El presidente del gobierno, para los pocos que no se lo hayan escuchado decir a él mismo (se lo ha repetido cientos de veces ante el espejo hasta llegar a creérselo), el doctor Pedro Sánchez, se está convirtiendo en un viajero empedernido que, al estilo de los rokeros famosos,
no deja de hacer "bolos", por nuestro el país y por el extranjero cercano, el de media distancia y el de más allá; allí donde da la vuelta el aire, esquina de los confines de la tierra.
La cosa es estar lejos del foco de los problemas a resolver que, si hacemos caso a doña Rosa Diez "es un tramposo, vago y mentiroso" (programa matinal de Carlos Herrera en la COPE, 21-11-18) tramposo se evade envaguecido, dejando los destinos de España en las manos de sus subalternos (algo que yo no soy capaz de dar veracidad). Pero siendo como dice doña Rosa, se comprende el tamaño del marronazo con el que nos están cubriendo -cerebros tan sencillos- de pies a cabeza a los sufridos españoles sin distinción de residencia, de sexo, de credo o de militancia política, y a todos los foráneos que tuvieron la valentía irreflexiva de venir a acompañarnos en la desgracia.
Este viaje, a nadie le quepa duda, tiene una justificación. No es que los anteriores no la tuvieran; pero este viaje a Cuba de Pedro Sánchez y su muy visible esposa,
debería ser inexcusable, no solamente para él que anda escaso de conocimientos intelectuales, que también para cualquier persona que, siendo presidente de un gobierno, o queriendo serlo, -europeo, "británico" o norteamericano- (¡qué sí, Pedro! que todos sabemos que eres el presidente), quiere aprender a gobernar su país como Dios manda, dentro de las más estrictas reglas de la Democracia Liberal, y el respeto a la totalidad de los derechos, no sólo los humanos, también de la fauna, la flora, el aire que respiramos, y la tierra que nos acoge; tal como los hermanos Castro (lástima que Fidel no esté entre nosotros) están gobernando esa hermosa isla caribeña, a cada instante más modernizada y más atendida en sus necesidades, y hasta en sus lujos ¡hay papel higiénico!.
Y eso es gracias a esa forma de bien interpretar el arte de gobernar, dentro del regazo de la Justicia Total.
Es de esperar que nuestro presidente del gobierno (¡qué sí; ya lo sé!) Pedro Sánchez, cerrando su periplo visitando las avanzadas democracias de Venezuela, Bolivia, Guatemala y Nicaragua, con el necesario apoyo de sus amigos, pueda sacarse un "Master" (este si) en "Gobernación Respetuosa de los Derechos Humanos." Lo que nos daría "un puntazo" a los españoles, cara a Europa.
Lo de Gibraltar... Cualquier otro día; ¡pues no es antiguo eso!.
El separatismo catalán... Espera... A ver qué necesito para seguir...
Los Presupuestos Generales... Los de Rajoy no están mal, así que...
El asunto del Consejo General del Poder Judicial... Y, yo que sé...
Eloy R. Mirayo.
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