EL ELEMENTO PRINCIPAL PARA QUE TODO FUNCIONE.

Creo que encontraré con quien coincidir diciendo que los países que en mejores condiciones de vida se encuentran, en Europa y en el resto del Mundo, son aquellos que han entendido que el elemento principal para que todo funcione satisfactoriamente es: El Trabajo.

El trabajo es la fuerza superior que crea el flujo económico para financiar absolutamente todo. Como se está viendo, hasta lo más escandalosamente superfluo. En nuestra querida España, como el sistema no exige inteligencia y preparación, y sus beneficiarios políticos no disfrutan de la inteligencia, ni han sido capaces de buscar prepararse adecuadamente para encontrar el buen camino, se está  financiando alegremente a crédito, como si se creyera que jamás se nos va a pasar la factura.

El buen agricultor sabe perfectamente que lo más importante para una buena cosecha es preparar adecuadamente la tierra. Ararla a la profundidad necesaria para conseguir una buena oxigenación; utilizar el mejor abono; cuidar con esmero las semillas que se planten. El agricultor tiene claro que si las matas no tiene una buena raíz, por no haberlas cuidado con esmero, retirando cuanto les pueda afectar de forma negativa, malamente puede darse una buena cosecha de sanos frutos. 

Estos gilipollas que desde hace más de cuatro largas décadas cuidan nuestra tierra -¿de verdad cuidan nuestra tierra; de nuestra España?-, solo cogen el fruto (impuestos y más impuestos), sin los cuidados previos, cada día más reducido, enfermizo, chuchurrido y menos lozano, sin mostrar el mínimo interés del por qué de su menoscabado estado, ni de lo que sería necesario hacer para revitalizar el árbol o la mata.

Y es que esta gente (gentuza se me pasa por la mente, pero no lo digo) ni siquiera tienen conocimientos ni autoridad de malos agricultores, por mucho que defequen en el campo; motivo por el que ponen a su servicio multitud de asesores, magníficamente pagados que, ante la cosecha que han ayudado a conseguir, queda demostrado que portan los mismos méritos que el contratante. 

Quizás es que esa línea de contratación la tienen creada simplemente una especie de Interminable hilo en el que se van anudando los chorizos de "generación propia": la propia familia, parientes más o menos cercanos y amiguetes de polvo y porro.

Lo que demuestran es una gran facilidad para importar, vía permisividad -no puede caber duda que interesada- de lo peor; por ejemplo las Casas de Apuestas -más hacen por la economía local y nacional las de putas-, a cuyas sedes extranjeras van a parar los grandes beneficios que consiguen. 

Y sin embargo, también por ejemplo, están incapacitados para importar un sistema educativo de calidad que sustituya el actual, que solamente son capaces de medio sostener con su sacrificio unos pocos profesores y unos escasísimos superdotados alumnos, como lo poseen en Finlandia o Estonia. Como no se interesan en importar sistemas laborales que se están llevando con éxito en otros países, que están creando seguridad en el empleo a los trabajadores. 

Este sistema, y sus servidores-beneficiarios son incapaces, no de crear empleo industrial, ni de servicios ¡auténticamente necesarios!, que para eso no son los gobiernos, sino de montar el marco, no amable, simpático y jolgorio, sino el necesario, en el que se puedan crear empresas de verdad; serias y fiables que no participen en la gran estafa que se está cometiendo, propiciada por las distintas Reformas

Laborales ideadas por los distintos gobiernos habidos, que de alguna manera que obliga al trabajador ha crear su unipersonal empresa, sita en su propio físico, para que en las listas del ministerio de Trabajo aparezca con la "maravillosa presencia" de otro autónomo, creado por el Sistema. 

Alegría económica para muchos canallas metidos a empresarios, y puñalada trapera para el trabajador que depende de su sacrificio para malcomer a diario, él y su familia.

Eloy R. Mirayo.