MOVILIZAR MASAS.

Hay quienes creen que la sensación de agravio e injusticia es lo que tiene mayor poder para movilizar a las masas. 

Esa premisa solo representa la opinión personal de aquellos que así piensan pero que, desde una posición inteligente, 

no debe aceptarse como algo cierto e indiscutible porque, para que el agravio y la injusticia lleguen a ser capaces de movilizar a las masas en una dirección concreta y predeterminada, es necesario (según dijo Perogrullo), que  lo "primero" es que han de existir las personas que a golpe de abuso de poder establezcan el agravio y la injusticia como vértice de su presencia en la política general del país; 

y si no, es preciso que aparezcan mentes podridas capaces de inventarse embustes que sirvan como trama del total de esa tales cosas dañinas. 

Una vez la maldad hecha cuerpo, 

desde lugares tan aparentes como las aulas escolares, institutos, universidades y, en muchos casos iglesias y otros centros eclesiásticos, 

transformarla en materia inoculable en cerebros por desarrollar, o indesarrollables. Un veneno en uso durante muchos años; solamente de esa manera, da la posibilidad de que, de la nada, aflore una masa humana belicosa con la sensación de estar gravemente agraviada e injustamente tratada.

Es el caso que se está viviendo en nuestra Cataluña. La malicia ha fabricado desde hace mucho tiempo la existencia de una comunidad intelectualmente menos desarrollada aparte de la real comunidad catalana, que ha sido inoculada con la maligna pócima del agravio y la injusticia que, en su estrechez cerebral, culpa de todo cuanto negativamente les aflige a España, y al resto de los españoles.

"¡Hay que odiar a España, porque España nos roba!"

Cataluña padece dificultades y no son ellos solos, sino todos los habitantes de este país, haciendo las excepciones que todos tenemos en mente. Y si la inteligencia les diera para más, 

comprenderían que quienes les ha estado robando los caudales, tanto de quienes son separatistas como el resto de los catalanes han sido los políticos separatistas que durante casi cuarenta años han estado con una mano gobernando Cataluña, de esa manera, y con la otra mano llevándose los millones de euros a los paraísos fiscales que parece ser que hay por todo el Mundo.

El presunto padre de los Pujol, sin "conocimiento de su existencia" resulta que tenía una herencia en millones de euros solazándose en uno de esos paraísos pero ¡coño! casualmente algo por el estilo le ha ocurrido al Arturo Más, y creo que también al ex alcalde de Barcelona, el Javier Trías, tenía su "parné" veraneando paradisíacamente con flotador, silla y sombrilla.

La enseñanza que nos proporciona la vida nacional es que para movilizar masas, la señora Belén Esteban o una mala "banda" musical, tienen bastante más fuerza que los agravios o la injusticia.

Eloy R. Mirayo.