La inconsciencia decente es lo que ha debido impulsar al señor Pablo Casado, ha firmar su propia sentencia de muerte política, anunciando públicamente su propósito –si llegara a la presidencia del gobierno- tratando de humanizar, de hacer retroceder la inhumana legislación actual sobre el aborto, a las condiciones inhumanas que existían en el año 1985.
Y claro; han saltado las alarmas hasta en el mismísimo partido Popular.
Muchas “damas” de ese partido, mi respetado don Pablo (el guapo; el otro es el feo) no tenían demasiados reparos en irse a clínicas abortistas en el extranjero, para dejar allí tirada en el cubo de la basura, entre gasas y algodones, las vidas de unas criaturas, absolutamente inocentes de los pecados de las que podrían haber sido sus putas madres, junto a sus “cristianos” remordimientos. Y ahora que lo tienen más facilón… “pues no te votamos ¿Verdad, Pitita? Esa es la ventaja chupi de ser católicas: arrepentimiento de rodillas para ser vista en el confesionario y, obtenida la absolución terrenal (la celestial es otra cosa); bien engrasadas las bisagras de apertura muslar y... ¡útil para futuras hazañas!".
Mi respetado don Pablo, no hace falta tener un máster para entender que con su aviso a navegantas, sobre restricciones en la ley del Aborto, usted se ha cavado su fosa política, a la que será empujado sin contemplaciones, entre otras muchas manos –las no pocas- de mujeres y hombres de su propio partido; igual que pasó con el asunto del divorcio; ellas y ellos fueron de los primeros usuarios, sin tener en cuenta que atentaban contra un sacramento.
Es frecuente oír “las mujeres modernas no queremos parir obreros”, (¡qué más quisiera algunas encontrar con quien!).
Y es que las muy imbéciles, todavía no se han enterado de que ya no quedan obreros en este país; ni existen empresas para ellos, si los hubiera (cada día parece menos exagerada mi afirmación). Quienes piensan de manera tan primaria, desnudando de su significado la maternidad, deberían pensar en donde estarían ellas, las muy gilipollas, si sus madres hubieran dicho y hecho lo mismo.
Realmente no saben del maravilloso papel que la mujer está destinada a interpretar: crear vida, para la supervivencia de la especie más extraordinaria que hay sobre la faz de la tierra. Al menos, mientras no acaben, (¡los muy cabrones!), de robotizar totalmente la "vida" en el planeta.
¡Claro que ellas no tienen el ciento por ciento de la culpa! En muchos casos -por no decir todos- los hacedores del asfixiante diseño actual de la sociedad, creando "necesidades" e incitando a su consumo. Necesidades que hay que financiar haciéndose necesario el concurso de la mujer en el mundo laboral para cooperar a la endeble economía familiar o personal. Luego las modas impuestas al comportamiento y el léxico, siempre dentro de la más notoria “corrección política” (siamesa de la “cabronaica política”) llevan al discurso feminista de "yo soy la dueña de mi cuerpo y hago con el lo que me sale... " y me parece bien lo que la mujer haga con su cuerpo; lo que es muy discutible es lo que ellas hacen, con la inestimable ayuda de desalmados políticos, con la criatura que lleven en su vientre..
Esa cabronería política que surge desde las mismísimas entrañas del “sistema actual”, traza, de manera interesada, las infranqueables líneas del comportamiento social del país. Una de ellas, y nadie me vaya a corregir, porque me enfado, es la ley de protección de los animales (ley cursilona hecha para proteger a “sus propias mascotas”, gilipollez asumida, pero que de alguna manera (muy duramente) protege a toda clase de animales, incluidos socialistas, comunistas y ultra comunistas. Todos ellos con mas derechos que los seres humanos en proceso de elaboración.
Hoy mismo, el individuo aupado a la presidencia del gobierno de España por los golpistas de Cataluña, los etarras en disimulo y los comunistas sovietizados de Podemos, en un mitin ante unos pocos de sus correligionarios se le escurrió decir que "no se le puede quitar a las mujeres el derecho a abortar". Su escasa preparación intelectual -eso sus mentores no se lo adjuntaron al Master- el Aborto no es un derecho a ejercer por la mujer, sino un delito, que ha sido despenalizado en unos supuestos mal traídos por leguleyos de retorcidas mentes y muy marcados principios homicidas.
Esas son las cosas que destilan comportamientos idiotas, como lo sucedido en un concurso aburrido de la socialista televisión oficial, escaparate de la homosexualidad (a ver quien lo es más y más notorio), alguien que en un momento del programa debía coser una pieza de piel en una prenda y pidió con cara compungida, que la libraran de tener que tocarla (la piel, no seáis mal pensados, allí no había quien deseara que ella se la tocara); después dijo estar encantada de haber trabajado usando un material, que no necesitó de que para ello tuviera que morir nadie (lo mismo la imbécil creía que era piel humana. ¿No?). No me atrevo a pensar que esa mujer se proclame abortista.
Pero las gilipolleces van una tras otras, como las perlas de un collar. Resulta que desde Cs (partido difuso), parece ser que se ha pedido que al “día del orgullo gay”, se le de carácter de fiesta nacional. Lo que resultaría más importante que el día del Pilar (día de la Hispanidad) o, el día 25 de julio, Santiago, Patrón de España.
Yo soy un ser sencillo y simple -no tonto-, que creo, como cristiano, no tener derecho a discriminar nada, ni a nadie; que no impide que tenga y exponga mi opinión sobre la propuesta de Cs,. Creo que los ideólogos de ese grupo, de dispares ideologías, están confundiendo en una sola cosa, lo que son dos cosas muy diferentes. Una cosa es la homosexualidad discreta, como debe ser la heterosexualidad. Y otra cosa es la irrespetuosa, desvergonzada, provocadora y bullanguera mariconería, aunque venga cargada de euros y los derroche a manos llenas..
Eloy R. Mirayo.
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