jueves, 18 de octubre de 2018

COMO VAINAS DE HABAS HUERAS.

Es una lucha abierta en infinitos frentes que las personas serias, respetuosas, decentes, honestas y disciplinadas dentro de lo que son los valores humanos constituimos la mayoría silenciosa de anchas espaldas que en todo el Mundo, vamos perdiendo cada día sin ofrecer réplica, ante los que son absolutamente diferente a nosotros: informales, irrespetuosos, indecentes, deshonestos e indisciplinados ante cualquiera de los valores que nos distingue de los animales. Lo que motiva el que de continuo nos veamos empujados a un confinamiento, más que expuestos, sufriendo sus continuas agresiones; tanto psicológicas como físicas, si a mano les queda.

(Recogido de la revista QUO, también los nombres de las personas y las citas)

En este caso son los amorales que tienen la inteligencia en los genitales, quienes esgrimiendo su amoralidad intentan cambiarnos, agredirnos en nuestro respetuoso comportamiento con nuestras parejas, tratando de llevarnos junto a ellos, para que su instinto, que es absolutamente animal, se convierta en la normalidad de la especie.

"Las ventajas de un amante terapéutico" "Es posible amar a tu pareja siendo infiel" "Mayor inteligencia sexual" "¿Por qué escoger si pueden ser dos?".

La actriz Emma Thomson: asegura que "la monogamia es una condición extraña y no quiere atascase en ella". La actriz Tilda Swinton no tiene reparo en convivir con su marido, John Byrne, sus hijos mellizos y su amante Sandro Kopp.

Pero existen individuos como el escritor Dam Savage y psicólogos como Justin Lehmiller y Daviz J. Levy que apoyan la idea de que también entre los homosexuales la infidelidad lejos de cargarse el amor en la pareja, puede resultar una experiencia positiva.

El cinismo es herramienta imprescindible en este debate, como en otros muchos. Solo desde ese punto de arranque se puede decir algo como lo que asegura un tal Bolinches -creo que es psicólogo- "una infidelidad bien gestionada puede ser una medida de choque para convertir una relación decadente en duradera y estable". Lo que no se dice -el cinismo es el cinismo- es  si la decadencia en la pareja es total, o solamente sexual -lo que ya resultaría extraño-. Se entiende que la gran mayoría de los fracasos en la pareja, van unidos a la sexualidad a extramuros -siempre hay la posibilidad de la aparición de otra mujer, otro hombre y hasta podría haber un perro-; la convivencia fuera de eso, entre quienes propician esas prácticas, hay pocas posibilidades de que exista. 

Muchas parejas que siguen esa senda no tienen gustos, ni amigos, ni aficiones, ni diversiones conjuntas y ninguno de ellos quiere abdicar de lo que personalmente le gusta y aprecia. A ninguna persona normal se le ocurre decir a su marido o a su mujer "cariño; voy a echar un polvete por ahí, para robustecer nuestro amor". 

Hay muchos tipos de pareja que para hacer su función no tienen que estar sujetas a fidelidad por un sentimiento superior, como es el amor: las pareja en tenis; 

la pareja de cómicos; la pareja de baile profesional o la que forman dos guardias civiles. Lo que se propone por parte de los simples folladores y folladoras -individuos e individuas totalmente emparentados con los monos bonobos, 

sociedad animal basada en el sexo- no es otra cosa que el "Amor Libre" indefectiblemente perjudicial para  los que llegan a poner sentimientos en la pareja, y beneficioso para los que cohabitan y, fuera del egoísta coito, están vacíos de sentimientos como vainas de habas hueras. 

Y esto es lo que viene como remate.

Eloy R. Mirayo.




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