jueves, 14 de julio de 2022

"MALA SUERTE."

Dice "el pavo", que ha tenido mala suerte porque en esta legislatura ha tenido que enfrentarse al Covid, a la Filomena y ahora a la guerra en Ucrania (que la está utilizando como si hubiera cogido el fusil y la mochila y estuviera tirando tiros y esquivando balas desde la trinchera), por la invasión criminal de las tropas rusas mandadas por el Putin. Le ha faltado a "el pavo", terminar su lamento excusatorio añadiendo, si su soberbia se lo permitiera, el hándicap de su gran incapacidad intelectual, solamente superada por su tremenda maldad y por la gilipollez que le coge desde las uñas de los dedos gordos de sus pies, hasta el mechoncito blanco que luce entre sus cabellos.

Esa queja lleva implícita otra de sus mentiras de gran tamaño, lo que resulta muy cansino. No es cierto que usted, "pimpollito del Ramiro" que presume aupado en tan alta magistratura por la diosa fortuna (y la colaboración del separatismo y también del blanqueado terrorismo), haya sido atacado por la mala suerte. Nosotros somos los que estamos invadidos por la mala suerte. Nosotros los que obligados por sus ocurrencias, nos movemos entre dificultades, fuera de la desvergonzada isla que tiene usted montada; somos quienes estamos siendo devorados por la mala suerte de estar bajo el capricho de sus improcedentes decisiones.

Es usted un falsario de cojones. Quejarse de la suerte siendo un individuo tan gris; siendo ¿una persona? (persona, animal o cosa ¡que mas da!) de escasa inteligencia, que además de ser muy limitada la tiene fuertemente enrocada con la maldad y el peor de los instintos, es una desconsideración con quien le ha colocado ahí, como antes le colocó en Caja Madrid, para que a la mayor velocidad posible le vaya engordando su cuenta corriente, hasta que pueda sumarse a la reducida grey de los grandes millonarios que tendrían dificultades para explicar de donde les han venido tantísimos euros. 

Quejarse de la marejada desde la atalaya donde jamás podrían llegar las olas, es una pose falaz para ocultar como  está disfrutando "de gorra" de todo cuanto pueda ser disfrutado, pasándonos la abultada factura (la suya y la de sus acólitos, que de esa suerte también disfrutan de lo lindo) a los que cada día, con su "colaboración", se nos hace mas difícil recordar, unos -los mas viejos- y conocer -los jóvenes-, el significado de la palabra disfrute.

Eloy R. Mirayo.





   

No hay comentarios: