¿Es posible que VOX sea el punto convergente donde al fin, después de tantos años, lleguemos a encontremos todos los españoles decentes?.
La reflexión es simple: repasar si el haber votado a lo menos malo; a lo muy discutiblemente (PP) más próximo, les ha dado resultado. ¿Se han sentido más felices habiéndoles votado?.
Que cada quien haga examen de conciencia y en las próximas elecciones, que están a la vuelta de la esquina, se decidan con personalidad, a aplicar la inteligencia, el buen juicio, el patriotismo y, si se me apura, hasta la autodefensa, votando a quien, identificándose con su propuesta, de verdad quieren darle su voto, junto a su confianza, con la certeza de no ser defraudado; desoyendo los maliciosos consejos interesados de los partidos políticos instalados -ofertantes de todo, y dadores de nada- que quieren a toda costa, mintiendo desvergonzadamente como bellacos, seguir instalados sentados sobre el banquito, metiendo mano a la teta de la vaca, y a la invitación que suelen hacer los cobardes que para no sentirse solos en su felonía así, en compañía, encontrar falsa excusa a su traición a la Patria.
Y también atañe hacer profunda reflexión, a quienes nos hemos mantenido distantes con los oídos sordos a los cánticos de sirena que se decía por todas partes que brotaban de entre las papeletas dentro de las urnas de metacrilato transparente.
¿Hemos servido de algo positivo a la España que amamos? ¿Acaso hay que creer que nuestro alejamiento hace menos doloroso el momento que estamos viviendo?.
No quiero que nadie piense que estoy tratando de llevarlo, quieras que no, y a empujones, hasta el mismísimo pie de las urnas para que vote por VOX.
Por el momento no tengo en mi mente -que normalmente pocas cosas me caben- más idea política, que disfrutar de la constante muestra de "jodimiento Voxiana", que la clase política y sus aliados, los medios de información, está sufriendo y que, como no se cuiden les va a reventar la bolsa de las bilis. ¡Con lo que debe doler eso!.
Aparte de quienes tengan las puertas y las ventanas de su entendimiento cerradas a cal y canto a cualquier razonamiento alejado, aunque sea milimétricamente, del Glorioso Movimiento y de sus muy respetables e irrepetibles personajes de primer plano (por mi, muy respetados),
los demás abstencionistas estamos obligados, al menos, a estudiar sin prejuicios el programa, no sólo autonómico, también el nacional de VOX, y como seres inteligentes que aceptamos los lógicos cambios obligados por las circunstancias que afectan a nivel mundial, actuar en conciencia.
Lo que no creo yo que sea de recibo es pasarnos otros cuarenta años como anacoretas en medio del desierto, auto separados de cualquier posibilidad de enfrentarnos y resolver, al menos, alguno de los problemas que la detestable clase política reparte entre todos lo españoles, incluidos nosotros, que andamos recluidos en el silencio contemplativo.
Sinceramente; yo voy teniendo mi pensamiento cada día más claro. Quiero demostrar que yo, como muchos andaluces, se utilizar mi voto con inteligencia.
Eloy R. Mirayo.
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