lunes, 10 de abril de 2017

LA PUNTA DEL OVILLO.

A mis dificultades naturales de encontrar la fórmula de juntar palabras que digan algo comprensible, esta semana de tres días y cuatro fiestas, me resulta aun más cuesta arriba. 

Me está costando un pegote encontrar la punta del ovillo, 

pero es que además, como si no hubiera ocurrido otra cosa en el Mundo, lo que me llega es la partida que en suelo sirio están jugando EE.UU. y Rusia, por las cuatro gotas de petróleo que bombea Siria.

Y he llegado a la conclusión de que lo peor que le puede pasar a un país no demócrata, es que la oposición emplee la fuerza para hacerse con el poder; lo que desde la lógica más elemental es de esperar que obligará al poder a responder de la misma manera.


Eso es malo para los habitantes del país, para el gobierno en función y hasta para la mismísima oposición, porque enseguida aparecerán las dos potencias bélicas (y alguna otra de medio pelo con sus " herramientas de matar, sin ser muertos" que les joderán); Rusia y EE.UU, con el propósito altruista -¡si serán buenos!- de solucionar el problema interno suscitado y establecer en el lugar la joya más preciada del Primer Mundo:

La Democracia.

Pero resulta curioso que, por todos los países por donde han pasado, prácticamente todos, han quedado hechos una mierda.

(Irak, veintitrés muertos por atentado suicida)

Algunos países divididos y los otros con asesinatos múltiples de personas inocentes.

No voy a pasar lista porque todos tenemos en la memoria, no sólo estos últimos, sino los añejos que hemos conocido físicamente, y los que guarda la Historia.

Nosotros los tuvimos a ambos en las trincheras de enfrente pero ¡qué coño! aquella España era diferente. Por eso ni los pijos norteamericanos que enrolados en las Brigadas Internacionales que vinieron "románticamente" a cazar españoles, ni los soviéticos, pudieron hincarnos el diente y, como cerdos huyendo del cuchillos, unos se volvieron con los Cheyennes y los Sioux; y los soviéticos se volvieron a la Estepa Siberiana, a tocarse la Balalaika.

Ahora la "lotería" les ha tocado a los pobres sirios que, no siendo bastante aguantar al genocida propio, han de aguantar ¡qué digo aguantar!; han de agradecer que los aviones rusos y norteamericanos les bombardeen a su capricho, pero por su bien.

Y, tanto a los del tío Sam, como a los rusos (unos los cogen y otros los sueltan), les sale demasiado barato el ejercicio del tiro al blanco o, mejor dicho, tiro al sirio, desde unos voladores ingenios bélicos intratables e infalibles. 

Los rusos con licencia de caza concedida por Bashar al-Asad. La licencia de caza de los norteamericanos,

concedida por sus mismísimos cojones. Para eso se han auto nominado Primo de Zumosol.

Mi deseo es que todos los que vayáis a salir de vacaciones en estos días, junto con vuestros familiares, volváis sin ninguna circunstancia negativa. Pido a Dios por ello.

También pido porque alguien en Sevilla, durante su Feria, y en el mismísimo Real, se baile unas sevillanas por mi. Y que me lo diga.

Eloy R. Mirayo.

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