jueves, 19 de enero de 2017

QUE PREVALEZCA LA JUSTICIA.


Normal; solamente se forma pareja de baile con quien se sepa que  durante "el tango" no te va a pisar el pie que se tiene el callo, o los dos pies al mismo tiempo.

¿Contaron con el millón cuatrocientos mil clientes que recurrieron a esos bancos usureros, 

que para concederles la hipoteca, les chantajearon obligándoles a firmar un contrato con la "cláusula suelo"?. ¿Qué será lo que tiene el banco? Esto podría sonar como un estribillo, si se le pone música y ritmo de Georgie Dann.

Es indiscutible que el gobierno debe tomar las riendas de un asunto tan grave, y también es indiscutible el que busque entendimiento con los demás grupos de la Cámara para, entre todos, hallar la mejor solución posible, para cumplir con la sentencia que viene de la justicia comunitaria. Pero es que entre "todos", tienen que estar los representantes legales de esos millón cuatrocientos mil clientes que han sido "asaltados" por algunas entidades financieras, sin que la autoridad competente, el Banco de España ¿se enterara?. 

Tampoco parece ser que los ministros competentes, señor Montoro y señor de Guindos, tuvieran noticia de ello. 

Resulta extraño que existan inspectores que vigilan la calidad, pesos y medidas de toda clase de mercaderías, sancionando a quienes no cumplen con la legalidad y ¡anda coño! nadie vigiló los contratos hipotecarios. ¿Tendrá eso algo que ver con las impagadas e impagables deudas que los partidos políticos tienen contraídas  con los bancos?

El cinismo del BBVA, y algunos otros bancos, 

a pesar de que han sido condenados por el Tribunal Supremo, intentando "apartar de su responsabilidad" a un número de sus clientes porque tienen la desgracia de ser profesionales financieros, notarios o registradores de la propiedad, es de libro digno de estar registrado el "Guinnes".

Es como si un juez en ejercicio, a la proposición de quien se dispone a asesinarle 

de elegir ser asesinado por un estilete clavado en el corazón o un disparo entre ceja y cejan, la elección de una de las posibilidades le diera legitimidad al asesino.

Precisamente el que profesionales tan cualificados tengan "plaza" entre sus esquilmados, nos da idea de cómo se planteaba el asunto: abusando de la necesidad del solicitante por la fuerza de la entidad crediticia. La solución no será sencilla de entender para los perjudicados por la jodida cláusula. No puede extrañar a nadie.

Desde mi humilde opinión, creo que no será posible que los bancos puedan hacer efectivo de una sola vez la devolución del dinero sustraído a ese millón cuatrocientas mil personas, sin entrar en riesgo de caer en bancarrota. Hay que tener en cuenta que un banco, no es solo el grupo de golfos que suelen dirigirlos (no todos); 

también son banco los empleados que vemos trabajando en las sucursales y las personas que en esos bancos tienen sus ahorros. Por ese motivo, exigiendo castigo para los culpables, es necesario un pacto lógico entre los tres partidos políticos (PP, PSOE y Cs) los representantes de los afectados y los bancos encausados. Y que prevalezca la Justicia.

Eloy R. Mirayo.

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