miércoles, 6 de abril de 2016

DESDE DENTRO.

Es probable que entre vosotros, mis queridos camaradas, o simplemente amigos, el pasado día 1 de abril, esperarais leer en este blog algo alegórico al glorioso día 1 de abril de 1938, histórica fecha a nivel mundial  en que los españoles de bien vencieron de forma clara al criminal comunismo, en su versión nacional e internacional -tanto la Unión Soviética como las asesinas Brigadas Internacionales-; "rojos sin fronteras" de todas las raleas, que vinieron a España con la idea de cazar españoles, salieron de nuestra patria, los que no se dejaron aquí la sucia "pelleja", arrastrando cobardemente la oreja por el suelo.

Es cierto que esa fue mi idea; rebusqué datos en los libros antiguos,

algo que no suelo hacer cuando escribo; pero, cuando empecé a darle al teclado, con un pegote de libros alrededor, me vino a la mente algo que hace años me dijo un amigo "cuando uno se pone a escribir, es necesario tener totalmente claro para que se escribe, y para quien se escribe".

Entonces decidí, creo que acertadamente, que, salvo a unos pocos, -vosotros y quizás un "puñaito" más-, lo que a estas horas se pueda decir de aquella fecha, que debería ser, si estuviéramos en un país donde se premiara la bondad, la decencia y las buenas costumbres, algo memorable, que llenara de orgullo legítimo a todos sus habitantes, es que a nadie le importa un pijo. 

Con toda la sinceridad de que soy capaz, hago la siguiente pregunta, que seguro que no hallará respuesta alguna ¿A quien le importa, 77 años atrás, el que tantos buenos españoles murieran en campos de batalla o fusilados cobardemente 

contra cualquier valla o junto a una remota cuneta, como consecuencia de su valerosa lucha contra el comunismo, cuando gentuza de la misma calaña que aquellos asesinos, se encuentran hoy sentados en los escaños de Congreso de los Diputados; en los escaños, o como coño se llamen los sillones del Senado; en los gobiernos autonómicos y en la mayoría de los municipios?.

Lo que yo pudiera haber escrito es algo que obviamente todos nosotros lo llevamos en el cerebro y en el corazón, pero que desgraciadamente, tal vez porque no hemos sabido hacerlo bien -al menos yo no me apeo de la culpabilidad-, ahí, anclado y sin fruto, vegeta sin pulso en nuestro corazón y en nuestro cerebro. 

Siempre me ha parecido extraño que "gente" capaz de haber entregado hasta la propia vida

por valores como la Fe Católica; la Patria; y la Justicia (sin apellidos), no encuentren a nadie capaz de, seriamente, sin la vodevilesca bravuconearía inútil, con respeto y hombría de bien, defender su memoria como se merecen que, no habiendo por el momento otra opción, ha de hacerse desde dentro del actual sistema político, la Cabroncacia Liberal. ¡Vacunados! pero desde dentro. 

Por Eloy R. Mirayo.

Nos vamos acercando al "lunes del alumbrao" de la feria más alegre y colorista que se celebra en nuestra Patria (lo que aún queda) y, como sé que nadie quiere bailar unas sevillanas en Real de la Feria por mi, he decidido bailarlas por mi cuenta, no en la feria sevillana, que ya quisiera, sino en el bar "Los Rosales", en la urbanización Kalipo-Fado. ¡Qué le voy a hacer! 

Te canto estas sevillanas

Pa decirte que te quiero.
Pa decirte que te quiero
Te canto estas sevillanas 
Pa decirte que te quiero
Porque luego cara a cara
A decirlo no me atrevo....
   

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