jueves, 30 de noviembre de 2017

POR IMPERATIVO LEGAL.

Esa es la macana que los presidiarios, "ex" del gobierno de la Generalidad Catalana, 

se han sacado del fondillo de sus cagados calzones para justificar ante sus mesnadas el espectacular vuelco en su discurso, que fue en su momento republicano, de republica choricera, y que ahora se ha vuelto, "Por imperativo legal" mugido blandengue de capados cabestros que acompañan las toradas de las ferias.

Resulta que el jodío, aunque en la foto parece el "caballero de la triste mirada"

tiene gracia -hay que reconocérselo- cuando rebozado en escandalosa falsa dignidad, para salir del "talego", es capaz, con más cara que culo, de asirse a la esencia del artículo 155 de la Constitución Española, como el ricachón venido a menos es capaz agarrarse a una triste y sola salchicha de Frankfurt para allanar su apetito (ellos nunca tienen hambre). 

Y digo que es gracioso en su tozudez palurda, porque usa como excusa para su deshonrosa acción, algo excepcional, el "Por Imperativo legal", cuando si fuera en verdad un ser inteligente, sabría que por ese imperativo, tanto él, como el resto de los españoles pagamos sin rechistar la lluvia de impuestos (no todos para un buen uso con los que nos riega el gobierno central y sus distintas instituciones. 

La Fiscalía acusa al presidente catalán y los suyos de delitos que implican penas de cárcel. 
También pide fianzas. 


El problema gordo es que el resto de los españoles por si eso fuera nimio, con los bolsillos maltratados, encima tenemos que soportar las cabronadas de gente que, como él y otros por el mismo estilo, están empeñados en robarnos un buen trozo de nuestra Patria. 

Hay políticos catalanes (socialistas por más señas) que por la cercanía de las urnas, se dedican a emitir gilipolleces nuevas; no es que los políticos catalanes, igual que casi todos los demás, no sean capaces de decir gilipolleces, acervo propio de su léxico, sino que a las que con normalidad dicen, suman las que de alguna manera son puntuales o de cercano futuro como son las próximas elecciones en Cataluña.

La gilipollez que más me ha llamado últimamente la atención 

es la que ha salido por la boca del señor Iceta: la condonación por parte del Gobierno de la deuda de Cataluña. No solo soy yo quien piensa que esa proposición sea una gilipollez en sí misma, sino que todos los presidentes autonómicos, entre los que hay varios socialistas, piensan y dicen lo mismo, y hasta los mismos catalanes gentes de bien, creen en sus muchas virtudes, en sus muchos valores y su positivo orgullo, para recuperar la posición económica e industrial perdida a manos de unos gobernantes; por lo que ese seguro que ni quieren ni necesitan limosnas. 

Lo que sí quieren, como el resto de españoles, es que se les libere de políticos bandoleros. 

Eloy R. Mirayo.

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