miércoles, 5 de septiembre de 2018

A LA LUZ DE LA VELA.

El coste de la luz eléctrica ha subido dos veces, hasta el 24% en lo que va de año, que no es moco de pavo. ¿Resulta caro el uso de este indispensable fluido? Y si es así ¿por qué se tomó la decisión de liberalizar su precio al capricho y provecho de las compañías eléctricas, en claro perjuicio de los sagrados intereses de los usuarios?

Las fuentes de creación de riqueza del país (toda clase de industrias y comercios) seguro que sufrirán de alguna de las posibles maneras sus negativas consecuencias. Si el aumento lo asumen las empresas, reducirán notablemente los beneficios. Y si la subida de la energía la cargan al producto, sus posibilidades de competir se verán muy deterioradas. 

Pero no se quedan sobre ese binomio las desgracias, ya que como es notorio en estos momentos en España, ("Más de un millar de vecinos del Puente de Vallecas reclaman en la calle el fin de los narcopisos")

la maravillosa España democrática, muchas de sus empresas se encuentran respirando con el oxígeno de los créditos bancarios; no usados para crecer, que sería lo deseable, sino para mantenerse en precario, esperando la llegada del milagro, que les salve de fenecer; lo que implícito llevaría  el aumento del número de parados.

E insisto en mi pregunta, a sabiendas de que no obtendré respuesta oficial. ¿Por qué se liberalizó el precio de la energía eléctrica?.

Ayer he recibido el anuncio de cobro de mi recibo con la empresa Unión Fenosa. Mi consumo en euros es de 130 euros, durante los meses junio, día 16, y agosto, día 18; 130 euros, de los que 70 EURAZOS, mas del cincuenta por ciento del recibo, son impuestos. No voy a decir que eso es un robo gubernamental, no sea, como dice mi camarada Rafael Estremera, que el fiscal se enfade, pero sí que es una metida de mano con fuerza en mi escuálido bolsillo. Y no sólo en mi bolsillo, que no es una cuestión personal entre el gobierno y yo, si no que afecta de igual manera el bolsillo de toda españolita y todo españolito. Total; pa el caso que nos hacen.


El negocio es cojonudo; sin la menor exposición, ni personal ni económica, el gobierno se lleva a sus arcas algo más del 50% de lo que se paga por el uso de la luz. ¡La madre que parió a... Paneque!. 

La próxima prueba de qu
e disfrutamos del "Estado del Bienestar"; que estamos viviendo los mejores tiempos de nuestra historia (la de España), será la generalización de uso del largo cable enganchado a la red, con bombilla de bajo consumo, para llevarla al punto de la casa que más se necesite, dejando el resto en penumbra, o a la luz de la vela.

Estoy seguro que ningún diputado, o diputada, ni a ningún senador, o senadora, gracias al suculento sueldo

que obligados estamos todos a pagarles, aunque algunos usan el escaño para "echar una siestecita", le escuece en el bolsillo el recibo de la luz.


Eloy R. Mirayo.


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