miércoles, 25 de septiembre de 2019

HA ESTALLADO COMO UN GLOBO.

Thomas Cook.

Lo que ha ocurrido con la empresas turística  más importante de este Mundo, es la fotografía que, si Dios no lo remedia, podría ser el cliché del que salgan fotografías de similar importancia; aunque de diferentes estéticas. Pero con las mismas dolorosas y tristes consecuencias.

Esta vez la foto nos muestra, a quienes olfateamos el peligro de las macro empresas, la imagen de unos de esos monstruos que las autoridades políticas de todo el orbe, quien sabe -mejor dicho, si sabemos, pero lo callamos- con qué intereses, le dieron de sus pechos el "cariño" que, como la leche materna al bebé, le permitió crecer aparentemente sano, hasta un tamaño casi infinito. 

Ahora ha estallado como un globo de plástico en manos de un niño jodio, en las mismísimas narices de quienes carecen de culpa: más de seiscientos mil turistas abandonados en tierra, sin saber cómo van a regresar a sus ciudades de origen esperando la ayuda de alguien; la muy probable posibilidad de que se haya llevado por delante, hundiendo en la ruina económica a muchos honrados propietarios de hoteles, de los que están ubicados por infinidad de países de los cinco continentes, incluidos, como es natural, los situados en nuestros dos maravillosos archipiélagos -Canarias y Baleares-, 

las costas de Levante, Andalucía y algunos tierra dentro, que también a las muchísimas personas que trabajan en ellos, gentes humildes que verán cercenadas sus expectativas. Y, no quedando en eso, que también afectará el impacto negativo en el resto de las economías de aquellos lugares y en la práctica totalidad de personas. Habrá zonas turísticas en las que la ruina será general e inapelable.

La ruina de mister Cook, bien la desearíamos muchísimos millones de personas decentes en el Mundo.

En estos horrores

económicos, independientemente de la culpa que les corresponda a quienes estando al frente -¡o a la sombra!- de esos gigantescos negocios, también tiene participación (además de las "contantes y sonantes", algunos de ellos) las  autoridades políticas que dan subvenciones, ventajas fiscales y toda clase de facilidades para que se llegue a crear el pez grande que se trague al pequeño pez, 

cuyo mayor pecado cometido fue haber sido durante centurias de años -desde que se inventó trabajar para otros-, el mayor y más serio y seguro generador de empleo. Si es que ya lo ha dejado de ser, por razones ajenas a su ADN.

La culpabilidad plural extensiva (yo aviso) es, porque en casi todo el mundo conocido los políticos han sido capaces de promocionar la macro empresa, en perjuicio del pequeño y mediano comerciante y del pequeño y mediano industrial, por una razón que se cae por su propio peso: 

la mayor parte de esos comerciantes y de esos industriales siempre fueron, y siguen siendo, personas decentes y honradas que desde siempre han trabajado con denuedo y sacrificio consiguiendo pequeños beneficios, los que después de incontables impuestos; sin ningún tipo de facilidades; y ninguna subvención, siguen estando muy alejados -además de cubrirles sus escasas necesidades- de la posibilidad -insisto: 

por honradez y tamaño- de ser pieza donde por mucho que lo intentarán los políticos pudieran hincar y sacar tajada con los dientes de su fétida dentadura.


Eloy R. Mirayo.





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