Con el mismo descaro y desvergüenza que los monos
enseñan sus genitales sin ningún tipo de pudor, la presienta de Andalucía, la señora Díaz, descarada e impúdicamente, miente cuando acusa al partido VOX de racista y de fomentar la violencia contra la mujer.
Pero no es esa mentira jodía la única que ha salido por la boca de la señora Díaz. Presentar un programa para la próxima legislatura alardeando del que ha estado funcionando en la pasada legislatura es una mentira absoluta que, a todas las verdades sobre todas las cosas que existen en el mundo conocido y hasta en el desconocido, temen quedar eclipsadas por la mentira y el embuste continuo que sale por la boca de la aspirante a repetir el mandato de gobernar Andalucía. Solamente el carácter de los andaluces, capaces de sufrir con alegría, da explicación de que los socialistas lleven haciéndoles la puñeta viva más de cuatro décadas.
Hay quienes desde las tertulias tele radiofónicas se permite, siguiendo la senda del embuste, que el que los socialistas hayan gobernado desde sus comienzos la Comunidad que forman las ocho provincias andaluzas es, "porque los andaluces tienen memoria". Memoria, dicen los muy hijos de zorra, de lo que ocurrió en aquellas tierras durante la Guerra de Liberación, hasta la muerte del Caudillo y la llegada de "este asunto" que llaman pomposamente, Democracia Liberal. Y que nadie se ría.
Me figuro que se referían los tertulianos de esta mañana en la emisora neosoviet que da buen SERvicio al rojerío patrio. La memoria de "los Sucesos de Casas Viejas". También lo ocurrido después, durante el procedimiento contra Manuel Rojas, el capitán de la Guardia de Asalto que en enero de 1933 (tres años antes del Alzamiento) ordenó fusilar a doce vecinos de Benalup tras haber sofocado la revuelta anarquista en ese pueblo.
No es esa clase de recuerdos los que hacen que los andaluces aúpen hasta la caja de los caudales a los socialistas, quizás es que esos andaluces lo que esperan es encontrar, como pago a su "colaboración," un espacio en algún ERE, o algo que les permita hacer "eso mismo", pero sin que nadie se entere. No sea que después de casi ochenta años, por haber quedado en la memoria histórica de todos los andaluces, alguien durante un proceso electivo, similar a el que se avecina, se lo eche en cara.
Hay andaluces, como españoles que son, en cualquiera de las provincias de España, ejerciendo un derecho que salvo algunos hijos de puta -que en todas partes hay- que es simplemente el de elegir su lugar de residencia. Y la labor de captación de la maquinaria propagandística de los socialistas y del rojerio rancio de la sucursal andaluza de Podemos, se ha diseminado por todas las emisoras -radio y tele- y periódicos, avisando de los "peligros" de que VOX, ¡la extrema derecha!, pueda sacar escaños en el Parlamento Andaluz. Algo que a los cuatro lideres, que se dicen importantes, hace que se lo "hagan" en las bragas y en los calzoncillos.
¡Cuántas veces me habrán acusado de nostálgico! Yo me acuerdo, como no, frecuentemente de mi padre, de mi madre, de mis hermanos fallecidos, o de otros familiares a los que he querido, y por supuesto, como persona agradecida, del invicto Caudillo que le dio "la del pulpo" al comunismo y sus escurriduras. Pero jamás espero con enfermiza nostalgia que todos al tiempo, o cualquiera de ellos, vuelvan de nuevo a la vida junto a mí.
No es el caso del rojerio nacional, asistido, como monaguillo por la derecha bicéfala: Cs y PP, que constantemente están echando mano de Franco para tapar sus deficiencias intelectuales y su nefasta actuación política, poniendo sus responsabilidades, en la cuenta de él, que no se puede defender.
Eloy R. Mirayo.
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