lunes, 20 de enero de 2020

FÁCILES DE COLONIZAR.

Lo que está absolutamente demostrado es que España, y los españoles ciudadanos de este gilipollesco sistema político somos fáciles de colonizar. Vamos, que no hemos sido capaces de oponer ni la más leve oposición, a todo lo que nos viene del otro lado de nuestros limites fronterizos. El sistema ha transformado a España en una gran esponja, y a los españoles en pequeñas esponjas obligados a absorber cualquier cosa... mierda incluida.

No vengo a este folio a decir que todo cuanto hay de bueno por el mundo, por ser extranjero, no pueda ser bien recibido y sacarle beneficio por su uso; eso sería una gilipollez que, aunque haya quien no se lo llegue a creer, aún no he cometido.

De lo que me "quejo" es de que siendo el país del Pan tumaca, del pepito de ternera, del bocadillo de calamares regados con vino o cerveza, nos han convertido en devoradores de perritos calientes, hamburguesas regadas con Coca Cola ¡qué tie guevos!.

Pero siendo malo -¿qué malo? ¡Perverso! diría yo con más razón que un santo- lo peor no son esas cosas que muchos pensarán que no tienen importancia, en lo que demuestran estar equivocados porque, admitiendo esas... "minucias", se deja la boca abierta para tragar algo tan alejado del comportamiento humano como es eso que incomprensiblemente se ha aceptado como deporte que es "El MMA" (Artes Marciales Mixtas) un espectáculo -siendo el Ajedrez un deporte, a eso

yo no le doy la categoría de deporte- directamente importado ¿de dónde podría venir semejante bestialidad? de los EEUU. No parece que la práctica que vemos en la fotografía coincida con lo que el Real Diccionario de la Lengua Española define Deporte: "tiene como objetivo la expresión o la mejoría de la condición física y psíquica".

Ya el habitáculo, rodeado por una verja, como en el Circo cuando se da un espectáculo en el que intervienen grandes felinos, resulta degradante para quienes, como gladiadores en la antigua Roma, se disponen a propinarse sin piedad toda clase de golpes, con las cuatro extremidades, para que el "populacho" grite enardecido, ante la sangrante consecuencia del castigo; la sensación es que únicamente haría falta el dedo pulgar, hacia arriba o hacia abajo, para la total satisfacción de quienes asisten al bestial espectáculo.

Son infinitos en toda España los gimnasios en los que se enseña y entrena, tanto a hombres como a mujeres, en tan lamentable práctica que a ese bajo nivel, hay practicantes que después de una sesión vuelven a casa con alguna costilla rota, además de magulladuras en el cuerpo, en la cara y...yo creo que hasta en el Alma.

Para mí que no se queda ahí la cosa. Pienso -lo hago de vez en cuando, pero no por mucho rato- que el MMA es el asterisco que nos marca el origen de la solapada guerra que la gente poderosa ha establecido contra el resto de la especie humana (perdedora sin remisión). Los grandes trust económicos dueños de casi todo, lo estamos comprobando con el continuo crecimiento del paro y la escasez de la creación de puestos de trabajo, lo que buscan es quedarse, además de con el "casi todo" que aún no tienen, únicamente con los hombres y mujeres imprescindibles para asegurarse los servicios personales que no les puedan dar los robots, con los que planean sustituir al resto de los humanos que les sobren.

¿Qué es una tremenda exageración? ¡Claro que si! Yo entiendo de pesos y medidas. Cuando la señora Aguirre permitió la entrada en Madrid ciudad a las grandes superficies comerciales al tiempo que también permitió su apertura comercial las veinticuatro horas del día, los trescientos sesenta y cinco días del año, se tildó de exagerados a quienes avisamos de que con "ese servicio a... no sé a quién", se había sellado el certificado de defunción del pequeño comerciante. 

Están consiguiendo hacer del hombre predador del hombre. Y encima, nos castigan con este gobierno.

Eloy R. Mirayo.



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