martes, 16 de julio de 2019

LA RIQUEZA DE ESPAÑA SOMOS LOS ESPAÑOLES.

¿Hijos del odio ó hijos de padres por conocer? Lo que el llegar a conocerles sería una de las pocas grandes sorpresas que nos queda aún a los españoles por experimentar en esta vida y en este punto geométrico tan privilegiado de la Tierra, que es España. Maravilloso lugar donde nacer.

La Izquierda recordada de la "Cheka" y el "Paseo" y la heredera que actualmente estamos sufriendo, entre otros, la "cosa paternal" es el problema que parecía ser lo que más les hace reconocibles. Mucho más que ser de natural rojos, por sus frecuentes jodidas rojerías.

Este país -como las hebras de seda-, 

es tan fuerte que ni siquiera se desmorona por tener un Gobierno socialista, y para mas inri, en funciones (el socialismo debió ser la retrasada decimoprimera plaga, 

reactivada en la modernidad, que iba destinada como mandato divino, en su momento cronológico como ejemplarizante castigo a Egipto por el mal trato esclavizante que dispensaba a los judíos), eso demuestra su fortaleza, que es el clavo donde nos debemos amarrar las personas decentes, respetuosas y honradas que aquí, aunque tapadas por la hojarasca de desfiles multicolores y zafios que sólo representan a quienes representan, aún seguimos siendo la inmensa mayoría; sin exclusión a otras discretas orientaciones. 

Algún día, esperemos que más pronto que tarde, se demostrará con el peso de la honradez, la decencia y la inteligencia al servicio de su gobernabilidad.

No es cierto que los españoles seamos difíciles de gobernar, como parece mostrar la imagen que, tanto de cara al interior, como de cara al exterior se está dando; lo que tanto mal nos está haciendo.

Lo que se necesita es un gobierno con un alto tanto por ciento de sentido común; el necesario -si sobra, mejor- para reconocer lo que el país y sus gentes necesitan, y para marcarse el camino más rápido seguro y duradero por el que llegar a alcanzar la deseada meta.

Entre lo muy conveniente, por su alto costo y su bajo rendimiento, sería la toma de conciencia de que este sistema disgregador que está resultando el autonómico, montado descaradamente por los partidos políticos para la creación de momios políticos para allegados y conmilitones en esta especie de batalla inter partidista por los sueldos oficiales, preludio de jugosas jubilaciones; es absolutamente inasumible por nuestra economía, nacional e individual.

¿Qué beneficios ha traído la existencia de 17 ínsulas en el secano patrio? 

Se ha perdido la natural identidad española, que todos deberíamos mostrarnos orgullosos de ello, por el triunfo del disminuido gentilicio autonómico, o en el aún más pequeño del lugareño.

España no es un país de riquezas naturales; ni minas de metales preciosos o de gemas; no produce gas o petróleo. Todo cuanto tengamos a nivel nacional, lo hemos conseguido con arduos esfuerzos; sin ningún tipo de "Plan Marshall" como muestran las banderas del velero.

La riqueza de España somos los españoles -cuando se nos gobierna e incentiva adecuadamente en pos de un bien general- la mejor "materia prima" a nivel mundial, como ya ha sido demostrado varias veces (la última demostración con envidioso conocimiento mundial, pero el sin reconocimiento a la gesta: correr a gorrazo limpio hasta su huida, al soviético comunismo estalinista asesino), no hacen más que recordárnosla con noticias como: "la exhumación del Generalísimo Franco, o el veto a una presunta venta, por la familia Franco, del Pazo de Meirás". 

Ambas cosas más importantes que la manipulación filo ilegal de la gobernación, en funciones, del país y sus escurriduras autonómicas.

Eloy R. Mirayo.



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