El umbral de la Historia lo pueden atravesar tanto personas, como sucesos extraordinarios de diferentes formas y maneras; tanto naturales y fortuitas, como consecuencia de la intervención humana.
La Historia ha recogido en su seno sucesos tan diferentes como los artefactos atómicos que lanzaron los EEUU sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, o el descubrimiento de la Penicilina; Jesucristo, o Barrabás; Alejandro Magno, o Iván el Terrible; Mahatma Gandhi, y Josef Stalin... Es tan extenso él etcétera que lo vamos a dejar aquí, para referirme de manera directa al ultimo personaje de los "o", que indiscutiblemente ha entrado hoy mismo de un trompicón, en la Historia, como otros personajillos, no por sus méritos, que darían para nada, sino por su ataque contra el eterno descanso del Generalísimo Franco, llevando a cabo su exhumación.
Siempre se ha dicho que la historia la escriben los ganadores. ¡Mentira jodia! Que la escriben los ganadores es una generalidad que se cae por el peso -la mierda pesa mucho; lo sé porque ayer me pisó el pie derecho un comunista- de lo que de manera feroz nos están pasando por los distintos medios de información -no únicamente los que manosean los lacayos gubernamentales- de tirada nacional, y hasta las gacetillas locales.
En España, la realidad es que quienes están escribiendo la Historia, teniendo lo acontecido como objeto a "tallar", son los rojos (socialismo, comunismo y tal y tal) con el beneplácito cobarde de la derecha sin ideología, sin vergüenza y sin honor. Gentuzas que sin mover un músculo de la cara son capaces de aguantar que se insulte a sus familiares, españoles que murieron luchando contra el asesino comunista; antecedente de esto que es posible que se renueve en el machito.
La Historia: Francisco Franco,
y Pedro Sán...
Ja; ja ja; ja ja ja; ja ja ja ja ¡ja ja ja ja ja ja... chez ¡ja jaaaaaaaaaaaaaaaaa!
¡¡¡ARRIBA ESPAÑA!!!
Eloy R. Mirayo.
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