sábado, 17 de noviembre de 2018

¿CÓMO LO VA A SOLTAR?

Con lo que le costó agarrarlo muy agarrado, más o menos así. 

Un clásico socialista.

¿Cómo lo va a soltar? 

Cuentan que un marido al que los caprichos de su mujer, en estado de buena esperanza, le obligó a buscar a las doce de la noche unos plátanos -que de no conseguirlos le podrían quedar sobre la piel del bebé como un deseo insatisfecho-, cuando al fin, después de mucho buscar de un bar que estaba cerrando, el dueño, muy amable, le dio tres riquísimos plátanos canarios. El buen hombre con los plátanos conseguidos se montó en el Metro, en la estación de Legazpi, que a esas horas iba abarrotado; la presión humana le machacó hasta hacerlos incomestibles dos de los plátanos. El tercero se lo puso en el bolsillo de atrás de su pantalón y lo agarró con fuerza para evitar que se aplastara; al llegar a la estación de Sol, un señor que iba como pegado a su espalda con agradecida voz le dijo: "me hace el favor de soltarme; me apeo en esta estación". 

Igual de aferrado al "plátano gubernativo" da la sensación que se encuentra el señorito "Pepis".

¿Como se pueden creer que lo va a soltar? Los engaños tan groseros, expuestos con el tradicional chulesco barniz de los socialistas, no nos engañan a las personas normales: "elecciones ya", eso solo se los llegan a creer los idiotas, los necios y los gilipollas. De los que la mayoría de los políticos no les andan lejos.

¡He agarrado el plátano y el plátano me lo voy a comer entero yo solito! Seguro que es lo que piensa el presidente Sánchez desde el mismísimo momento que les changó a los párvulos que le elevaron a lo alto de la platanera.

Y es que Pedro Sánchez sabe -se lo dijeron los amiguetes que le dieron el titulillo famoso y los que le escriben los discursos- que los milagros del Maligno, difícilmente se repiten. Cuentan los veteranos de batallas vividas, que en los campo de batalla los soldados que sufren por bombardeo, para salvar la piel se refugian en los embudos que hacen al estallar los grandes proyectiles en el suelo porque es prácticamente imposible que dos bombas caigan exactamente en el mismo lugar. 

Lo que que hace el sorprendente presidente de este gobierno es, sabiendo que no ha de repetir "suerte", holgarse cuánto puede en su "embudo monclovita", cuando no está de viaje: consumiendo los días diciéndose ante el espejo, 

parafraseando a la madrastra de Blancanieves: "¡que bien me sienta el cargo, y lo bien que al cargo le siento yo!.

Si en la política hubiera gente inteligente -no simplemente listilla- con el buen propósito de entregarse en cuerpo y alma por hacer las cosas que necesitamos y a las que tenemos derecho España y los españoles, en vez de insistir en que se aceleren las Elecciones Generales, estarían preparando honestamente la propuesta que sirva para, llevándola a término, separarnos de esta mierda en la que estando ellos -estos políticos-metidos hasta el pescuezo, nos están obligando a oler a diario. 

Y los mandrias rojos del ex excelentísimo ayuntamiento

nos dicen que se preocupan por el medio ambiente.

Eloy R. Mirayo.



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