UNA INACCESIBLE BURBUJA.

Cuesta mucho trabajo llegar a aceptar que los políticos llegan al Mundo desde úteros similares a los úteros por donde salimos las criaturas que, con el tiempo, nos convertimos en adultos honrados, decentes y de inmejorables costumbres.

Cualquier día -me lo estoy temiendo- Iker Jiménez, 

desde el espacio nocturno de los domingos en la Cuatro, nos descubre, dando pelos y señales, que algunos, o casi todos los políticos españoles han salido de úteros de féminas extraterrestres; 

porque, saliendo de madres terráqueas, de igual manera y por similares conductos, no se puede comprender cómo es posible que los políticos de este país sean capaces de mostrarse en sus formas "profesionales" -gracia que les hago- y en sus ideas, tan alejados de la realidad de lo que pensamos y necesitamos, por ser de ley, los ciudadanos de este país que, al fin y a la postre -aunque a ellos no les de la inteligencia para saberlo- somos quienes subvencionamos sus muchos gastos, 

algunos de ellos desvergonzadamente suntuosos, como en más de un caso, representa el coste nada barato de una/o amante/amanto.

Son muchos los motivos que nos hacen entender que la clase política de este país, se ha creado para su tranquilidad una inaccesible burbuja que, positivamente para ellos, les discrimina del resto de los ciudadanos, y no sólo por la exagerada cantidad de números que, en hilera, conforman la total cifra de sus sueldos y compensaciones, que también lo es, por la escasa peligrosidad, que dentro de ese capullo, 

puedan llegar sufrir en descompensada comparación con el alto grado -a pesar del buen trabajo de los cuerpos y fuerzas de seguridad- que nos vemos obligados a soportar los que la "trasnochada" decencia, 

nos ha impedido ejercer en las distintas políticas que se han creado -y es que tienen multitud de familiares y amigos- para mal trabajar por el Estado; eso que somos todos.

No existe, al menos en la Europa guay, un país más "garantista" que España. Si, pero mi amigo Leopoldo -un tío pensador muy leído- me dice que el grado de garantísmo jurídico del que disfruta la delincuencia en este país se comparece con el elevado tanto por ciento de corrupción (si englobamos en esa palabra todas las formas de saqueo) política que en él existe. E insiste Leopoldo en que este garantismo nace de la auto protección con que se premió, y sigue premiándose "nuestro" conglomerado político que, en muchos casos, hasta en los muy claramente delictivos, 

con más morro que toda la piara nacional, lo cubren con el suave manto de la mala gestión administrativa.

Así vemos a quienes un día llegaron en "pana" y a pie a la política, y hoy visten de Emidio Tucci, se calzan unos Testoni, y se desplazan en un Mercedes.

A los catalanes les quedan tres días para demostrarnos al resto de españoles que si; que es verdad que son serios, inteligentes y, además,  tan patriotas como los que más.

Eloy R. Mirayo.