La preocupación no es, al menos para mí, que el gobierno de España vaya a estar en manos de la extrema izquierda, que ya supone un clarísimo riesgo a tener en cuenta; la preocupación que debería estar en la mente y hasta en los hígados de todos los españoles sin ningún tipo de excepción, es que el futuro gobierno de este país, si es que Dios no decide, viendo lo que se nos avecina, que es demasiado castigo por nuestros pecados, es que va a quedar en manos de gentes de la más profunda incompetencia intelectual; gentes de inexistente patriotismo, individuos de muy dudosa moralidad y sin escrúpulos que a falta de ciencia en sus cabezas, funciona a base de flaxes ocurrenciales a modo de "morcillas teatrales"; método hijoputesco del que tratan de sacar en el corto plazo (saben que no pueden aspirar a más) los máximos beneficios, solamente para ellos y sus afines; lo que a la inteligencia le hace augurar para los "gobernados", un negro futuro aún más oscuro -¡que ya es mérito!-, que el negrísimo presente que diariamente nos lacera el cuerpo y, a pesar de vernos obligados a pasarnos el día lamiéndonos las úlceras que nos provocan, tenemos los santísimos cojones de aguantar impertérritos, sin siquiera explorar algún tipo de acción. Algo tiene que haber ¡coño!
En el Correo de Madrid, Iván Guerrero Vasallo decía: El "Rey" ni está ni se le espera. Y yo, que al nacer no fui premiado con muchas luces en la cabeza estoy pensando, ante la sedición de unos golfos en Cataluña;
la sedición con la que otros golfos de igual calaña han amagado desde las provincias vascongadas; los susurros entre dientes de los golfos de igual calaña que los dos anteriores cobardemente emboscados van babeando por otras provincias españolas que, para solucionar los gravísimos problemas que, como la famosa espada de Damocles, gravitan sobre la cabeza de nuestra Patria, con el malsano caprino-hijopútico ánimo de descuartizarla, y dejar pudriéndose al sol sus restos.
No debemos poner los españoles de buena voluntad la esperanza ni en la presencia del rey, ni en la presencia de la tropa de la que su Majestad es su mando supremo, porque la sucia política, como lo ha hecho con todo cuanto toca, lo degradó, haciendo pasar el mando operativo al JEMAD que dirige el Estado Mayor de la Defensa, que ostenta el empleo de general del Ejército, de general de Aire o almirante general de Marina, siempre elegidos por el Gobierno en el machito.
Las lamentaciones viendo el jarrón chino, herencia de la abuela, hecho añicos en el suelo porque el jodido niño, sucio y con los mocos colgando de la nariz, le ha dado un pelotazo que debió haber sido obviado por un previo par de azotes en el culete del insolente infante, cuando se le ocurrió coger la pelota.
Eso es lo que ha faltado en España, desde hacen más de cuarenta y tantos años; alguien que teniendo como los... del caballo del general Espartero, pusiese -a cachetes si fuera necesario- a cada cual de esa separatante gentuza,
en el lugar que les corresponde estar.
Eloy R. Mirayo.
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