Él ultimátum del Torra al Sánchez, lo que viene a demostrar por poco interés que se ponga en seguir gilipolleces, es el poco nivel intelectual y la escasez de moral que identifica al total conjunto de la política española, perfectamente representada en estos dos individuos capaces de buscar y aceptar cualquier compañía, por desastrosa y opaca que sea, si es que les sirve para alcanzar sus fines.
Poca inteligencia demuestra en un principio el secesionista Torra, y después muestra su indignidad y su amoralidad al preferir que siga para poder seguir con sus planes; para él la continuidad de Pedro Sánchez, es la certera previsión que impide que quien le llegara a suceder pudiera actuar con el rigor que los desmanes del encabronado separatismo contra la unidad de España, merece y él, como "macho Alfa" encabeza como mamporrero político del cobarde prófugo Puigmamon.
Tiene razón Alberto Rivera, líder de Cs, cuando, más o menos pide que el desgobierno actual, aunque sea por confusión, se dedique a liberarnos a los españoles de tener que estar escuchando por todos los medios de información, como único tema (¡con los que hay pendientes!), el que los hijos de puta quieren robarnos Cataluña, a todos los españoles incluidos los catalanes.
Torra envió una carta a Trump y al Papa pidiendo su mediación en Cataluña (tomado de El País).
Pero es que además, como el lacito que cierra el envoltorio, son gilipollas de baba. El presidente de los EEUU tiene más que suficiente allí, entre otras cosas, con su elegido para secretario de Justicia, como para interesarse por la existencia de un imbécil en pos de un imposible, (espero, señorito Pepis). Y, en cuanto al Papa, bastante tiene Francisco con no defraudar a los rojos, los que últimamente se le han unido, y que él, Su Santidad, ha acogido gustoso junto a su inmaculada sotana, olvidándose de persecuciones, asesinatos y violaciones a feligreses, sacerdotes, obispos, cardenales y monjas.
Alguien le debería aconsejar sobre la conveniencia de que se busque plaza en un "tonticomio" que le vendría de perlas.
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¡Me cachis sea en la! La ministra de educación, señora Isabel Celaá (según lo tomado de OKDIAIRIO.com), se olvidó en su reciente declaración de bienes la propiedad de un inmueble de lujo valorado en un millón y medio de euros.
Cosa muy corriente que les suele ocurrir a los millonarios; son tan ricos, que ni siquiera recuerdan el número de sus propiedades, ni de dónde salió el dinero para comprarlas.
A la desmemoriada ministra de Educación se le ha debido olvidar la diferencia que existe entre ser capitalista, y presumir de ser socialista. Cinismo o pura incongruencia.
Las incongruencias y hasta el cinismo, son otras particularidades del gobierno Sánchez.
Capaz de por los mismos motivos defenestra a unos ministros, y apoyar a otros ministros siendo mayor su despropósito. Incongruencia de grupo, e individual, como la del ministro de Ciencia, el señor Pedro Duque, propietario de una empresa sin función ni empleados, creada sola y exclusivamente para rebajar impuestos, ahora sale diciendo que de ello, ha salido perjudicado económicamente.
Unos necios "caen del guindo" y otros de la cápsula de una nave espacial.
Eloy R. Mirayo.
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