tres lugares, a pesar de que una vez se utilizó (Unión Nacional) para concurrir a unas elecciones generales, no ha sido más que palabrería dicha sin ninguna convicción, pues cada uno de los responsables de los distintos partidos, partiditos y partidetes, anteponían su sentimiento de ser “el jefe de algo”, a la obligación moral de ayudar a componer un Ente fuerte, con posibilidad real de que la voz nacional-sindicalista, fuera escuchada y valorada como se merece por todo el territorio nacional.

Nosotros, esta especie rara a la que pertenecemos –especie en peligro de extinción- somos como los refrescos; todos servimos para lo mismo, pero cada uno en su botellín. ¡Verdaderamente lastimoso! El dicho falangista: “la minoría selecta”, ha sido llevada por tanta gente hasta sus últimas consecuencias, dando lugar a la más lamentable de las diásporas ideológicas; hoy hay repartidos por toda España, un buen número de Jefes Nacionales de su propia Falange, de la que solamente él, es su único militante; eso es el máximum de la minoría selecta. Por mi parte, que les aproveche.

Gracias, camarada Álvaro Romero; hoy, acompañándote en tu parto literario, de alguna manera, he podido respirar un poco del aire patriótico que ya tenía casi olvidado. No es mucho pues lo que yo iba buscando, además de asistir a la presentación y conocerte físicamente, era darme un chute de patriotismo en vena y a lo más que ha llegado, que no es poco, es a que el corazón se me haya puesto a cabalgar como cuando salía con mis camaradas a pegar carteles anunciadores de algún acto patriótico, por las calles de San Blas, Vallecas, los Carabancheles… y, alguna vez, por la calle de Alcalá (el día que asesinaron a Juan Ignacio González, y, más o menos a esa hora, yo, junto a otros camaradas de FN, estábamos pegando carteles en la calle de Alcalá, a la altura del cine Tívoli) hasta la desaparecida Cruz de los Caídos.

Me decías, Álvaro, que políticamente hablando, los mayores, incluyéndote, para que nuestra idea volviera a florecer, debíamos desaparecer. No, respetado camarada; los mayores que somos los que tenemos los datos de primera mano (los mejor preparados políticamente), se les debería usar como tú, con tu libro, para que los más jóvenes lleguen a enterarse sin manipulación negativa exógena, de que aquellos falangistas; aquellos militares; aquellos requetés y aquellas buenas gentes que lucharon en las filas de Franco, fueron capaces de dar, hasta la mismísima vida, para salvar a España del rojerío asesino, apátrida y ateo. Los viejos nacional-sindicalistas, les podrán enseñar que, en el desarrollo de la vida laboral, hay mejores formas que las que sufre la clase obrera en estos momentos. Ellos les podrán decir que durante el “franquismo”, el trabajador era un ser humano y no un número impersonal, que en cualquier momento puede ser borrado del lugar de trabajo que está ocupando.

No se deben tirar las botellas del vino de reserva, si está en buenas condiciones de ser bebido, cambiándolas por otras botellas de vino joven. Lo mejor es cuidar al vino joven, para que mejore al lado del vino “viejo”.

jueves, 4 de abril de 2013

LA SEMILLA (y 2).

... fábricas de saneamientos, empresas de electricidad; la estela que irá dejando tantos cierres, será quien vaya creando una legión cada día más nutrida de parados que, con rapidez inusitada, empezará siendo de cientos de miles de parados, para convertirse en varios millones de personas desesperadas que ven, impotentes, como desaparece el esfuerzo de muchos años de trabajo, al tiempo que el hambre les ataca a él/ella y a su familia. Los polígonos industriales que fueron puntos de creación de riqueza, se van convirtiendo en una sucesión de edificios fantasmagóricos, en los que solamente entran las ratas, para comer los restos de un pasado aparentemente fue mejor.

Los bancos –el orondo banquero de la gorrilla roja de Ferrari y sus colegas- cierran el grifo de los créditos y, como consecuencia lógica, nadie paga a nadie y, todo aquello que se pagaría a larguiiiiiisimo plazo, es exigido a quienes han perdido sus empleos, que lo abonen a la mayor inmediatez, por haberse retrasado en unos pocos meses; el dinero que el gorrilla roja de Ferrari y sus colegas, en situación tan ruinosa, agrandan su patrimonio; se hacen mucho más ricos, en contubernio con los individuos que forman en el primer punto, aunque en vez de papel moneda, la enorme parva la recojan en pisos, chalets, terrenos y locales comerciales que fueron sedes de muchos tipos de negocios que, a su momento, los pondrán de nuevo a la venta, a ser pagados, por quienes volverán a trabajar para ellos, en larguísimos plazos. La versión del Mercader de Venecia, con la novedad de que estos mercaderes, como los vampiros, prefieren la sangre, pues la pueden obtener de sus acreedores sin necesidad de separar del resto del cuerpo un simple gramo de carne.

Una vez conjuras las dos partes del plan; el descontento –cabreo en idioma llano- es el único sentimiento de toda la sociedad; ello es seguido por todos, sin discriminación de ninguna clase, como ordena la Constitución, que para el asunto en trámite está creada. Todo el personal está jodido –no jodiendo, que sería buena cosa-: los jóvenes, sin posibilidad de crearse honradamente un futuro con su trabajo; los de edad intermedia porque laboralmente están desclasificados; y los que ya tienen la fecha de caducidad en la espalda, como los productos perecederos de alimentación, con las pensiones congeladas o “retranqueadas” de forma espectacular.

¡Sí! Aún se puede echar más leña al fuego –“más madera que es la guerra” dijo Groucho Marx- para lograr que la olla adquiera tanta presión, que llegue a explotar. Los servicios imprescindibles: justicia, sanidad, enseñanza y transporte ¡leña al mono! ¡Qué se chinche el pueblo llano! Los ineptos del primer punto; los que han llegado a ser maestros en las Malas Artes, para demostrar su buena disposición, con la convocatoria de huelgas, pondrían más leña en el fuego bajo la olla y… ¡¡¡PUM MMM!!! A la sociedad escaldada, después de haber sido defraudada; oprimida; vejada; ultrajada; asesinada; robada; estafada; expoliada; chantajeada; abandonada; desprotegida; y ridiculizada, no le queda otro camino por recorrer que aquel que le lleva hasta la cota donde reside el señor Golpe de Estado y, pedirle a Dios el milagro, que sea para bien.

Lo que no esperaría esa desgraciada sociedad es que, pasado el tiempo, volverían sus desgracias porque, de nuevo, aparecerían los ineptos a morar en las sedes de los distintos gobiernos, para repetir la “jugada”. El orondo personaje de la gorrilla roja de Ferrari y sus colegas, no habrían de volver, ya que esa “gente”, no se marcha jamás.

* * *

Un preocupado recuerdo por mis camaradas argentinos que han sufrido dañinas inundaciones. Espero y deseo, apreciado Marcos, que vosotros no hayáis padecido ningún daño físico o patrimonial. Rogaré a Dios por Argentina; por vosotros y por todos los argentinos/as. Un fuerte y afligido abrazo.

miércoles, 3 de abril de 2013

PRESENTACION DEL NUEVO LIBRO DE ÁLVARO ROMERO.


LA SEMILLA.

Un buen camino para alcanzar la cota donde descansa el Golpe de Estado, es hacer las cosas muy malitamente; verbigracia, como se están haciendo en la actualidad en nuestro solar, nunca mejor indicado, patrio. Un Golpe de Estado, normalmente, no brota de la tierra como lo hacen las setas después de la lluvia. Un Golpe de Estado necesita que se plante la semilla y regarla bien regada para que al fin explote en toda su intensidad.

A poco que uno ponga empeño, puede descubrir de qué se compone la semilla, y el cuidado que necesita para su buen desarrollo. Verbigracia:

Para el primero de los puntos, la semilla, es necesario buscar, y encontrar, a los individuos menos dotados intelectualmente, si son desechos de la enseñanza (primaria, secundaria y universitaria) ¡miel sobre hojuelas!; se les enseña a llevar siempre la contraria, por cualquier motivo, aunque no sepan de lo que va el asunto; se les adiestra en los oficios de carteristas, trileros, tahúres, fulleros, timadores, comisionistas, chantajistas, vendedores de mercadillo, quincalleros, escapistas, etc. y se les introduce, sin hacer selección, no es necesario, en los distintos edificios que normalmente se usan, en los países serios, como sedes de gobiernos, ministerios y alcaldías, amén de otros centros próximos a esas realidades administrativas. De esa forma tan sencilla, se consigue el germen necesario; la semilla.

El segundo punto es bastante más laborioso y delicado. Para este segundo punto hay que encontrar a un auténtico “hijo de ramera”; posiblemente banquero pues, lo que se persigue es crear una situación ficticia de riqueza generalizada que parezca sencillo entrar en ella para cualquier persona, independientemente de los conocimientos y méritos profesionales. La facilidad debe parecer universal, dentro de las propias fronteras. ¿Cómo llegar a ese punto? Ahí entra en juego el banquero –la figura debe ser oronda, físicamente grotesca; algo hortera y aficionado a los coches de fórmula 1, que para cubrir su calva use una gorrilla roja de Ferrari- que abriendo las puertas de su banco de par en par, ofrece dinero fácil; dinero aparentemente fácil para todos, con el único esfuerzo de intentar alcanzarlo. “Pide”, le dice el orondo banquero a Pepe. Y Pepe pide para comprar la vivienda; y Pepe pide para poner un comercio, un taller o un supermercado pequeñito; y Pepe, ante tanta facilidad, pide para cambiar el viejo coche por un 4 por 4 de alta gama; pide para unas vacaciones en Cancún, en Cartagena de Indias o la Rivera Maya; pide para ropa, calzado y bolsos de cocodrilo para no desentonar y en el furor uterino por comprar en el que vive, hasta un carísimo perro, pide comprar.

¿Pisos? Cientos de miles vendidos en ciudades y pueblos, para primera vivienda y, muchos más cientos de miles en las costas para segunda vivienda. ¿Coches? Cientos de miles de media y alta gama. ¿Viajes? A todos los lugares del mundo y en toda clase de medios de locomoción, eso sí, en primera ¡Todo se pagará en pequeñas cantidades a largo plazo!

Sí, claro que sí se montaron pequeños negocios: tiendas de comestibles, fruterías, pequeñas casas de modas, que se decía, talleres de cerrajería, cristalerías, fontanerías, fábricas de muebles, fábricas de puertas de madera, pequeñas y medianas empresas y grandes de construcción … y Pepe, que ya es don José, grita a todo pulmón ¡Esto es Jauja!. El pobre no se da cuenta que el banquero orondo de la gorrilla roja de Ferrari, le tiene sujeto por las partes pudendas.

Pero el germen; la semilla del Golpe de Estado está ahí; a la espera de los acontecimientos. ¿Qué ha pasado…? Las grandes empresas de construcción se derrumban, arrastrando con ellos a las pequeñas y medianas junto a las fábricas de puertas, de muebles, cerrajerías…

(Continuará).

martes, 2 de abril de 2013

BUROCRATIZADO Y ARRASTRADO.

Hoy, humillado; vejado; burocratizado y arrastrado por los desiertos, allá por el culo del Mundo, el ejército nacional, es una mala sombra de aquel que el día primero de abril de 1939 se impuso, con un par de cojones y un palito, al sanguinario rojerío nacional e internacional.

La verdad es que me encuentro triste porque, a pesar de ser el 74 aniversario de tan señalada fecha, nadie, ni aquí en España ni en el resto de los países que sufrieron sobre sus cabezas la presión de la bota roja, ha tenido el mínimo recuerdo de la inigualable gran hazaña. Es raro ¿No? Es raro que ni siquiera desde la Iglesia española, que tantísimo sufrió –cuantas monjas y cuantos seminaristas y sacerdotes; obispos y cardenales todos ellos escarnecidos y asesinados salvajemente por la bestia roja-, hasta que las tropas nacionales les fue liberando pueblo a pueblo; ciudad a ciudad. Silencio absoluto en su máxima representación; monseñor Rouco no ha tenido a bien decir ni una sola palabra -¡No digamos una misa!- de agradecido recuerdo. Es igual; la Iglesia es, lo mucho que es, y ellos, son solamente eclesiásticos de frágil memoria. Claro que, tanto o más agradecimiento le debe don Juan Carlos I, y tampoco se le ve muy predispuesto a mostrarse agradecido. Pues, que les vayan dando a todos ellos, por donde amargan los pepinos.

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No venia mal el obituario de “El Mundo” este domingo, ilustrado con las fotografías del asesino López Peña, “Thierry”, uno de los últimos jefes de ETA, y de Luis Martínez Noval, ex ministro socialista.

Ya lo dije pero, para que no haya duda, lo vuelvo a repetir: no deseo la muerte para nadie pero… me regocijo con la muerte de ese carbón de etarra. Y, me deja al fresco la muerte del socialista.

El sentimiento que me produce la muerte de “Thierry”, una vez aparcada la alegría, es de frustración; de profunda frustración porque se ha marchado a los infiernos sin haber sufrido lo bastante, como para con ello pagar los profundos sufrimientos que ha provocado a los familiares de sus víctimas (padres, viudas e hijos). Ese jodío muerto, excremento de bestia salvaje, no se merecía una muerte tan rápida; debería haber muerto como aquel que los indios, después de anestesiarle el cuerpo, dejándole lucido, le fueron fundiendo, desde los pies hasta la cabeza, poco a poco, mientras aspiraba el olor que despedía –en este caso, a cerdo asado-, su propia carne al quemarse, hasta su muerte. Aunque yo, junto a varios millones de compatriotas nos conformaríamos con que se le hubiera ahorcado, en mitad de la plaza Mayor de Madrid, a un lado de la figura ecuestre del rey Felipe III, junto a los demás asesinos etarras que estamos alimentando en las cárceles españolas, y a los que estos gilipollas de políticos, que nos han nacido para jorobarnos, como los callos en los dedos meñiques de los pies, han ido soltando sin motivo que lo justifique.

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Desde esta hojilla de mi blog, contesto a Ansiadalibertad: por mí no hay problema, en todo caso, agradecimiento por leerme, y por tener la deferencia de postearme en tu blog. Lo que si te pido es que, la próxima vez que quieras decirme algo, te olvides del “Don”, pues si no lo haces, tendré que tratarte de Excelentísimo Señor. Yo también te mando un afectuoso saludo.

A todos vosotros ¿Qué tal lo habéis pasado esta semana santa? Espero que muy bien. Hace mucho que no sé nada de mi camarada Marcos, “El Criollo Andaluz”.

lunes, 1 de abril de 2013

HEMOS PERDIDO POR GOLEADA.

La decadencia comienza desde el instante en que se pierde la capacidad de evolucionar.

¿Es posible que haya alguna duda de que ese mal sea el que actualmente aqueja a España? Se confirmó el presagio de los “fachas”. Los españoles que vivimos bajo el mandato de los gobiernos del generalísimo Franco, somos quienes tenemos suficientes elementos de juicio para contrastar situaciones tan diferentes como son, las que vivimos en aquel pasado y la que nos están haciendo vivir en este desesperante presente. El resultado del análisis entre esas dos realidades es que el “cambio”, no ha sido a mejor, como cabría esperar de todo lo que se quiere cambiar, sino a mucho peor, si es que a “aquello” se lo quiere tildar de malo, valga la perogrullada.

Admitiendo que nada ni nadie es para siempre, hay que aceptar que después de, vienen otros tiempos y otras circunstancias; pero eso no justifica que esos tiempos y esas circunstancias, tengan obligatoriamente que ser peores, simplemente por el hecho de ser distintas, como es en este caso que el mal, en vez del bien, nos está afectando, a casi todos los españoles.

El cambio ha sido a peor, porque absolutamente todo es peor que fuera durante la “dictadura franquista”. Ni siquiera ha mejorado la Democracia el sentimiento y disfrute de la libertad -aunque la estén continuamente usando como caballo de batalla-, en la que vivíamos la gran mayoría de los españoles que hoy, tan en precario tenemos, atacada por todos los lados por el terrorismo y la delincuencia ordinaria, que no respetan vida ni hacienda. A los españoles este “cambio” ha hecho que se nos cayeran hasta los palos del sombrajo ¡Tan ilusionados que estaban algunos!; el respeto a las instituciones franquistas, que guardamos sin sacrificio la mayoría de los españoles, con el discurrir diario de las nuevas instituciones, empezando por la monarquía y terminando por la municipal, se ha convertido en el doloroso sentimiento de estar sometidos a los desmanes lujuriosos, económicos y de todo orden de unos “señores” nacidos para fraude; gentes a quienes parece que les retiraron de la teta de donde mana la ética, la decencia y la honradez demasiado pronto; antes de tiempo. De igual modo que debieron hacerlo de la teta de la cultura.

Los nuevos tiempos, a quienes hemos bebido las aguas sin cloro, nos extraña que los “nuevos” se conformen con tener una justicia, en minúsculas, mediatizada por los bajos intereses, individuales y de partido, de los políticos en el Poder, en detrimento las más de las veces del noble motivo de ser de la Justicia: la defensa de la razón. De la misma forma nos es extraño que se avengan, sin aspavientos, a lo que ha acontecido con sus ahorros, en las cajas de ahorros y en los bancos. Lugares atrapados por los políticos para enriquecerse y con lo que les sobra, que sigue siendo mucho, financiar a los partidos donde militan, calco exacto de las partidas de bandoleros de las serranías andaluzas, de añejos tiempos.

Uno por uno de los puntos en que se basa la vida del individuo, haciendo desapasionadamente la comparación, con el “cambio”, España y los españoles decentes y, hasta los medio-decentes que entre ambos somos la mayoría silenciosa, hemos perdido por goleada.