jueves, 14 de diciembre de 2017

REPÚBLICA BANANERA.

Este país cada día se parece más una de esas republicas bananeras en las que la vida del prójimo vale menos que lo que cuesta la bala o el cuchillo con el que por "na" se le mata.



Y esto 

es a quien se le acusa de darle muerte golpeándole repetidamente con una barra de metal en la cabeza, simplemente porque mi camarada Víctor Lainez, falangista, usaba para sujetarse el pantalón unos tirantes con los colores de la bandera de España.

Es así; en este país, con este sistema legislativo -al que tiene que ajustarse la Justicia- se está disparando la posibilidad de que uno salga de casa y, por "na", termine sobre una mesa de autopsias en el Instituto Anatómico Forense, 

o en los frigoríficos de cualquier hospital: la violencia de género deja a varias decenas de mujeres, todos los años, asesinadas por sus parejas; niños y niñas a quienes se les mata por el maligno deseo de perjudicar a las madres; los ajustes de cuentas entre narcotraficantes o bandas hispanoamericanas también dejan sus huellas en las calles. Y, como en aquellas republicas bananeras, no por culpa de los miembros de los cuerpos de seguridad del Estado, las personas decentes carecemos de la protección que se nos debe, por nuestras aportaciones a través de los infinitos impuestos que se nos obliga a pagar.

Una "protegida" rata de okupación 

que en su curriculum ya tenía el haber dejado tetrapléjico a un guardia urbano de Barcelona, nos ha asesinado a un camarada, falangista en malos tiempos; pero no corra el pánico, ni desempolven temores a represalias, desgraciadamente algunos ya estamos muy viejos y ¿qué le vamos a hacer? no existe "fuerza de choque"; no sólo para estas cosas. 

Al camarada Víctor Lainez 

se le enterrará con el hermoso sonido de CARA AL SOL, el himno de La LEGIÓN y... Mañana será otro día. "¿Qué pasa? Un fascista menos". ¡¡¡Hijos de la gran puta!!! Habéis matado a un español que valía más que toda vuestra asquerosa ralea.

Eso sí; las autoridades políticas (no sé qué gilipollas ha sido quien lo ha dicho) "hay que estar en contra de la violencia, venga de donde venga". A ese tonto la polla habría que decirle que, salvo alguna memez, como el asalto a una librería separatista, en Madrid, que no sirve para nada, la violencia siempre la ejercen los grupos de dentro del comunismo nacional, 

que tan a gusto se siente acunado en los brazos de esta imbécil Democaca, cuando debería estar prohibido, por ser la máquina creadora de los más crueles asesinos que hubo, que hay, y que habrá en el futuro, mientras exista este Mundo.

Eloy R. Mirayo.

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