Los líderes de Podemos son como esos niños cabrones que se dan en algunas familias que, por encima de los derechos de los demás miembros de la familia, actúan a su antojo como si todas las personas de su alrededor hubieran de estar al mandato de su capricho, y todo cuanto hay a su alcance, sin respeto a la propiedad ajena, ha de estar a su servicio. ¿Es porque son más inteligentes? No; es porque son unos cabrones en escala superlativa.
Pero no hay que dejarse engañar; aunque es cierto que el niño cabrón nace desde el útero materno con ese don, siempre ha de existir para su desarrollo cabroncial alguien permisivo que lo incentive en su entorno cercano que además, le ría sus gracias (siempre cabronadas).
Así fue (salvando pequeñas distancias) el nacimiento de Podemos, con su don particular;
pero no habría llegado a donde llegó, como esos hijos cabrones que han hundido, hunden y en el futuro seguirán hundiendo a muchas familias. Podemos no habría desarrollado su asquerosa presencia más allá de lo testimonial que es el comunismo, sin que alguien cercano a ellos, y por propios intereses bastardos, los medios de información -según don Francisco Marhuenda,
la mayoría de los periodistas en España son de izquierdas (antes, rojos se decían a sí mismos)-, no les hubieran reído las gracias, en la "toma" de la Puerta del Sol de Madrid, con la sucia chorrada (llena de inmundicias, hubo que desinfectar la céntrica plaza madrileña, pero ya se habían ido los parásitos) del 15-M.
Por esa afinidad con los niños cabrones, los líderes de Podemos usan a su capricho e interés lo que nos pertenece, por cercanía, a todos los madrileños, pero que es propiedad de todos los españoles, la Plaza Mayor de Madrid,
como su propiedad particular para, sin ningún permiso (¿para qué pedirlo?) hacer uso fuera de ley, de esa hermosura arquitectónica, para sucios intereses políticos. Ahora la autoridad competente, la autonomía de Madrid, ya veremos si es verdad, avisa de la posible sanción económica a los podemitas.
Quizás sería mejor que la sanción fuera el uso de cualquiera de las fachadas de "la dacha" de su "líder máximo", para hacer cualquier sobre ellas toda clase de anuncios, incluidos los pocos anuncios decentes que aún se pueden hacer.
La extrema izquierda siempre ha sido así y, yéndoles tan bien como les va, uno más entre la crema de la política democrática, no se sienten obligados por nada ni por nadie para cambiar. El comunismo con la mochila ideológica llena de crímenes en el pasado, en medio mundo; con los asesinados en el reciente pasado y, con hueco por rellenar en el futuro, se chulea en sedes de congresos y en festejos palaciegos, su carnet de demócratas. Es lo normal de este sistema que basa su existencia y dominio en la estupidez del ser humano.
Eloy R. Mirayo.
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