miércoles, 27 de marzo de 2019

MOSTRAR LA DOCUMENTACIÓN.

Los economistas, a través de su Colegio,

deberían decir a la sociedad cuales son los motivos para que, a pesar de tener a todos los interesados en mantener el estatus actual en contra, haya aparecido un partido, VOX, absolutamente diferente en el horizonte político de España. Mostrando documentación de cómo los partidos políticos actuales, nos han traído hasta está ruina. Cuando las cosas se hacen rematadamente mal, es obligado que surja alguien que, con distinta herramienta (un par de cojones) se ofrezca para intentar mejorar. Con muchas posibilidades.

Prácticamente desde que aparecieron en la era moderna 

los partidos políticos como herramienta para gobernar democráticamente a los pueblos, la división no ha variado un pijo: izquierda, derecha, centro y, desde la revolución rusa, el comunismo sanguinario -ahora democrático ¡hay que joderse!-, como extremo de la Izquierda. 

Así, con esos mimbres políticos se gobierna a los españoles desde hace cuarenta y tres años. El miedo les mancha las bragas y los calzoncillos a los políticos de los partidos clásicos y también a los de Cs. 

La desazón por no encontrar con qué clase de cabronada -o hasta hijoputada- parar el avance de VOX, les empuja al ridículo de introducir en sus filas de elegibles, a figuras, figurillas y figurones del mundo del espectáculo, del deporte o del toreo, aunque no tengan ni zorra idea -que es lo natural- de lo que se les exigiría en política, si no fuera porque su función en los actos electivos próximos será la de simples floreros -unos con bellas flores y otros con cardos borriqueros- para decorar la fea realidad. 

Le preguntaba una periodista de la Ser  a una de esas figuras -una vieja gloria del baloncesto; puesto a capricho del ex baloncestista jefe- si estaba contento con las personas que formaban su equipo y, como en sus viejos tiempos, vino a decir que sí; "son los mejores". No recuerdo si apostilló, o no un: ¡vamos a por el triunfo!. Por supuesto que la respuesta no tenía nada que ver con la imposición de nombres a cargo del partido con el que acude como un "cromo de antigua colección", a los próximos comicios.

Los resultados reales de la gobernación en esos cuarenta y tres años, es un arcano guardado bajo cuatro llaves, por los partidos políticos, incluyendo el "colocado" comunismo tapizado de morado.  


Teniendo en cuenta, salvando las distancias, que en el fondo los países se deberían gobernar como si fueran unas macro empresas, los importantes economistas del país, deberían obligar,  presentando datos, a los gobiernos, a presentar la verdadera "cuenta de resultados", al término de cada legislatura. 

La realidad es que si existiera un Tribunal de Cuentas, 

independiente y bien preparado de medios tecnológicos y personal capacitado, además de los que ahora hacen lo que buenamente pueden, los ciudadanos tendríamos más datos para decidir, a la llegada de cada uno de los continuos comicios en los que se tiene el derecho (no la obligación) de participar. Y, posiblemente, hubiera que edificar más establecimientos penitenciarios.

¿Habría forma de saber cuántos millones de millones de euros se han manejado durante estos últimos cuarenta y tres años? ¡Qué tontunas se me ocurren! 

Tampoco se podrá establecer cuál ha sido el beneficio que cada uno de los españoles (accionistas del Estado) ha conseguido con su obligada inversión.

Ningún beneficio nos han traído -a cambio de lo que se han llevado- que más barato, no se estuviera disfrutando 

antes de este tiempo tan feliz.

Eloy R. Mirayo.


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