miércoles, 5 de junio de 2019

EL CERCO SE VA CERRANDO.

La realidad les deja su democrático culo al aire (algunos con gusto al alcance de cualquiera que les de por... cariñosamente consolárselo), demostrando su arbitrariedad filo fascistnazi, pretendiendo aislar a VOX; congelar sus derechos políticos cercándole con lo que los cursis gilipollas nacidos de esta Democaca, han dado en llamar, justificando una injusticia, "cordón sanitario", lo que a mí, de manera natural, sin tener que hacer el mínimo esfuerzo mental, me sale tildarlo de hijoputez clásica y profunda, tan en boga en la política española actual. Con la sinceridad que tengo demostrada pienso que no ando -tengo una buenísima brújula- nada descaminado.

La cabrona felonía pretende, al mismo tiempo borrar al único partido

que lleva a España en el corazón y de paso, robarnos a quienes le hemos votado el derecho constitucional de poder ser representados en las instituciones; cercenándonos en el mismo tajo la esperanza de poder mejorar la condiciones de vida, por el simple, pero imperdonable "pecado" de haber actuado con la decencia de votar a VOX. Lo que también serviría para mejorar la existencia de quienes, -su conciencia les pedirá explicaciones-, teniendo nuestra misma posibilidad votaron a otros partidos.

Decencia política. ¿Para qué? Eso es una mochila muy pesada, además de que su interior solo hay mercancía obsoleta que solo acarrea dificultades para poder triunfar en estos momentos.

La Decencia, obliga a quienes sienten respeto por ella, a no utilizar jamás la mentira como herramienta en ningún caso; motivo por el que ha sido desterrada del corral donde hocican la mayoría de los democaquitos nacidos de esta Democaca. 

Así se puede llamar "dialogar", a lo que la "decencia política" obligaría decir "negociar", con toda su carga de toma y daca turbio; cosa que podría llevar a la gente "mal pensada" (y hasta a la bien pensante ¡a mí nunca!), que la tan al uso últimamente "proposición de dialogo" no es otra cosa que una negociación vergonzante; filodelincuencial, que solamente sirve a ciertos intereses; de donde solamente salen dos vencedores: los dialogantes; y una única perdedora: España, que así va viviendo desposeída del respeto que merece, desde 1975.

"Holanda. Una joven de 17 años de edad organiza su suicidio asistido al no superar un trauma de abusos sexuales".

A esto se nos está empujando desde los partidos de la roja izquierda, proponiendo una ley de eutanasia, como si los casos que podrían encontrar comprensión, fueran de cientos y cientos de miles todos los días. Se empieza diciendo que a nadie se le obliga; existen infinidad de empujones solapados ("es que el abuelo, o la abuela, es una carga inaguantable que nos dificulta el veraneo") que pueden llevar a alguien al suicidio, no siendo capaz de encontrar otra salida, y se termina dando licencias a clínicas particulares dedicadas a tan deleznable fin.

¿Una criatura de solo 17 años está lo suficientemente madura como para llegar a semejante decisión? Psiquiatras y psicólogos tienen la contestación: yo solamente la estupefacción de enterarme de que una sociedad tan adelantada como es la holandesa, carezca de los medios necesarios para encontrar una mejor solución del problema depresivo que desde hace años sufría esa joven. Y no deja de escandalizarme que un país europeo de "primera división", no encuentre mejor lugar, un manicomio; y mejor medida que la utilización de una camisa de fuerzas, para atender las crisis que esa joven pudiera sufrir. 

El cerco se va cerrando alrededor del cuello de los más débiles. Y cuando acaben con todos nosotros, irán a por el cuello de los fuertes menos fuertes, hasta que solamente quede el mayor hijo de puta. 

Eloy R. Mirayo.




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