Nicaragua; país centroamericano que parece no interesar a nadie, ni siquiera por lo que está ocurriendo en él, desde que fue sustituido el presidente Anastasio Somoza hace 39 años, estableciéndose la Revolución Sandinista encabezada por la "Familia" Ortega, representada en primera persona por Daniel Ortega Saavedra que, después de un corto paréntesis de siete años, sigue siendo el Presidente (22 años en dos tramos, 1997-1990 y 2007-2018, y él sigue) de ese país.
Los países hispanoamericanos, es de sobra sabido que así es el gobierno, así duran sus presidentes, lo hagan bien, o como históricamente lo vienen haciendo.
Y me refiero a sus ideologías políticas. Si el gobierno que gana las elecciones es de derechas, contento ha de estar si se le permite terminar la legislatura; pero, si quienes las ha ganado es de izquierdas, por lo general, no se van de ninguna de las maneras, así traiga la tormenta rayos y centellas.
Trescientos nueve muertos, personas así, como las de la foto,
son los muertos hasta el día de hoy en Nicaragua, por la criminal represión que está usando el gobierno del presidente Ortega: utilización del ejército armado, contra personas desarmadas. ¿A qué organismo internacional le importa la seguridad de los nicaragüenses?
No importa a nadie que Venezuela, Cuba, Nicaragua, Bolivia, sean países bajo el gobierno de la dictadura comunista; a nadie parece interesarles de verdad, que estos países sean liberados de sus raptores; quizás es que, para que exista interés, debe ser "interés económico" o interés estratégico.
Las protestas en Nicaragua se iniciaron después de que el gobierno, para agarrar más dinero (fuerte adición de los políticos), reformara el reglamento de la Ley de Seguridad Social para aumentar la aportación monetaria de empleadores y empleados. Y fue la violenta represión gubernativa ante las primeras movilizaciones contestatarias, lo que rápidamente las convirtió en un levantamiento en contra del presidente Daniel Ortega.
El ordeño intensivo de la vaca, sin preocuparse un pijo en ponerle agua para beber y forraje en el establo, al final es malo tanto para la vaca, como para el cabrón que desconsideradamente le mete mano en las tetas.
Que la economía de Nicaragua no está para bromas lo anuncian los analistas que piden una rápida salida de esta crisis, antes de que la economía nicaragüense caiga en un retroceso que les podría llevar a igualar la desastrosa situación de Venezuela. Algo que no había ocurrido en los últimos cuarenta años.
Es la facilísima receta económica de los imbéciles: se ataca a la empresa y a los trabajadores. Las empresas que son las fuentes de riqueza, y a los trabajadores, que son quienes ayudan a que el brote sea de buena calidad, abundante y duradero.
Aquí, en nuestra España, los mismos que hacen la "ola" a los Castro, Maduro, Ortega o Evo Morales, y callan ante estas barbaridades, se rasgan las vestiduras cuando la Policía y la Guardia Civil tratan, como en cualquier parte del Mundo civilizado, de restaurar el orden público, ante la preparación y proclamación de un Golpe contra el Estado y su Constitución, perpetrado por unos hijos de puta (en minoría), en Cataluña.
Eloy R. Mirayo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario