lunes, 18 de diciembre de 2017

EN OTROS PAÍSES NO SE HACEN PRISIONEROS.

Ese individuo hirió a dos personas y días después, asesinó en tierras turolenses a dos guardias civiles y a un ganadero que les está ayudando en su busca.

... Y ha sido detenido por números de la Guardia Civil, ¡vivo!. 

Como español me siento orgulloso del comportamiento de la Guardia Civil, de su esfuerzo, su valor y su inmaculado honor, deteniendo vivo a ese hijo de puta que les había asesinado a dos de sus compañeros; pero, como ser humano, siento en lo más profundo de mi entendimiento, el que no se le haya aplicado la medicina que suelen usar las policías de los EEUU, Inglaterra u otros países de nuestro entorno, como hemos tenido ocasión de enterarnos repetidas veces. En esos países no se hacen prisioneros.

El libre movimiento de personas sin ningún tipo de procedimiento que los políticos, no se sabe aún su valor positivo, nos ha traído, es lo que facilita a toda clase de delincuentes y asesinos de esta ralea, para que campen a sus anchas, como "asesinos sin fronteras"; igual que lo vienen haciendo, desde hace casi cuarenta años, la  infinidad de mafias extranjeras, incluidas la rusa, y la  "oficial" Mafia China, instaladas en los polígonos industriales o en sus alrededores, con infinitos tentáculos que llegan a todas partes. 

Un individuo como esa bestia que ha ido dejando luto por donde ha ido pasando, no ha encontrado la más mínima dificultad para moverse en tres o cuatro países. 

Me maravilla ver la meticulosidad de las autoridades canadienses en los espacios de los aeropuertos, donde se vigila la llegada de viajeros. Claro que se les pasará algún que otro hijo de puta que llegue a delinquir en tierras canadienses, pero ni parecido con la "película" que nos pasan aquí, en Europa. El buenismo de nuestros políticos -que no sé de dónde lo han sacado, siendo ellos como son- es el que en nuestra España, como si fuera un recipiente para hacer una Macedonia, nos viene a visitar toda clase de delincuentes. No es broma; yo creo que las autoridades policiales de por "allí" arriba, les colocan la mullida alfombra para que se vengan al Sur, que tiene buen clima.

Nadie con buen juicio puede dudar del comportamiento de las Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado, ni de la praxis de los administradores de la Justicia. De lo que sí cabe dudar, es de los conocimientos y méritos de los civiles y legos, que encabezan y mandan -de aquella manera- esas cosas tan importantes, para lo que Dios no les ha concedido la inteligencia y el necesario conocimiento. Esperemos que ahora a la Justicia, se le permita actuar, sin soplarle al oído.

Eloy R. Mirayo.

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