Esto ya está resultando muy aburrido; ni siquiera la lógica reacción de alguien de la cúpula
VOX, ante el trato de desprecio político y humano que los chiquitos de Cs les están dispensando, a pesar de ser un partido absolutamente reconocido, poniendo ante Alberto Rivera su propio retrato: ("El colmo de la jeta. Dile al acojonado y sinvergüenza de tu jefe que se deje de cordones sanitarios, de lamerle el culo a Macron y que os permita sentaros en una mesa y llegar a acuerdos como gente normal. Y si no, pactad con el PSOE, que es lo queréis") le ha dado vidilla al agrisado y plano ambiente nacional.
Pasando lista de todas las siglas que se ven representadas en el congreso de los diputados (actualmente este congreso y estos diputados no se merecen las mayúsculas), las que se ven representadas en las autonomías y ayuntamientos ¿alguna persona inteligente decente y coherente con la actualidad, podría señalar a alguna de esas siglas que tengan más derechos de existir que las que identifican a VOX?.
Entonces los que a VOX le intentan ceñir el cinto sanitario, como si fuéramos (yo como votante) enfermos contagiosos de una mala enfermedad, son los gilipollas; los tontos de los cojones; los chapuzas sexuales; los melindrosos cursis que intentan dar la imagen de doncella Inmaculada y de virginal pureza, cuando son más putas que "María Martillo", que se pasaba todo el día en el Polígono Marconi dando juego a la "zapatilla" sobre cualquier superficie o pared.
Cada mañana al despertarme, sabiendo que con mi mujer y mis hijos voy a pasar el día trabajando, al tiempo que escuchando en la privacidad de los auriculares inalámbricos, sevillanas, rumbas, música española intemporal, los tangos de Gardel, o las maravillosas voces de Alfredo Krauss; Plácido Domingo, y a Luciano Pavarotti,
sin otra preocupación que la de hacer bien mi trabajo; le doy las gracias a Dios -que repito por la noche al cerrar la jornada- , porque conservándome la salud que me permite a mis 81 años seguir trabajando en lo que me ha gustado desde los 11 años que empecé, me aleja de este maligno aburrimiento que el hijoputismo político tiene instalado en toda España.
Si; es cierto que algún político de los que tenemos son personas como Dios manda; pero son como la flor que nace entre la mierda.
Eloy R. Mirayo.
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