lunes, 3 de abril de 2017

LIBRE ALBEDRÍO.

La sucesión de desgracias naturales (Perú y Colombia), guerras y acciones terroristas que vienen sucediendo en el Mundo, ha llevado a la gente agnóstica, atea, y cantidad de católicos despistados a hacer, los unos, y ha hacerse los otros, la estúpida pregunta de ¿cómo puede Dios, siendo infinitamente bueno y generoso, permitir que puedan suceder esas desgracias tan tremendas?. 

Hoy mismo, en el Metro de San Petersburgo, unos terroristas ha hecho explotar dos artefactos en los vagones del metro, que se han llevado la vida de, al menos por el momento, diez personas, y muchos heridos, de los que se desconoce el número, pero cercano a la treintena.

Nadie tiene suficiente razón para atentar contra personas tan inocentes e indefensas. Esos hijos de la gran puta son pura mierda además de ser unos cobardes, tan mierdas, tan cobardes y tan hijos de la gran puta como aquellos etarras que hicieron lo mismo en España.

No se le culpe a Dios de ese tipo de cosas 

porque los verdaderos culpables son los políticos que negocian y llegan a acuerdos, y hasta se mezclan con esos asesinos. Lo que más hiere, no obligan a convivir con ellos y con su chulería, a la puerta de nuestras casas.

Ante Grahan dio a respuesta: "Al igual que nosotros creo que Dios esta profundamente triste por esa clase de sucesos, pero durante muchos años hemos estado diciéndole a Dios que salga de nuestras escuelas que salga de nuestros gobiernos y que salga de nuestras vidas".

Así es; a Dios, hasta los mismísimos católicos/as de continuos golpes de pecho y comunión diaria, le han separado de sus vidas con un comportamiento egoísta y sacrílego, practicando pecaminosos divorcios para satisfacer su lascivia, y abortos asesinos, aunque hipócritamente se acercan a los templos y siguen, aparentemente, llevando de cara al exterior una vida de feligrés cumplidor de los mandatos de la Santa Madre Iglesia.

La equivocación es plantear que ante cualquier cuestión, positiva o negativa que se de en cualquier parte  del mundo, está la acción permisiva de Dios, pues El ha creado nuestro sino; nuestra hoja de ruta.

Eso se lo pueden creer por maldad interesada, de los nuevos acólitos del Diablo, que se muestran como fans iluminados; seguidores o penitentes que le han salido al Papa Francisco, al estilo de los palmeros del rumbero Peret, desde el ateísmo militante y anticlericalismo podemista pero ¿a un cristiano...? 

Un cristiano debe saber que Dios, cundo nacemos, junto al Soplo Vital y el Alma, nos regala el Libre Albedrío que nos hace responsables de nuestros actos, por los que seremos juzgados a su tiempo. Es tonto creer que a alguien se le mande hacer una tarea, y después se la castigue por hacerla tal cual.

¿Quién puede creer que Dios vaya a querer la muerte del nieto de dieciocho años, y mantenga la vida del abuelo con Alzheimer?.

Eloy R. Mirayo.

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