lunes, 19 de noviembre de 2018

SÁLVESE QUIEN SE LO MEREZCA.

La normalidad en los medios de comunicación es el hijoputismo, más o menos ilustrado, elevado al cubo. 

Eso es perfectamente demostrable sin necesidad de esforzarse en montar un gran laboratorio donde estudiar una infinidad de discutibles pruebas; simplemente invitando a quien tuviere duda de que así es, a que se leyera con atención analítica durante una semana entera, toda la prensa de tirada nacional "importante"; escuchara todas las emisoras radiofónicas de alcance nacional "importantes" -eso sí- de una a una y, también, de una en una, viera y escuchar las distintas televisiones nacionales "importantes"; las oficiales del país y también las que se adjudicaron a los amiguetes.

Además de que el hijoputismo esté instalado en los medios de información, tanto oficiales como privados, como es evidente, son un foco infeccioso de trucadas noticias y malsanas opiniones vertidas machaconamente con maligna intención, poco a poco, van calando en el colectivo cerebro de la sociedad española, convirtiéndola en un imbécil monstruo individualista y predador de cuantos no pertenecen a su tribu, y de todo lo que no es típica y tópicamente propio. Pero al exclusivo servicio de quienes son la élite del hijoputismo nacional. 

Si; si será cierto que sumergido en el oleaje fecal de los medios de información social, que les dicen, haya algún nadador esforzado a contra corriente pero, sin que quepa la menor duda, será un héroe solitario que, exhausto y asqueado de lo que en su profesión ha visto y sufrido, se exiliará, ó quizás ya se habrá exiliado,  a la primera de cambio, en La Novela que, como la roca salvadora que llegara en su auxilio.

¿Por qué hablo hoy del hijoputismo en los medios de información nacional? Mañana es el inolvidable 20 de noviembre, para las personas decentes de este país y los hijoputos medios, como lo vienen haciendo cada año, pero este más incentivados, 

están vertiendo su mala leche sobre el acto de ayer en la Plaza de Oriente, convirtiendo en víctimas a unas individuas de dudosa decencia que tuvieron la ordinaria y desvergonzada idea de cargarse el homenaje de unas personas agradecidas a José Antonio Primo de Rivera, asesinado por los comunistas en la ciudad de Alicante y a Francisco Franco, muerto anciano por enfermedad en el Hospital de La Paz, de Madrid, habiendo sido el artífice de los mejores y más justos cuarenta años, en la Historia de España. De lo que aún queda positivo reflejo.

Hoy en la Televisión que pagamos todos los españoles se han vertido datos y opiniones y hasta solicitudes que, si este sistema fuera verdaderamente democrático, no deberían ser permitidas, entre otras razones, porque atentan contra el derecho de expresión, el derecho de reunión y el derecho de la información veraz.

De las cinco personas -incluyendo el presentador puesto por el dedo socialista- que como los moñigotes de la tele se exhiben tras el mostrador, 

los cinco, se lamentaron del trato que recibieron las anormales que provocaron a quienes se estaban manifestando de forma pacífica, mientras pedían que, a lo que esas patrióticas gentes representa -la decencia, el amor a la Patria, el derecho a la vida de todos los nonatos, y el respeto, por no extenderme-, sean absolutamente prohibidos. Y, con la desfachatez que les adorna a los rojos enroscados en la piel del democrático cordero, mienten exigiendo cifras falsas, con la chulería de quienes saben que nadie les va a responder como se merecen. 

Hace falta desconocer la existencia de la vergüenza para, desde el rojerío asesino del "paseo" y "cheka" y los distintos "Paracuellos," 

el "GAL", de cara a la audiencia un hijo de puta se atreva a dar a entender que como consecuencia del enfrentamiento armado durante la guerra de Liberación, desde 1939 (los primeros años de pos guerra) en España, se habían fusilado a 50.000 personas.

Con los mismos datos que ese sin padre conocido se atreve a acusar, yo le demostraría que es absolutamente falso. De las condenas a muerte firmadas, la gran mayoría, no se cumplieron como ocurrió con la que se condenó a don Antonio Buero Vallejo, que fue Comisario Político en la Zona Roja. 

Algo similar a ser en la Unión Soviética comisario del Comisionado del Pueblo para Asuntos Internos. 

Algo como lo que se está viendo en España, todo lo que representa el Comunismo conviviendo con quienes se dicen de centro y de derechas, solamente se da por la degeneración que ha ido creando, como agente necesario, el hijoputismo de los medios de información... Y, sálvese quien de verdad se lo merezca.

Eloy R. Mirayo.



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