…Y montaron en Madrid con extensiones en otras provincias su personal “picadero”, y en el frontispicio, en mayúsculos caracteres en color rojo chillón, como corresponde, la siguiente proclama: AQUÍ, NIÑAS PIJAS, EN POLITICA ASCENDERAS SI EN EL CATRE TE ME DAS.
Lo cierto es que de pronto, como atraídas por un poderoso imán (cual gallinas salidorras), todas las niñas pijas neorojas de papichus ricos de la “complu”, de otras universidades, e hijas de terratenientes de provincias, con las bragas en la mano, se apuntaron a Podemos y, desde debajo de cualesquiera de los del “Trío pichanguero”, polvo viene polvo va, fueron ocupando la práctica totalidad de los altos cargos de aquel peculiar (iba a decir lupanar político, pero no) embrión de partido político, típica muestra de lo que es la Democracia Participativa, y lo que es su credo: “Aquí se folla, aquí se trinca y también se esnifa… !ina ina, la cocaína!”.
Para montar un tiberio de semejantes características (chavista iraní y bolivariano) no es necesario un cerebro energéticamente desarrollado, sino un adinerado sinvergüenza encanallecido contra España (siendo español, aunque le joda, más me jode a mí que lo sea) propietario de una cadena de Televisión y tres mindundis con ínfulas intelectuales (conseguidas por “papá catedrático”, los otros por su amistad con el hijo del papá catedrático) poniéndoles al frente de Podemos, que simplemente es la excrecencia maloliente en que acabo el “15-M”.
Hoy, sobresaliendo su imagen por encima de los otros dos 33,3 %) del infausto “Trío pichanguero” (los otros dos ya tienen sus barbas en remoje) brota la realidad oculta que casi todos conocían, algunos lo imaginábamos, de lo que siempre ha sido el hipócrita Errejón: “alrededor de 5 millones de mujeres españolas han sufrido en algún momento de sus vidas violencia física o sexual”.
Me encantaría que ese lascivo cabrón baboso confesara, cuantas de esos 5 millones de mujeres le han sufrido a él, en las dos versiones que indica, física y sexualmente.
Eloy R. Mirayo.
En estos dolorosos momentos que tanto están sufriendo en gran parte de nuestra Patria, mi dolor no es por quienes han muerto -ellos ya no lo necesitan-, habiendo sido arrancada su vida por el furor descontrolado de las aguas. Mi dolor y mi llanto, lo sé porque yo, muy reciente lo estoy sufriendo, es por los vivos que jamás podrán volver a hablar y a escuchar sus voces; jamás volverán a besar estrechando contra su pecho a sus mujeres, a sus maridos, a sus hijos, a sus padres, a sus hermanos… A sus irremplazables seres más queridos. Yo, con mi plegaria pediré a Dios que les de fuerzas para que les sea posible soportar el peso de tanto dolor.
Padre nuestro que estas en el…
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