miércoles, 29 de marzo de 2017

SE HAN HECHO LAS COSAS MUY MAL.

La realidad es que se han hecho las cosas muy mal, empezando por el mordisco que le pegó Adán a la manzana que le ofreció la pérfida Eva. El egoísmo de Adán, de querer ser el único que echara un kiki gratis -y los sucesivos- es el suceso responsable de habernos traído este mal irremediable.

Y es que ante cualquier hecho desgraciado, siempre aparece el egoísmo (enriquecimiento fraudulento rápido como fue el que causó esta desgracia) como el núcleo del volcán que escupe todas las calamidades.

El egoísmo por poseer; por poseerlo todo; el deseo de unos pocos por enriquecerse; es el deseo egoísta que desnuda y empobrece, pasito a paso, o de sopetón, a todos los demás.

El juego económico es la invención de un sistema cabrón; con un reglamento bastardo, hecho ex profeso para que ganen siempre los mismos hijos de puta; reformable siempre y cuando el interés del que va ganando, no les alcanza la cifra récord que les haga momentáneamente felices porque, pide el récord alcanzado ser batido a la mayor brevedad. Y, cuanto más notorio es el grado de hijoputismo del que camina sobre el machito, que suele ser un automóvil de alta gama, mayores son las cifras que exige de los beneficios futuros.

El resultado de la Segunda Guerra Mundial refrendó lo que ya la Primera Guerra Mundial dejo sobrehilado, señalando de manera nítida quienes serían por siempre los amos del rebaño, y quienes serian in aeternum los porteadores que habrán de soportar sobre sus lomos

el peso de las andas que les paseen -a esos amos- por sus posesiones en todo el Mundo -todo lo habido hasta el momento y de lo que ha de venir, si es que viene algo-, mientras van contando sus gruesos fajos de billetes de quinientos euros, billetes de libras esterlinas, o de billetes de cien dólares -los que no están holgando en Suiza en franca camaradería con los francos suizos.

Y ni por el forro se barrunta la posibilidad de una Tercera Guerra Mundial que pudiera traer un Nuevo Orden de las cosas, y unas expectativas de desarrollo para quienes ahora sólo alcanzan a sobrevivir, porque alguien ha de hacer los trabajos sucios y pesados.

Todas "las licencias" están tan repartidas y, si algún día aparece una nueva "licencia", apostad que irá a parar a las mismas manos que acaparan las anteriores.

Decía mi abuelo Tomas que es muy difícil ganar una partida de Mus, si todas las bazas te vienen las de "perete": 4, 5, 6 y 7.

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Aunque ocurra como el año pasado, que nadie bailó por mi unas sevillanas en "la Feria"; con la cabezonería que me caracteriza, vuelvo este año a pedir que alguien baile unas sevillanas por mi, en el Real, y me lo haga saber.

Gracias.

Eloy R. Mirayo.

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