¿QUIÉN OS DIO PERMISO PARA PROTESTAR?

Independientemente de lo que determine la Justicia -de quién no debe existir la menor duda- los castigos que recibirán los independentistas catalanes acabarán siendo más leves -ya veréis- que los indicados por los jueces, y que los que está debidamente almacenados en las cabezas de todos los españoles, deseosos de que pudieran ser aplicados, a pesar de que reconozcamos que ese deseo es una utopía imposible (por eso es utopía) pues, al final quienes ponen la "guinda en el Pastel" 

son igualmente políticos; y lo que nos ha venido demostrando la experiencia en estos últimos cuarenta años es que quienes mandan (los políticos), cuando "la cosa" atañe a la clase, adquieren unas sorprendentes ceguera y sordera que les impide leer y escuchar con total claridad las sentencias judiciales, por lo que ante tales circunstancias, hacen una interpretación libre, para que los políticos, con el cinismo que les caracteriza en casi su total generalidad, pueda hacer con ella en la mano, lo que les de la gana, dejando a los jueces con el culo al aire y sin papel higiénico.

Es demasiado frecuente ver a políticos que, por su deslealtad con quienes le votaron, y con la responsabilidad por el cargo que representan, se han llevado se mala manera hasta los clavos que sujetan los palos del sombrajo, dejando la caja vacía y facturas por pagar que, con unas cortas vacaciones en el "talego", y una mínima parte de los euros que se "calzaron", se pasean, como Jaime Matas, ex presidente corrupto de Baleares, por las calles del barrio de Salamanca, de la Capital de España; o sea, de Madrid. 

Pero lo mismo podríamos decir de otros tantos chorizos, de cualquier otro partido, que con el mismo desahogo se pasean bien comidos, bien bebidos y bien vestidos por las calles de Sevilla, Barcelona u otras de nuestras ciudades, mientras que un raterillo de tres al cuarto, por un puñain de perrillas de na, se pasa años en prisión. 

No  es que queramos que los ladrones tengan el mismo trato que el señor Matas; lo que se quiere es que todos, los unos y los otros, paguen tras las rejas de la celda los delitos cometidos. O si no; dígasenos claro, para que no andemos con dudas, que nuestro estatus, nuestra obligación es la de no molestar con gilipolleces 

ytumbarnos en el suelo para que ellos, los amos, puedan caminar sobre nuestros lomos, sin que se les manche las suelas de sus zapatos.

¿Quién os dio permiso para protestar por la constante aparición y subida de los impuestos?

Así somos, no sintiendo agradecimiento por eso, y por gran la cantidad de cargos políticos y asesores en todas las administraciones del Estado, que se nombran al año, con la importante tarea de estarse tocando los cojones a dos manos en secretarías y comisiones hueras, con el beneficio que ello representa para toda la segunda división humana, que somos los que formamos la sociedad española; los apolíticos currantes. 

Bueno; los que vamos quedando que, hasta tenemos agujetas en los muslos de tanto apretar el culo para evitar que nos lo tomen al asalto.

Eloy R. Mirayo.