lunes, 1 de diciembre de 2025

¿LOS OTROS…? YA TUVIERON CINCUENTA AÑOS.

Hay que insistir tozudamente porque está claro que son muchos millones los españoles que viven en una realidad terrible, de la que, teniendo solución sencilla, los muy capullos se niegan colectivamente a hacer algo por mejorar. Lo peor -no para ellos ¡que se jodan! que aquello que sufren se lo tienen ganado a pulso-, lo verdaderamente horrible es que su tozudez nos implica al resto de españoles, obligados, aunque muy jodidos, cabreados y soltando graves, pero merecidos insultos por la boca contra los que, a ellos, por su propia culpa les tienen así; y así es a lo que se nos obliga que es vivir su mismísimo terrible nivel, pagando cada día más impuestos y más altos y sufriendo más prohibiciones.

Cincuenta años aguantando es mucho aguantar ¡coño! Es mucho aguantar ¡rejoder! Cincuenta años… Habría que buscar a alguien con gran poder disuasorio que haga entender, no únicamente a los tozudos, sino a todos los españoles y para que también se vayan enterando los que sin ser españoles viven entre nosotros, que al encender la televisión, el “espectáculo” que se nos está dando en la pantalla no es tráiler de una película de Santiago Segura, que pudiera ser la última entrega de “Torrente” (el Brazo tonto de la ley) 

y que Koldo, Ábalos, Cerdán y Pedro Sánchez no forman el elenco de esas películas, sino que son cuatro golfos sin vergüenza que nos están llevando de cabeza a la pobreza menos retornable, mientras ellos se han enriquecidos llenándose los bolsillos -bancos en el extranjero- con “chistorras, soles y lechugas. 

Se avizora en lontananza; parece como que en el sombrío horizonte se ve luchando, queriendo salir, un rayo de sol que pudiera ser el que templara el adelanto de Elecciones Generales, durante este recientemente inaugurado mes de diciembre, capaz de hacer razonar a toda esa tozuda gente, que, ¡olvídame! no todos son los sociatas, quienes continúan votando dejándose robar por los suyos sino que también, de la misma manera, son muchos los pepesinos que les permiten con su voto hacer lo mismo, a los de ellos y… hasta esos que sus representantes siempre andan por ahí, como rameras, intentando vender su “producto” a buen precio. Ese el momento de votar con el máximo de nuestra inteligencia; es el momento exacto de ser “egoísta” y votar a VOX, que es posible que sea el “fármaco” que acabe con nuestros cincuentones males. 

¿Los otros…? Ya tuvieron cincuenta años y lo único que consiguieron alternativamente ambos fue, “llevarse el burro a su cuadra”.
Eloy R. Mirayo.