jueves, 26 de julio de 2018

NO DEJA DE SER CONTRADICTORIO.

"La búsqueda del preso cántabro condenado por asesinato y violación es "global": podría estar "en cualquier sitio".

Si, Guillermo Fernández Bueno 

puede estar en cualquier parte, menos en el Dueso, que es donde debería estar, si no fuera por la magnánima decisión de la autoridad -se supone que por el Juez de Vigilancia Penitenciaria- competente que le concedió un "permiso penitenciario" de una semana (40 permisos ya los había disfrutado desde 2012). Lo que ha aprovechado esta vez (es lo que se consigue insistiendo en el error; que la cosa se joda) para poner tierra por medio, entre él y el Dueso. Por qué es cierto que el "menda" es un absoluto hijo de puta, pero no imbécil.

Ahora ¿quién es el responsable? Bueno sería que él, el responsable, fuera obligado a salir  públicamente en rueda de prensa, y nos explicara el por qué del permiso penitenciario a un asesino y doble violador. Y de paso, por quien corresponda, se nos diera la razón a los españoles, de como es posible que a semejante animal maligno, capaz de los peores crímenes, se le concediera el privilegio de ser considerado "preso de confianza". ¿Es que es posible que a alguien conociendo el currículum de semejante prenda, le pudiera excitar su capacidad de confiante?.

Cuando la persona, parece ser que el Juez de Vigilancia Penitenciaria, decide conceder a delincuentes esos permisos (escandalosos para quienes han sufrido los daños); a esos sufridores -la víctima y sus personas más allegadas- ("Fernández Bueno fue condenado en 2002 a 36 años de cárcel por cometer dos violaciones con un mes de diferencia y una de ellas con un resultado brutal de muerte: Ana Rosa Aguirrezabal, 

una mujer que limpiaba un bar en Vitoria, murió “asfixiada al echársele encima el procesado, y presionarle el tórax y el abdomen, antes de que le cortarse el cuello con un cuchillo de dientes de sierra”, según quedó demostrado —y él mismo reconoció— en el juicio") se les debe revolver hasta la más ínfima partícula de hiel.

¿Ha tenido en cuenta a las víctimas y a sus familiares el Juez de Vigilancia Penitenciaria? No es posible -o por lo menos no es comprensible para mí; lo siento, debo ser muy bruto- que, quien fue señalado así ("Y en su fallo, el juez calificó en su día a Fernández Bueno como un "delincuente peligroso" con "rasgos antisociales y agresivo-sádicos" propios de un psicópata"), por la justicia; si de verdad se hubiera pensado en las dos mujeres violadas, una de ellas asesinada; si por un momento se hubiera reparado en ellos, ese asesino, además de esta última, no habría sido regalado con las 40 anteriores salidas de prisión.

¡Hay que ser inflexibles con quienes abusan de las mujeres! Se han creado infinidad de resortes judiciales policiales y políticos y, después resulta que viene un Juez de Vigilancia Penitenciaria y, por buena conducta, se les da vacaciones de vez en cuando, para que no se les haga largo y tedioso. No deja de ser contradictorio.

Eloy R. Mirayo.

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