martes, 2 de julio de 2019

EL PELIGRO COMO SIMPÁTICA MASCOTA.

Permitir la investidura de Pedro Sánchez, después de haber aguantado estoicamente estos últimos diez meses de demostración, es la constatación de que los españoles hemos perdido la capacidad de evaluar lo que un mono suelto, sin amarras y con una navaja de afeitar en la mano, puede hacer en una habitación pequeña con un montón de personas dentro.

A mí me hace pensar que a los españoles se les ha evaporado el temor al peligro en su universalidad, a fuerza de convivir con él, por muy perverso o grave que se nos pueda presentar para atacarnos individual en el colectivo familiar.

Alguien que no estuviera en costumbre de convivir con el latente peligro actual (un monje tibetano o un alienígena recién aterrizado), con el que convivimos los españoles podría pedir explicación -para instruirse y estar al día-, a quienes corresponda, por permitir haber llegado a tal estado (¡hay que joderse!) y laborar por su instalación, saltándose a la torera que el sistema político con el que se está gobernando, desde hace más de cuarenta años, es la Democracia; sistema político que se implantó, con "grandísimo gozo", para liberar de la opresión, al tiempo que "redimía" a los españoles del peligro en el que se había vivido los cuarenta años anteriores a su llegada.

La definición científica de  la Democracia, no se descubre ningún arcano, se debe decir, como en las películas: nada tiene que ver con la realidad que diariamente nos pastorea a quienes en sus principios ella dice que somos los soberanos, por los que lucha por defender sus derechos. 

Y, es posible que así, fuera en su nacimiento: pura y virginal; pero, como últimamente se ha puesto en moda, apareció "La Manada", la que ha enseñado el camino, y brutalmente la debió de desvirgar y, penetrándola repetidamente, la convirtió en esta especie de prostituta, que con avidez desmedida, únicamente está pendiente de encontrar nuevas maneras de cómo sacarnos el dinero para que puedan seguir viviendo como auténticos "chulos" con grandes lujos, aviones, chaletes y prebendas de todo tipo, mientras que a cada momento se va incrementando la pobreza entre los "soberanos", que están a punto de llegar a ser 10 millones, según Cáritas (Ver informe CÁRITAS-FOESSA).

Esa impresión de haber sido adoptado el peligro por los españoles como simpática mascota juguetona, es algo que a cada comicio anunciado por celebrar, y por los ya celebrados, se refuerza en mis creencias. 

Creo sinceramente que, para quienes quieran comprobar que mi tesis no es una exageración de "facha", lo tienen a mano escuchando a los tertulianos tele-radiofónicos y leyendo los periódicos de papel y los otros -que ni sé ni me importa cómo se les conoce- como todos ellos le intentan retorcer el brazo a Alberto Rivera y a su Cs, para que auspicie con sus votos, o su abstención, la investidura, sin reparar en la peligrosidad de cualquiera de las dos posibilidades que le aconsejan, el que alguien con las "prendas que le adornan" al señor González y su "batallón de modistillas".


Se dice que muy pronto, 
Si Dios no media, 
Tendremos las mujeres
Que ir a la guerra
Y yo como medida de precaución 
Ya estoy organizando 
Mi batallón.

Batallón de modistillas 
De lo más requebonito 
Y lo más jacarandoso
Que pasea por Madrid.
Y ya estamos aprendiendo
La instrucción con entusiasmo 
Deseando que se aprecie
Nuestro garbo por ahí.


Lo cantaba Lilian de Celis.

Sin animo de faltar al respeto a la neo-especie femenina.

Eloy R. Mirayo.



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