martes, 13 de marzo de 2018

LA CAJA Y LA LLAVE.

Pontevedra.

Siempre, al llegar a Pontevedra, me resulta sorprendente; es como si entre viaje y viaje, los pontevedreses se hubieran dedicado a embellecerla para mí. Gracias.

Yo, cuando llego a Pontevedra, no la miro como uno de esos turistas que llegan para bañarse en sus playas, o para comer un buen pescado y un rico marisco fresco, sino como uno más de los hijos de la ciudad que por razones que no llegan al caso, vive en otro lugar. Sí que hay pescado y marisco, y lo como; sí que hay unas de las mejores playas de España, y me baño; pero lo que a mí más me gusta por encima de todo es patear sus calles y mezclarme con sus cariñosas gentes.

Pontevedra tiene una agradable vida nocturna, después de visitar su zona monumental, 

sentado en una de sus múltiples terrazas, con una copa de lo que se apetezca en el momento y una simpática conversación con alguien que tenga endulzada su voz con el sonido gallego.

El posible nuevo visitante, no debe tener en cuenta el tamaño de la ciudad, y si su valor monumental. El casco antiguo fue declarado en 1931, Monumento Histórico-Artístico, además da albergue a otros seis monumentos de distintos estilos arquitectónicos, y a un conjunto de grabados rupestres.

Para atender a las necesidades del cuerpo, que también es importante, yo aconsejo empezar por unos mejillones al vapor, un plato de 

pulpo y unas almejas; para seguir con una Lambrea a la gallega; y para echar el cierre, un trozo de tarta de Santiago. Y que no falte el orujo.

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Una de las mayores gilipolleces que se pueden cometer en la batalla, es entregarle al enemigo las propias armas de combate y defensa, y esperar acontecimientos bailando   un "Guaguanco". 

Eso es lo que la Derecha (PP) en el Poder, no se cansa de hacer; traducido a lo flamenco es: cometer toda clase de gilipolleces. 

No es que la cosa me apene y provoque mis más sentidas lágrimas por las consecuencias lógicas que les van caer sobre la chepa a esa estúpida Derecha (PP) -por ello no se me van a escocer "el Felipe y su gemelo"-. Lo que me preocupa, como a todo el personal sensato de este país, es la llegada de las bárbaras mesnadas de la asquerosa izquierda.

¿Es que eso es la normalidad de la Derecha; hacer el gilipollas? ¡Si!.  De otra manera no llegaría nadie a poder entender su comportamiento, a través de sus muchos años de existencia, aunque se haya tragado con patatas y zanahorias todo lo que ha sido escrito en el mundo, sobre Psicología y comportamiento humano.

La última, que va a ser definitiva, es el tratamiento que desde el gobierno se está dando al problema que ellos, los políticos, nos han creado a los pensionistas; primero hundiéndonos en la pobreza (a una gran mayoría) y en segundo lugar, no permitiéndonos sacar la cabeza para respirar; 

y en el colmo de la finura en la creación y uso de la gilipollez, están permitiendo que sea la asquerosa izquierda, quienes con sus sucias manos cobren los suculentos réditos políticos.

Y no hay nadie en el PP que, demostrando su inteligencia, se acerque a la Moncloa y diga: señor Presidente, ¿le han enterado a usted de que por ahí hay quien dice que dejar en manos de la izquierda a los pensionistas es una grave gilipollez?. Esta claro que no, porque si hubiera esa persona, obviamente no sería del PP; por lo que don Mariano haría a hacer 

"running", sin prestar el menor caso (el tiempo les irá arreglando las cosas a los pensionistas). 


Y eso que él tiene la caja de los cuartos, y la llave que la abre.

Eloy R. Mirayo.


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