jueves, 21 de enero de 2016

LA LIBERTAD ES ALGO MUY SENCILLO Y MUY CÓMODO.

Siempre se encontrará a imbeciles de desproporcionada profundidad, quienes digan que durante el anterior régimen -que dicen los memos- pasaba lo mismo y que si no se tenía noticia de ello, era porque Franco, malintencionadamente, lo silenciaba.

La cosa viene a cuento porque lo que está ocurriendo con recurrencia; la bestialidad que cada día nos señalan los medios de comunicación, no la recuerda ni el más viejo del lugar. Jamás ha ocurrido en España la sucesión de crímenes y delitos en general con los que tenemos que convivir diariamente. Mujeres asesinadas (54 en 2015) por sus maridos o por sus parejas; nadie recuerda suicidio de colegiales como consecuencia del acoso al que son sometidos por condiscípulos; y toda clase de acoso, incluyendo el sexual, que sufren chicos y chicas recién llegados a la adolescencia.

Esos son los beneficios que nos ha aportado esta mierda, a la que pomposamente llaman Democaca; esta es la libertad que llegaba con ella. La libertad personal; la libertad de ir al colegio sin que ningún "democaquito" recete diariamente un par de collejas cada vez se tenga la desgracia de cruzarse con el matón del curso; esa se ha perdido, como los maestros han perdido libertad, y el respeto de sus discípulos, hasta llegar al insulto y a la agresión,

sin que nadie sea capaz de tomar las medidas adecuadas. 

La libertad no es que los hijos de puta puedan hacer lo que les salga de los "güevos"; la libertad no es que unos cuantos hijos de puta de cualquier peso y de cualquier edad, tenga patente de corso/a para pasarse todo el día haciendo putadas a todos cuantos tengan la desgracia de cruzarse en su camino; la libertad no se centra y se concentra en el hecho de poder elegir -vía urna- a un individuo/a, con muchas posibilidades de ser un sinvergüenza, como no es necesario señalar; está ahí mismo, que además de no cumplir con sus promesas -lo que hacen hasta los que si tienen vergüenza-, se le lleven a uno, fraudulentamente, hasta la taza del water, sin respeto, aunque el paisano se encuentre obrando trabajosamente por estreñimiento, sudoroso, sentado en ella; la libertad no puede ser que las personas decentes tengamos que convivir con mafias y mafiosos de todo pelaje y de infinitas nacionalidades, también sin excluir a nuestra propia mafia. 

La Libertad es algo muy sencillo y muy cómodo. Sencillo porque se simplifica en que, dentro del respeto a los demás, se pueda hacer lo que plazca; salir a la calle a la hora que mejor parezca, con el absoluto convencimiento de que se volverá al hogar sin daño. Y cómodo porque de esa manera se vive -se vivió- muy relajado. 

Por Eloy R. Mirayo.

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