martes, 5 de diciembre de 2017

LA GRACIA DE LOS "DESGRACIAOS".

La gracia que demuestran los "desgraciaos", es la que mal emplean para reírse y provocar la risa de los idiotas, ridiculizando a los desgraciados que sufren o padecen algún tipo de desgracia.

Eso lo podemos comprobar asomándonos a cualquiera de las "ventanas tecnológicas" que tan en moda se ha puesto en este país, que es el único que conozco.

Tiene su dificultad descubrir a un imbécil, si es que esta quieto y en silencio. 

Eso siempre ha ocurrido de esa manera; de pronto el que te habían presentado rompe el silencio, abre la boca y, con sus imbecilidades orales, rápido te facilita la labor de clasificarle: este es un imbécil de tomo y lomo. Pero claro está, el imbécil de una u otra forma, en tiempos pasados, se te tenía que acercar. Hoy ya no es necesario tanto protocolo; es tan grande el número de ellos que, con la sencillez que ofrece la normalidad, te conectas a las "redes sociales"

o pillas las declaraciones de ciertos políticos en los medios de información y, sin mucha dificultad, con un simple dos y dos, son cuatro, puedes saber en pocos segundos cuantos cabrones, hijos de puta, golfos, caraduras, desvergonzados e imbéciles de baba, hay por metro cuadrado en este país. 

Cabrones empeñados en pastorear como si fueran reses a los madrileños y visitantes, por calles de dirección única sin posibilidad de retroceso, ni aunque se te haya caído un ojo y quieras recuperarlo. Hijos de puta que hacen chistes con la víctimas del terrorismo, golfos que se llevan nuestros dineros y quienes, no contentos con tanto, además se quieren llevar un gran trozo del terreno patrio. Caraduras que se han re-enriquecido con la crisis, a costa de los que hemos nacido decentes. Desvergonzados con múltiples incrustaciones de hijoputismo, empeñados en la mentira de la "memoria histérica" y queriendo, con el cebo para imbéciles de ir a sacar los restos mortales del Caudillo, de la Basílica del Valle de los Caídos, 

recoger unos cuántas papeletas de voto que, viniendo de donde suele llegar y recogidos por quien los quiere coger, no deberían tener más valor, ni mejor destino que el destino cular de cualquier rollo de papel higiénico.

La historia del PSOE está jalonada desde su más tierna infancia, hasta hace "na", de

("PARTIDO SOCIALISTA OBRERO ESPAÑOL

INSTRUCCIONES SOCIALISTAS PARA INICIAR 
LA SUBLEVACIÓN ARMADA CONTRA LA REPÚBLICA. 
INSTRUCCIONES PRELIMINARES"), 

golpes de estado, asesinatos de Estado ("Luis Cuenca, socialista que asesinó, de dos disparos en la nuca, al jefe de la oposición; en ese momento, don José Calvo Sotelo") creación desde el mismísimo ministerio del Interior del grupo criminal, GAL, lo del cuartel de Inchaurrondo 

(ya gracias a Dios recuperado su honor y el de sus guardias) y el coronel Rodríguez Galindo.

¿Qué tratamiento se merece un tipo con esa "denominación de origen" PSOE, que tiene el atrevimiento de hablar de la Memoria Histórica? Es posible que algunos le tratarán de cabrón o hijo de puta. Yo no; mi tratamiento me lo guardo porque a pesar de ser cierto, es seguro que tendría repercusiones judiciales muy perjudiciales para mí, y no quisiera encontrarme paseando por el patio de Estremera, con los asquerosos golpistas del "Proceso".

Por cierto: me cuentan que uno de esos asquerosos que están en Centro de Estremera, le hubo salido un grano enorme en el culo que ni sentarse podía.
-Siéntate tío -le dijo otro de los asquerosos
-No puedo -le respondió el del grano.
-¿Por qué no puedes? -insistió
-Porque me ha salido un grande y doloroso grano en el culo -ya empezaba el asqueroso a estar molesto.

-A ver; bájate el pantalón y el calzoncillo... ¡Qué barbaridad tío; como tienes el culo ¿te lo reviento?.
-Va; vale noi (chico en catalán), pero ten cuidado con el grano.

Eloy R. Mirayo.

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