Si; se han puesto de acuerdo, la recua de opinadores políticos, de todas las tendencias, en señalar a VOX, como el peligro a vencer en las próximas elecciones, y lo hacen de propio
estilo: sibilino y rastrero como víboras, avisando al respetable -que dicen los taurinos- del constante crecimiento en las encuestas de "la temible extrema derecha".
La fórmula que están empleando es que VOX, no porque como gente decente estén proponiendo cosas interesantes y beneficiosas, sino que su crecimiento está apoyado en la hormona de crecimiento de "cuanto peor, mejor", que el desatino de los partidos tradicionales, y de las almorranas que les han salido en su trasero (Cs, Juntas Podemos y el disidente Podemocomunista Iñigo Errejón), le están suministrando.
Para la recua opinadora -que pomposamente se hacen llamar politólogos- el que los españoles sepamos que hasta, por lo menos el 2o2o, los Presupuestos Generales del Estado, serán los mismos que al señor Montoro (PP) se le aprobaron en abril del 2018, simplemente por la incapacidad técnica e intelectual del gobierno (alcanzado de aquella manera), es lo que se aprovecha VOX -como los niños a la vuelta del verano- para darse un estirón.
Porque la deuda externa, tan denostada por Sánchez, el inventor del "No, es no", durante el gobierno del suave don Mariano Rajoy, haya crecido con escandalosa desmesurada
-más de lo que ya era antes- y no por méritos propios, es por lo que, según la recua prospectora de la política nacional, sigue en línea eréctil creciendo como el cereal -del que se saca la paja, de la que algo de aquello se alimenta- alimentado con este Nitrato de Chile.
Según se desprende de la opinión de algunas unidades de esa recua ¡policientífica!, el que "El Empecinado", haya puesto en marcha desde la enanez su odio sarraceno, fuera de lo humano y con intención electoralista, esté llevado a término la exhumación de los restos del Caudillo, es otro de los motivos, que "sin la menor duda" empujan VOX hacia el estrellato político.
Lo cierto es que aunque para disimular la cojera el cojo, camine apoyando el pie en el encintado de las aceras, al cruzar la calle, todos podemos contemplar que se trata de individuo cojo.
Este sistema político no es que este cojo, sino que es un mal nacido jodido cojo, que ha estado engañando al respetable, desde hace más de cuatro décadas, pero ya está cruzando la calle, y está enseñando sus vergüenzas más desvergonzadas.
No es que cojee, eso sería un mal menor, como saben muchas personas que desgraciadamente sufren esa lesión, lo jodido es que ya son muchos años recibiendo los golpes de su muleta. Son muchísimos años, salvo cortos periodos, en los que los españoles sentimos como este sistema -sus beneficiarios, los políticos- nos esta barriendo
con el mayor de los descaros la tierra de debajo de las suelas de nuestros zapatos, con nuestros pies dentro.
Eloy R. Mirayo.
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