jueves, 6 de mayo de 2021

SIEMPRE ES NECESARIO ESTAR PREVENIDO ESPERANDO LO PEOR.

 A última hora, cuando estaba dando la vuelta con la llave a la cerradura para echar el cierre ¡por fin! Pablo Iglesias ha coincidido con el resto de españoles en la poca confianza que tiene en la capacidad intelectual de su pareja, no "colocándola" en la cabecera de su pandilla política.

No se entiende la decisión siendo y funcionando aquello como un negocio propio; lo natural, lo que viene haciendo la mayoría del personal, porque no habría mejor cuidador, ni mejor vigilancia sobre los propios intereses, es entregar a la persona con quien se comparte cama y water, y más, si la persona en cuestión es para más, la madre de sus hijos, tan productivas riendas.

Cuando Pablo Iglesias anunció su forfait de la política -el comercio del ramo acabó con los grandes pañuelos "recoge lagrimas" en todo el territorio nacional- ¿quién no pensó en Irene Montero como Capo di tutti capi di Juntas, juntos, juntes Podemas, Podemos, Podemes de las que hasta ese momento lo había sido él? ¡Nessuno in tuti il Mondo! 

(Hasta Tarzán  lo hubiera hecho con su compañera).

¡Mira el tío desgraciado del moño -habrá quien así lo piense y lo diga; yo, ni de lejos- nos la pone de ministra y él, ni la nombra en su despedida!

Es que en esa pandilla no hay ningún Pedro Sánchez a quien... -no; no voy a usar la fea palabra "extorsionar", por mucho que se me insista; va contra mis buenas formas- ¿presionar? Si; vale presionar, pues con estas criaturas, profesionales del garrotazo y tente tieso que tan a mano tienen piedras y ladrillos... cuidadito, cuidadito; siempre es necesario estar prevenido esperando lo peor.

La reacción de la gente es verdaderamente extraña; parece como si la normalidad hubiera envuelto la presencia de Pablo Iglesias en la política nacional y, dentro de ella, su fantasmal paso por un ministerio al tiempo que de una vicepresidencia; y finalmente por un asomarse electoral a la presidencia de la Asamblea de Madrid, como presidente, es: "¡Se tenía que haber ido antes! 

No; esa es la gran equivocación; no es que se tendría que haber ido antes, sino que no se le debería haber permitido "venir". Pero, como les suele ocurrir a quienes van de sobrados por la vida, la aparición del "activista rojo", fue muy bien recibida, por supuesto en emisoras de radio y televisiones pro gubernamentales, a las que se les conserva muy bien "lamentadas", y también las que se presentan a sus seguidores como medios de comunicación no izquierdosos, con la equivocada idea de desmontarle al activista Iglesias, todo cuanto pudiera exponer.

La tremenda equivocación fue que mientras el activista llevaba estudiadísimo su papel y hasta con lo que le iban a contrarrestarle, los que le esperaban para revolcarle públicamente ni siquiera tenían idea de lo que tendrían que debatir. Y así; de manera tan sencilla, con una capacidad intelectual casi básica, se cerraban los debates con casi todos los puntos en el zurrón, de a quién se le intentaba "zurrar la badana". Como se intentó en varias ocasiones en "El Cascabel al Gato", en la emisora de televisión "Trece".

¿Quién no le abrió puertas a Pablo Iglesias en España?

 ¿De esa guisa le abriría la puerta a alguien la Reina de Inglaterra? No; claro que no. Y no sería ¡cómo pensarlo! la Reina quien tuviera que determinar, porque para eso tiene un servicio de Protocolo, y su jefe le habría puesto en la puñetera calle. Por gilipollas y patán. Algo que se debió hacer aquí el día 1 de febrero de 2015 y ¡quién sabe todo lo que nos podríamos haber ahorrado!

Eloy R. Mirayo.

 



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