Lo mejor para tener que comer es salir a la calle y comprar lo necesario para tener llena la nevera. Te cuesta dinero pero, ¿qué es el dinero comparado con la seguridad estomacal? Pues eso.
Pues eso es más o menos lo que ha debido pensar y hacer el señor Sánchez, si quieres conservar tu estatus,
conseguido de aquella manera, solo tienes que coger pasta y, como los cañamones a las palomas del parque María Luisa, de nuestra hermosa Sevilla,
echárselo a los separatistas vascos, y a los que también lo son, pero que están emboscados a la espera de lo que ocurra con Cataluña, para quitarse el rebozo.
Otra vez se ha reunido "lo mejor de cada casa" (los secesionistas y los posterroristas), para echarle una mano apoyando los seis decretos, nítidamente electoralistas, presentados por Sánchez, para que renueve su mandato, a partir del 28 de abril. Es como si al tiempo, esa gentuza, nos echara a los españoles la misma mano a los cojones, y apretaran el puño.
Seguro que, con su pose y "servicio bien hecho"
los de la apoyadura, han conseguido pingües beneficios, no sólo económicos que siempre piden, que también de traslados, y otras cosillas más. ¿Quién sabe? como gracia bondadosa del gobierno, absolutamente apartada de ninguna negociación, para algunos individuos que están siendo invitados del Estado en "hoteles de su propiedad" como este Resort de Herrera de la Mancha II.
En el bloque de viviendas donde vivo con mi mujer y uno de mis hijos, el otro ya casado tiene su casa, había un vecino que, junto con su mujer, tenía cinco hermosos hijos. Yo le preguntaba sobre lo que él hacía para tener a todos contentos y le dejaran tranquilo. Él me contestó que lo mejor es darles a todos lo que te pidan y, si es posible, algo más. ¿Con lo que ganas puedes cubrirlo todo, incluida la manutención?. Le pregunté. Me contestó que no. Y ¿entonces...? Insistí. "No te equivoques; cuando mi mujer o mis hijos me piden algo por encima de nuestro poder económico, siempre les digo que si, con lo que recibo besos y abrazos familiares; cuando pasado un tiempo prudencial de la petición insatisfecha me preguntan ¿cuándo? Les digo que, inmediatamente después de cuando haya dinero". Que es algo muy parecido -no tan cínico- a lo que pensaba el difunto ex alcalde de Madrid, Enrique Tierno Galván:
"Las promesas electorales están para no cumplirse" aunque siempre hay quien dice lo contrario, como si no tuviéramos memoria.
Es algo que perecería demencial, si no fuera porque es proposición hecha desde la política española y, más concretamente, desde el partido socialista, que acostumbra a tirarse los pedos más altos que el culo, porque a la hora de la verdad, huye buscando la salida por el burladero.
Aprobar unos gastos extras, cuando no se tienen aprobados los imprescindibles Presupuestos Generales del Estado, muchas personas muy puestas en lo que debería ser gobernar un país podría preguntar muy sorprendidas -no serían españolas- ¿Como se puede ampliar el gasto, si no se tiene idea exacta de los ingresos? ¿Alguien duda de que España es diferente? Pero no de esta manera.
La industria española adelgaza y se va dejando unidades en las cunetas; la capacidad de gasto interior de los españoles decrece a la misma velocidad que lo hacen las cifras de sus jornales; lo que se convierte en una constante pérdida de cotizantes de impuestos.
¿Cuándo se alcanzarán los beneficios del "sexteto de retal"? ¡Cuando haya dinero!. Si; de los créditos extranjeros.
Los intereses de la deuda cuestan 250.000 millones a España desde el inicio de la crisis.
Pues...
Mirad cómo me habéis pillado.
Eloy R. Mirayo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario