Hay, son raros y muy escasos los que transgrediendo la naturaleza de su condición, buscan el Poder impulsados por una inusual fuerza altruista para, desde él, mejorar la fofa rutina existente y son más "quienes", sin importarles las formas y las malas maneras de llegar,
Podemos (Unidos Podemos)
Izquierda Unida (Unidos Podemos)
Equo (Unidos Podemos)
Construyendo la Izquierda-Alternativa Socialista (Unidos Podemos)
Democracia Participativa (Unidos Podemos)
Barcelona en Comú (En comú podem)
EuiA (En comú podem)
ICV (En comú podem)
Coalició Compromís (Compromís-Podemos-EUPV: A la Valenciana)
Anova-Irmandade Nacionalista (En Marea)
Espazo Ecosocialista Galego (En Marea)
Esquerda Unida (EU) (En Marea)
ERC (ERC-Catalunya Sí)
Reagrupament Independentista (RI)
Catalunya Sí
PdeCAT
PNV
Sortu (EH Bildu)
Eusko Alkartasuna (EH Bildu)
Aralar (EH Bildu)
Alternatiba (EH Bildu)
Nueva Canaria
toman al asalto el Poder, para satisfacer sus más bajas ambiciones. Y los demás, el pueblo soberano, sin más, alegremente lo disfrutamos, o dolorosamente lo padecemos.
Cuando cualquiera de nosotros vamos al mercado, del mismo artículo podremos elegir calidades según la fortaleza de nuestro bolsillo.
Suele haber enlatados de espárragos, sardinas, pimientos de píquillo, etc., de distintos precios, que señalan de manera normalmente clara las diferentes calidades del producto. Lo mismo ocurre con casi todas las mercaderías que son vendibles y, obviamente, comprables. Cuando por una de ellas, siendo de la misma especie se paga más, es porque de alguna manera su utilización o consumo produce mayor satisfacción.
Eso no ocurre con los políticos; y de manera más concreta, con los de mayor responsabilidad, los presidentes de los gobiernos. En el mercado mundial el kilo de carne de esta privilegiada especie, Presidente de Gobierno (que deja en baratija el precio del Azafrán),
nos sale igual de cara si es de buena calidad; blanda, jugosa y de exquisito gusto, como si por el contrario, siendo mala como la sarna, nos sale dura, seca y desabrida. Lo mismo nos cuesta quien nos ayuda a lucir gorditos y sonrientes, que el que nos obliga a adelgazar y nos tiene jodidamente entristecidos; lo mismo el que nos trae progreso y mejoras, que el imbécil incapaz en todo y para todo, que solo es "bueno" en la manera de saquearnos más de la cuenta el bolsillo, sin ningún tipo serio de compensación.
Otra de las peculiaridades que separan a los políticos de las demás cosas comprables de consumo es que, cuando por deterioro o por cansancio se dejan de consumir o usar, se tiran o se retiran, mientras que los políticos, aún fuera de la política, siguen costándonos los cuartos.
Los políticos españoles -no sé si también los extranjeros- son indestructibles como es la Energía. Y como ella, no desaparecen, se transforman en "consejeros" de alguna de las pocas grandes empresas que milagrosamente aún funcionan y así, sus ingresos siguen costándonos los cuartos a los de siempre. Resulta cómico cuando se reúnes las directivas de esas grandes empresas, más bien parece la reunión de la cúpula de uno de los más importantes partidos políticos.
Eloy R. Mirayo.
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